¿Mar del Plata está bajando el telón?

¿Mar del Plata está bajando el telón?

Hace muchos años, el inolvidable “Luis” Martínez Tecco, histórico director del EMTUR, creó el premio “Estrella de Mar” como recurso para incentivar la presencia de empresas teatrales, imaginando que nuestra ciudad, en verano, podría convertirse en la “Capital Nacional del Espectáculo”.

Pero, “Lucho”, abandonó la función pública y, con algunas excepciones, fue reemplazado por improvisados empresarios, políticos o amigos del poder; podría decirse que sólo los gobiernos socialistas comprendieron cual era la función de esa repartición que, año tras año, fue perdiendo jerarquía. Tanto que, en nuestros días, el millonario fondo creado por impuestos pagados  por el empresariado lugareño para fomentar el turismo y la publicidad de Mar del Plata  en todo el país, es utilizado en gastos generales según el saber (¿?) del intendente municipal de turno…

El tema es importante, vital para recuperar la “ciudad turística”, pero complejo.

Veamos algunas de las fallas: contrariamente a lo que sostienen los empresarios teatrales que lógicamente, defienden sus intereses económicos, no se puede entregar en el mes de febrero el “Premio Estrella de Mar” porque la gente, el gran público, ya considera que “Mar del Plata baja el telón”. La mayoría de los elencos, en especial los conducidos por los viejos empresarios, viene,  como es lógico, para hacer  negocio y, en la mayoría de los casos, o trae elencos con “figuras destacadas” o surgidas a la fama efímera que brindan la televisión o Marcelo Tinelli; también hay otros que alquilan las paredes para “rejuntados” que llegan con “obras” ensayadas menos de una semana…

En realidad, desde el punto netamente comercial, “es válido;” sin embargo surge con espontaneidad “el pero”: empresarios y artistas se quejan por la poca gente que en estos años va al teatro; la caída de las recaudaciones tiene un motivo principal: la situación económica de la mayoría de la población es paupérrima; no lo decimos nosotros, lo muestra la realidad.

Se extraña: Luis Martínez Tecco, más conocido como “Lucho”, creador de los premios Estrella de Mar y distinguido por la Academia Argentina de Turismo por su extensa trayectoria en la promoción del turismo argentino.

Es disparatado el proceder de aquellos que desean o necesitan ganar un peso en verano y que por ello pasan a vivir al garaje para alquilar la casita, hogar de todo el año y con lo cual pretenden salvarse en 3 meses, esto rige para el teatro, las playas o las casas de comida, etcétera…

Un solo ejemplo: hace algunos días un matrimonio decidió, después de ir al teatro, tirar “una caña al aire” y se sentó a comer en un restaurante ubicado en avenida Luro, cerca del municipio.

Pidió 2 porciones de tartas; una de jamón con queso, otra de zapallitos (ambas dosis homeopáticas) agua “saborizada” y dos cervezas, la más barata de plaza y de minúsculo contenido. Un solo empleado atendía: la  caja, limpiaba mesas, barría, servía los pedidos y presentaba la adición. ¿Cuánto le cobraron a la pareja?  Exactamente 475 pesos.

Previamente los “tórtolos” habían desistido de ingresar al teatro porque las entradas (no para ver Hamlet o Romeo y Julieta de Shakespeare; Un Tranvía llamado deseo, El ZOO de Cristal con un redivivo Tennesse William, o Bodas de Sangre y Rosita la Soltera del gran Federico García Lorca)  se cotizaban” a 500 pesos cada una.

Por suerte, para el empresario y el elenco, había mucha gente haciendo cola para ingresar… (aunque el famoso cartelito “no hay más localidades” es una  antigualla y los chicos de hoy no pueden creer que en una misma noche llenaban las salas Alfredo Alcón, “El Negro” Alberto Olmedo, Rodolfo Bebán, el Circo  Tihany   y muchosotros…

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Dicen, los jóvenes, que eso es un cuento de viejos pasados de moda. Pero no todos los espectáculos tuvieron ese éxito: hubo menos salas habilitadas que en temporadas anteriores y la mayoría “puchereó”…

También hay que reconocer que, hace 20 años, cuando nos quejábamos no estábamos tan mal o (“oxímoron” “vivíamos mejor cuando vivíamos peor”); al menos el asado era accesible y no había necesidad de tomar mates secando la yerba al sol.

A pesar de las contingencias la temporada teatral fue un éxito  y se logró, para bien de  artistas, autores, empresarios, marplatenses y turistas por la unión entre el Estado, representado en este caso por ese “Coliseo” que tiene Mar del Plata, conocido como complejo “Auditorium”, y, el Teatro Nacional Cervantes, de Buenos Aires: Por ejemplo, “Sin Niños y sin Perros” (que acaparó los premios Estrellas de Mar), y Esperando la Carroza, llenaron  la mayoría de las funciones; claro, con entradas a 200 pesos para ver espectáculos de real jerarquía.

Artífices de este exitoso acuerdo fueron, entre otros, Leonor Manso y el director artístico del Auditórium, Mariano Moro.

También hay que reconocer que la oferta artística, se vio favorecida por el crecimiento del teatro independiente de Mar del Plata un fenómeno que hace varios años ya veía venir el experimentado Carlos Rottenberg, quien lo descubrió, imaginamos, cuando noche a noche, al término de la función contaba la recaudación.

Tenemos que reconocer que no todas las culpas por la caída de la “Mar del Plata turística” la tiene la Municipalidad.

El mal nace antes del inicio del ciclo veraniego cuando en las postrimerías de diciembre los precios (alquileres de casas, hoteles, restaurantes, recreación, etcétera, etcétera, crecen a ritmo vertiginoso… Hacer descuentos en febrero y marzo no soluciona.

Hace varios años, en vísperas de Semana Santa, llegó a Mar del Plata, importante directivo de una gaseosa mundialmente famosa, con sede en Puerto Rico.; tenía el propósito de conocer a los “líderes en venta” y acompañado por uno de los gerentes de la embotelladora marplatense, concurrió al comercio de mayor venta, ubicado en Peatonal San Martín.

Le presentaron al propietario que hizo un alto en su tarea para contestar algunas preguntas, relacionada con la opinión de los clientes sobre la calidad de la bebida.

El dueño del comercio, puso fin al diálogo, argumentando que, con motivo de la Semana Santa y por la llegada de  turistas, estaba modificando los precios:

-Ah! ¿Va a rebajar los precios?

-¡No, como los voy a rebajar!… Los estoy aumentando 15 %…

-Nosotros, en Estados Unidos y Puerto Rico, cuando aumentan las ventas, rebajamos los precios……

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