El viernes pasado, los bloques de Cambiemos y UNA solicitaron la declaración de emergencia de la planta de tratamiento de efluentes cloacales. Lo hicieron basándose en un estudio ambiental de 2016 avalado por la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) que cuestiona los niveles de contaminación volcados en las aguas del arroyo El Cura y la cañada de Las Achiras.

Según denunciaron los bloques opositores, esta descarga de efluentes cloacales altera la calidad microbiológica del arroyo El Cura y esto produce que las aguas, bajo condiciones normales, no estén “aptas para el uso de actividades recreativas” ni para “riesgo agrícola dadas las altas densidades de bacterias halladas”.

 

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Ayer por la mañana, los concejales Daniel Berón (Cambiemos) y Andrés Sobredo (UNA) se hicieron presentes en la plata de tratamiento de efluentes cloacales, desde donde cuestionaron una nueva anomalía. “Al tema de la deficiente extracción de barros ahora se le suma algo que agrava la situación: se ha generado un globo en una de las  membranas de una de las piletas de aireación, que contiene 50 millones de litros de agua. Es un peligro porque puede rasgarse entera”, denunció Berón en diálogo con ElDía desde Cero. Y volvió a reclamar la emergencia de la planta, para tener una herramienta que le permita al Municipio obtener fondos nacionales para darle “una solución urgente” al problema.

 

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Por su parte, el director de Obras Sanitarias, Iván Mataitis, dijo a ElDía que lo que se estuvo haciendo ayer fueron “trabajos de mantenimiento correctivo” en la pileta de aireación afectada. “Se requiere bajar los niveles de fluido para evaluar una posible avería, a raíz de un ‘lomo de ballena’ en una de las membranas” de la misma.

“Necesitamos bajar los niveles (de la pileta) para ver qué es lo que lo provocó. Es relativamente normal y es un mantenimiento correctivo lo que se está haciendo”, remarcó el funcionario.

En este contexto, ElDía pidió autorización para ingresar a tomar fotografías, pero no nos fue permitido. Explicaron que había que contar con la autorización del responsable del lugar, que no respondió a las llamadas telefónicas.

 

Extracción de barros

A principios de febrero, el Municipio presentó un nuevo sistema para la extracción de barros de la planta, un tratamiento que aunque se debería haber hecho cada dos años, nunca se llevó a cabo en ocho años.

Hace un par de semanas, los bloques opositores cuestionaron tal sistema y luego extendieron la crítica a la totalidad de la planta.

En este marco, y al mismo tiempo que los concejales Berón y Sobredo se encontraban en el lugar, el ingeniero Alejandro Bernabeu, de la Universidad Nacional del Litoral, visitó la planta junto a Mataitis.

“El sistema de extracción está en funcionamiento. Naturalmente, en todo comienzo de un nuevo proceso, en cualquier planta, se realizan ajustes y observaciones. Son cuestiones normales. En este caso se mejoró la capacidad de extracción de los barros”, expresó Bernabeu, en respuesta a los cuestionamientos opositores.

La extracción se realiza a través de tubos geotextiles y el proceso consiste en el depósito de los sedimentos que actualmente están en las piletas de la planta de efluentes en geocontenedores. Su función principal es separar los líquidos de los sólidos y retener estos últimos para su posterior tratamiento.

El sistema surgió a partir del convenio de asistencia técnica y asesoramiento, celebrado a principios de 2016, en el marco del cual la Universidad Nacional del Litoral realizó un estudio diagnóstico de la planta de efluentes cloacales y su funcionamiento, y del cual surgieron las recomendaciones para su optimización y extracción de barros de las lagunas.

“Esta es la única ciudad de la provincia que cuenta con un planta de tratamiento de efluentes cloacales. Este trabajo es de mejoramiento y optimización de una de sus etapas”, indicó Bernabeu, quien siguió de cerca los trabajos de mantenimiento correctivo en una de la pileta con una “posible avería”.