Plan "vivir con lo nuestro", versión 2018: por qué el Gobierno ahora prioriza el financiamiento en el mercado interno

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El ministro asegura que es la única manera de que la deuda sea sustentable en el tiempo. Quiere cambiar la matriz del fondeo externo por más emisiones en la plaza doméstica. Apuesta a que el impacto de la suba de tasas en el exterior sea menor. ¿Cuánto pudo juntar de lo que necesita para el año?

El ministro de Finanzas, Luis "TotoCaputo, está convencido de que la deuda es sostenible en el tiempo, siempre y cuando el país se encamine a un cambio radical en la composición del pasivo.

Y esto no tiene sólo que ver con si esa deuda está denominada en dólares o en pesos, sino también -y particularmente- con la fuente que proporciona el financiamiento, que debería pasar ser más bien doméstica.

Esto es, apunta a emitir bonos en la plaza local y no depender tanto de las emisiones en el exterior.

Por lo pronto, Caputo tiene a Brasil como país de referencia, ya que se financia en reales y a largo plazo sin requerir tanto de afuera.

"Es el camino a recorrer. Estamos en eso y somos optimistas con respecto a la dinámica de la deuda, porque es posible llegar a ese objetivo", suele decirles "Toto" a los inversores que pasan por Buenos Aires para saber cómo siguen los planes oficiales.

El Gobierno quiere un revival del famoso "vivir con lo nuestro" -frase que acuñó el economista Aldo Ferrer décadas atrás-, pero en una versión más actualizada y orientada a la idea de cortar con la dependencia externa en materia financiera.

Parte de ese giro ya se vio este año, "y se va a profundizar hacia adelante", avisa Caputo.

¿Cómo es la situación hoy? El Gobierno ya tiene en el bolsillo el 54% de las necesidades de financiamiento para 2018, sobre un total de u$s30.000 millones.

En cuanto al tipo de moneda (dólares o pesos):

- En el arranque de enero hubo una emisión "relámpago" de u$s9.000 millones. Sirvió para "madrugar" a muchos, ya que tuvo lugar justo antes de que se disparara el riesgo país por el cambio en las metas de inflación, la caída en la imagen presidencial y el malhumor global

Pasada esa instancia, el ministro de Finanzas se enfocó en la plaza local. Lejos de quedarse con los brazos cruzados por el cambio de clima externo, apuntó al mercado doméstico para seguir bajando las necesidades de fondos de 2018, que lucen relevantes

En cuanto a los montos:

- En la primera semana de febrero, recaudó $70.481 millones con un título "híbrido" al 2019 que paga una tasa fija del 22,5% o un 3,75% más la inflación, según sea la más alta

Recientemente, consiguió $58.300 millones mediante dos bonosal 2020 y otro al 2023, con cláusula gatillo (es decir, atado a la inflación)

Con todo, al Gobierno le restan cerca de u$s3.000 millones en el exterior, según la hoja de ruta informal que desplegó Caputo. Pero, dado el incremento del riesgo país (está en 410 puntos trepando 17% en el año) esa operación quedó freezada hasta nuevo aviso.

"No tenemos apuro en salir afuera, vamos a seguir trabajando en el mercado local", es la respuesta del número uno de Finanzas a inversores que preguntan acerca de los próximos movimientos oficiales.

Quienes compran los bonos en pesos que emite Caputo en la plaza local son las aseguradoras de riesgo ya que, por sus pasivos a largo plazo, necesitan activos también a varios años que devenguen una tasa atractiva.

Debido a la nueva normativa que les prohíbe adquirir Lebac, otrora instrumentos estrella de la City, Finanzas tiene un inversor casi cautivo a su disposición.

"Además, para que ingresen fondos del exterior a comprar emisiones, no necesita salir. Cuando emite bonos acá hay entrada de dólares, para estar en esas emisiones. Con lo cual tampoco es tan necesario pensando en lo que quieren los de afuera", afirma el gerente de una boutique financiera, de aceitados contactos en pasillos oficiales.

"De hecho, es más fácil para un inversor extranjero adquirir títulos públicos que las Lebac, debido a la restricción a los no residentes", agrega.

En este contexto, Argentina podría ser uno de los países de la región emergente donde más dólares arribarán este año, según los cálculos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) dados a conocer hace unos días.

Este grupo de bancos internacionales se compone de entidades como el Lloyds Banking Group, BlackRock, Banco Bradesco, BBVA, Nomura, China Life Insurance Company, CaixaBank, Nordea Bank AB, Abhu Dhabi Global Market, entre otros 450 miembros.

Según IIF, a la Argentina llegarán en 2018 cerca de u$s42.000 millonescomo inversiones de portafolio. Es decir, para la compra de activos financieros.

Ese monto será similar al de Brasil pero inferior a la India y Turquía, en los que ascendería a casi u$s60.000 millones.

El primer mes del año, según las estadísticas de esta organización, hubo un flujo de capitales positivo hacia el país en torno a los u$s8.000 millones.

Si esto se confirma, Caputo podría contar con financiamiento "onshore" (fronteras adentro) para sus emisiones locales no sólo de parte de inversores cautivos -como las compañías de seguro-, sino del exterior.

Visión optimista

En recientes diálogos con inversores, el ministro no sólo se mostró confiado sobre lo que viene en términos de financiamiento para el país. También, y al igual que al resto del equipo económico, se lo vio con una visión muy positiva respecto de la marcha de la economía.

"Vamos a crecer al menos 3% este año. Y lo bueno es que hay un plan para que sea constante, lo que permite ser optimistas con el peso de la deudahacia el futuro, en un escenario de baja gradual del déficit", vaticinó el funcionario.

Además, apuesta a que la Argentina tenga en breve una nueva ley de mercado de capitales, tal como pidió Mauricio Macri.

Caputo vaticina que el financiamiento "en serio" para las inversiones vendrá por ahí, y que es necesario fortalecer la plaza local para que sea sostenible el plan de "vivir con lo nuestro".

Elypsis, una de las consultoras más influyentes en los despachos oficiales, fundada por el ex titular de Argentina 2030 Eduardo Levy Yeyati, prevé vencimientos de deuda que se mantienen constantes para los próximos años.

En 2018, las necesidades financieras brutas (sin descontar lo que caduca intra sector público) alcanzan los u$s64.700 millones, y serían de unos u$s63.000 millones en 2020.

"Si hay crecimiento, el gradualismo fiscal es financiable y los niveles dedeuda, sostenibles", indican desde Elypsis.

Desde la consultora, plantean tres escenarios

- Escenario base (suba del PBI del 3% anual promedio): la deuda neta (sin considerar tenencias intra sector público) sería 31% del PBI para el 2020. Los intereses se estabilizarían en torno del 2,3% entre 2018 y 2020

- Escenario adverso (crecimiento nulo en promedio): la deuda bruta se elevaría al 55% y la neta, al 37% del PBI. El déficit primario se ubicaría en el 4% para el 2020

- Escenario positivo (repunte del PBI del 5%): la deuda bruta caería al 42% y la neta, al 26% del PBI. En tanto, el déficit primario descendería al 0,9% también para el 2020

Por ahora, Caputo sabe que el gradualismo obliga a tener necesidades de fondeo elevadas para, precisamente, cubrir el bache fiscal. 

En un contexto en el que posiblemente las tasas bajas en el mundo sean parte del pasado, si bien se discute la magnitud del ajuste, el Gobierno quiere asegurarse no pasar zozobras apelando al financiamiento en el mercado local.

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