Ivecor se encontró con un freno en el Tribunal de Cuentas. La empresa que construye las viviendas municipales reclamó una segunda actualización de precios pero el órgano de control resolvió devolver el trámite sin visar; es decir, no autorizó el aumento del 7 por ciento que reclamó la firma de Monte Maíz.

El representante del peronismo en el Tribunal, Aroldo Argüello, detalló: “En su oportunidad autoricé el contrato de construcción de viviendas de clase media, ya que se trataba de una construcción tradicional a precios razonables. Ahora bien, ante el pedido de actualización de precios de la empresa, cuando recibió dinero para 140 viviendas y sólo entregó 39, debo informar que se devolvió dicho expediente sin autorizar, por lo que, por el momento, no se debe actualizar la cuota que pagan los adjudicatarios”.

Ivecor había recibido una primera autorización para actualizar el valor global de las 1.000 viviendas en un 10,8 por ciento. Así, el presupuesto para el programa municipal superó los 220 millones de pesos. Un segundo pedido se centró en actualizar los valores de las viviendas al 1º de noviembre del 2013: la empresa reclamó un nuevo aumento pero, esta vez, del 7 por ciento.

El Tribunal de Cuentas no lo rechazó pero tampoco lo aprobó. Lo devolvió para que se apliquen correcciones y se esclarezcan algunos datos técnicos que justificarían la solicitud de incremento.

Argüello detalló en una nota cuáles son los cuestionamientos que existen, desde su óptica, al sistema que está aplicando la Municipalidad.

“Para construir las 1.000 viviendas, el Municipio armó una ingeniería financiera formada con los aportes de los futuros adjudicatarios -cuotas mensuales más 20 mil pesos al momento de la entrega de la casas), los aportes del Municipio y, en teoría, los aportes de la empresa que ganó la obra. La obra total son mil viviendas a unos 200 mil pesos cada una; de ese total, la empresa construyó una parte mínima y comenzó a pedir mayores costos por el total de la misma. Ocurre que difícilmente se vayan a construir 1.000 viviendas porque sólo se anotaron unos 660 interesados, por lo que en lugar de hablar de mayores costos de una obra de mil viviendas, tendríamos que estar hablando de renegociación de un contrato de obra pública para 660 viviendas”, planteó el tribuno justicialista.

Lo que insinúa el tribuno es que, si ese es el número de casas, Ivecor estaría percibiendo en realidad más de 330 mil pesos por unidad en vez de los 220 mil autorizados.

Argüello señaló que, como consecuencia de esa diferencia, el Municipio debería renegociar los costos reales y no formales de las viviendas. “La empresa, dotada de una buena dosis de picardía criolla e innovación, en lugar de utilizar el sistema de construcción tradicional usa un novedoso sistema de paneles en las paredes, columnas y vigas de cemento prefabricados, techos prearmados que se instalan con una grúa, todo lo que presumo abarata sus costos de materiales, mano de obra y logística, por lo que los costos reales serían otros y el Municipio no puede quedar atrapado en el pago de mayores costos formales, máxima cuando las viviendas que conocí estimo que no valen lo que se les va a cobrar a los vecinos, por lo que se impone una tasación de la edificación de las mismas”, aseguró el tribuno opositor.

El gobierno viene sosteniendo que hay un fuerte atraso en los precios que le está pagando a Ivecor por las viviendas que la empresa está construyendo. Según planteó la empresa, las casas que se están haciendo tienen un valor real de 370 mil pesos por unidad.