Como en las playas ayer al mediodía, en las que flameaban los banderines amarillo y negro advirtiendo sobre el mar crispado, en el cielo de los comerciantes de Mar del Plata ondean los mismos tonos del mar dudoso o, dicho mejor, de un mar de dudas. Es que la primera semana de febrero no arrojó los resultados esperados y si bien se mantiene cierta regularidad promedio en la cantidad de turistas, en comparación entre un año y otro, el gasto parece mantenerse retraído como lo estuvo en enero.

El arranque del mes es tibio y como ya se sabe los picos de afluencia se dan los fines de semana. Para el que comienza hoy se habla de un nivel de reservas cercano al 60 por ciento en los hoteles, pero el número crece con la llegada de los que no se anuncian. Algunos de ellos contratan alojamiento en el mostrador del hotel, otros recorren inmobiliarias en busca de departamento y así refuerzan una tendencia del mes: el regateo.

“No hago más alquileres de temporada, me quedé solamente con unos pocos clientes a los que atiendo todos los años. Lo que ocurre es que ya no es lo que era, ahora uno tiene que armar una estructura de trabajo para el verano para alquilar una propiedad por tres o cuatro días y no rinde, el negocio va a quedar sólo para los mayoristas. Encima cada vez se regatean más las tarifas”, dijo un experimentado martillero que tiene una sucursal de su oficina en Mar del Plata sobre la avenida Corrientes, en el centro porteño.

Es notable de martes a jueves como se abren los espacios en la ciudad, en las playas, para transitar por las calles, hasta para obtener una mesa en una restaurante. Los viernes, la ciudad retoma el pulso de temporada, lo que no se sabe es si ese ritmo le alcanzará al comercio para terminar haciendo un balance positivo de la temporada.

Al igual que durante todo el mes de enero, la sensación, por ahora, es de incertidumbre.

Por lo pronto, hay sectores que recurren a estrategias y redoblan los esfuerzos para revertir el cuadro de retracción y números al borde del rojo. Dijo María de los Angeles Liberati, vicepresidenta de la Cámara Textil de Mar del Plata, que “aprendiendo de otros países es que empezamos a ofrecer descuentos y liquidaciones cuando la gente está en la ciudad, lo que antes hacíamos en temporada baja”. En “La Capital del Pulóver”, con el mismo mar de dudas que trasmite la economía del país, Liberati habló de la preocupación del sector por “los continuos incrementos que sufrimos, que no podemos transmitir al consumidor, pero tampoco tenemos margen para absorberlos”.

Ayer hizo 25 grados y el pronóstico da cuenta de un buen fin de semana, algunas nubes pero nada de lluvia, y temperaturas máximas que se ubicarán en los 30 grados. Lindo para la playa, que aún dejará tiempo para algunas compras: “Tanto para mantener el nivel de ventas –contó la vicepresidente de la Cámara Textil–, como para brindar una buena atención al turista, decidimos abrir nuestros comercios hasta la medianoche”. Todo el que llegue será bienvenido.