Mar del Plata: drogas, venganza y muerte

Mar del Plata: drogas, venganza y muerte

En tres horas mataron a cuatro integrantes de una misma familia

 "¿Dónde está el Rengo?", gritó el que iba al frente. A la pregunta le siguió una ráfaga de disparos que segó la vida de tres hombres -el mayor, de 50 años; su hijo, de 24, y un sobrino, de 30- que vivían en una precaria vivienda de la zona sur. El triple crimen ocurrió a las 7 de ayer en la zona del Cementerio Parque y se relaciona con otro homicidio, cometido tres horas antes cerca de allí: el de un joven que murió acuchillado y era pariente de aquellas tres víctimas.

El caso es investigado como una presunta venganza vinculada con el negocio de las drogas y reavivó la preocupación por los crecientes niveles de inseguridad y violencia, días antes del inicio de la temporada de verano.

Por lo menos dos de los tres primeros tenían causas y condenas cumplidas por tráfico y/o comercialización de estupefacientes. También robos calificados y de automotores. "Si no se toman medidas y se aplican políticas adecuadas, tenemos todas las chances de terminar como (la ciudad de) Rosario", dijo la fiscal del caso, Andrea Gómez, como para marcar una referencia de la gravedad de la situación.

Por cantidad de víctimas y la frialdad de los autores, es uno de los casos más violentos y conmovedores que se hayan visto en esta ciudad, que suma más de 140 crímenes en los últimos dos años (67 en 2014), con 31 casos en ocasión de robo y el resto en el marco de reyertas y ajustes de cuentas.

Hasta el momento no hay detenidos ni sospechosos identificados por los homicidios de ayer. Se estima que actuaron dos o tres individuos que se movilizaban en motos. También se mencionó un auto de apoyo.

La única mujer que había en la casa pidió ayuda. El llamado al servicio 911 llegó poco después de las 7 y lo realizaron vecinos de la vivienda de calle 429 casi Antártida Argentina, donde los policías encontraron poco después los tres cadáveres.

Fuentes judiciales confirmaron que los muertos en un descampado conocido como Monte Terrabusi son Pedro Corbalán; su hijo Guillermo y un sobrino, Juan Carlos Giles.

El primero es a quien se habrían referido cuando los ejecutores preguntaron por "El Rengo". Sería el único de los tres que no tenía antecedentes registrados. Desde hace más de una semana el hombre andaba con muletas porque le habían disparado en una pierna, en lo que habría sido un acto de intimidación. Ocurrió cerca de su vivienda, en inmediaciones del barrio SOIP. No supo identificar al agresor.

En la escena del crimen, los peritos secuestraron más de una decena de vainas servidas de pistolas calibre 9 milímetros, armas con las que los habrían ultimado. No había evidencias de resistencia en las víctimas.

La fiscal Gómez definió el caso como un "claro ajuste de cuentas" que relacionó de manera directa con el narcotráfico. "Era gente del último eslabón por las condiciones en las que vivía", dijo para descartar que fueran cabecillas o líderes de una organización delictiva. Se inclinó más por la hipótesis de enfrentamientos que se repiten entre familias y/o grupos por disputas territoriales en cuanto a venta de estupefacientes.

El diagnóstico que trazó a partir de la sucesión de casos a esta altura no sorprende, pero sí eleva los niveles de preocupación. Dijo que Mar del Plata es una ciudad "consumidora de drogas" y que la gran demanda está en "las altas esferas" sociales.

De hecho, los asesinados habitaban una muy precaria vivienda en los fondos de un predio donde además había una suerte de taller mecánico. Estaban a unos 200 metros de la avenida Antártida Argentina, conocida a esa altura como "Camino Viejo a Miramar", y en el entorno hay mucho campo, buena cantidad de bosque y muy pocos habitantes.

Fue la fiscal Gómez quien vinculó estos crímenes con el de Claudio Granadino, de 27 años. Al muchacho lo apuñalaron ayer a la madrugada, cuando circulaba por la intersección de William Morris y Mateotti, en el barrio San Martín, uno de los focos con mayor índice de homicidios.

A Granadino lo interceptaron y con un arma blanca le produjeron una herida letal en la arteria femoral. El corte fue certero y con la dosis de sufrimiento que los homicidas habrían buscado: se desangró camino a la sala de primeros auxilios, donde no pudieron salvarlo.

Según se pudo confirmar, Granadino era familiar directo de la ex esposa de uno de los otros tres muertos. También tenía antecedentes delictivos similares a los de Corbalán y Giles.

La fiscal destacó el trabajo que se hace desde el Ministerio Público para investigar al narcotráfico en el distrito. Pero recordó que la provincia "se quedó con el menudeo", ya que la comercialización a gran escala es de competencia federal. "Es un tema que se tiene que tomar con absoluta seriedad", advirtió.

A la espera de los refuerzos del Operativo Sol, Mar del Plata tiene su gran padecimiento en la periferia. Acaba de fortalecer su dotación estable de uniformados con egresados que se integrarán a las comisarías. Otro complemento será la Policía Local, pero habrá que esperarla casi un año.

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