Más plata y profesionales para combatir adicciones

Uñac dispuso una fuerte inversión y jerarquizará el área que atiende casos de drogadicción y alcoholismo.

En poco tiempo más, el área de Adicciones del Gobierno provincial sufrirá una importante transformación. Sergio Uñac decidió que deje de ser una simple oficina y que se convierta en una Dirección que dependa en forma directa del ministro de Desarrollo Humano. La medida no es otra cosa que una jerarquización que incluirá una fuerte inyección presupuestaria y la designación de unos 50 profesionales para mejorar la capacidad de atención de casos de jóvenes y adultos que tienen problemas con el alcohol y la droga. El titular de la repartición será Raúl Ontiveros, con mucha experiencia en el tema en el sector privado, quien tendrá el desafío de abrir y organizar centros de rehabilitación en todos los departamentos para intentar contener la creciente demanda.

“Cuando hacemos los operativos integrales, en los municipios, los jueces de Paz y los comisarios nos plantean que hace falta más infraestructura y profesionales para atender estos casos en el lugar”, explicó el ministro de Desarrollo Humano, Walberto Allende, a modo de argumentación de la creación de la Dirección de Adiciones. A eso agregó: “El Gobernador nos viene pidiendo desde el principio que pongamos todos los recursos que tenemos a disposición para atender este problema”.

El área de Adicciones está ubicada hoy en la esquina de calles Santa Fe y Sarmiento y es una oficina que no tiene presupuesto propio y está bajo la órbita de la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia. Con el plan uñaquista, pasará a integrar el lote de direcciones de la cartera de Desarrollo Humano y la única dependencia será del ministro.

En el Gobierno se proponen que la nueva repartición empiece a rodar entre lo que queda de este mes y principios del que viene, con un director, un subdirector y profesionales para la rehabilitación de adictos. Uñac ya definió que el que estará al frente es Ontiveros, que hasta hace poco fue el titular del centro de internación que funciona dentro del Programa Lihué.

La oficina cuenta actualmente con unos 30 profesionales entre psicólogos, asistentes sociales y abogados que se desempeñan en los dispositivos de atención y seguimiento que se implementan en los 19 municipios y en los tres institutos de rehabilitación que tiene Desarrollo Humano. En Proyecto Juan hay 14 adolescentes internados, en María del Carmen son 6 y en San Benito, los pacientes suman 30 entre internados y ambulatorios, según datos oficiales.

Con la nueva Dirección, la gestión uñaquista hará una fuerte apuesta para montar un sistema más amplio e integral de tratamiento y responder así al pedido de los actores que trabajan en la prevención, represión (cuando corresponde) y atención de los casos de alcoholismo y drogadicción. Firmará convenios con los todos los municipios, con el objetivo de montar centros de recuperación de pacientes ambulatorios que sean derivados de los dispositivos: la comuna pondrá el edificio y el Gobierno se hará cargo del personal.

De acuerdo a las proyecciones oficiales, el staff de empleados para las antiguas y futuras estructuras tendría que ser, en principio, de unos 80 profesionales. Por eso, planean incorporar 50 más.

El plan demandará una fuerte inversión de dinero y Uñac dio el visto bueno para avanzar, en una muestra de su voluntad política de fortalecer la lucha contra las adicciones y ponerla en cúspide de necesidades en el aspecto social y sanitario. Significa que habrá un redireccionamiento de recursos en lo que resta del año y que en el próximo ejercicio presupuestario, se dispondrá de una partida extra de recursos para afrontar las erogaciones que deriven del nuevo esquema.

La medida se explica en el aumento de la cantidad de casos en San Juan y las nefastas consecuencias que causan. Fuentes calificadas aseguraron que en los últimos años creció la cantidad de personas con adicciones y la demanda de atención, pero señaló que no hay forma de dar cifras precisas porque no hay estadísticas sistematizadas y organizadas. Al mismo tiempo, sostuvo que otro dato alarmante es que bajó la edad de iniciación.

Las estadísticas es otra de las metas de la futura Dirección. Concentrará todos los datos de la provincia, articulando con los municipios y el sector privado, en una suerte de formulación de un diagnóstico que permita trazar acciones más precisas y efectivas para combatir el flagelo.

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