Plan PIE en Villa Mercedes: quejas por el calor y la falta de agua

Plan PIE en Villa Mercedes: quejas por el calor y la falta de agua

Los alumnos del Centro Cívico reclaman mejores condiciones. Aseguran que los aires no funcionan desde hace casi un mes y tienen que ir a cursar en los pasillos.

Bancos repartidos a lo largo de las galerías, apuntes convertidos en abanicos, rostros de agobio y frentes sudadas. Ésas son las imágenes que se repiten en los distintos horarios de las clases del Plan de Inclusión Educativa (PIE) en las instalaciones del Centro Cívico. Los alumnos dicen que no toleran el calor en las aulas porque los aires acondicionado están rotos desde diciembre, y que además sufren cortes de agua recurrentemente.

El primer piso del edificio ubicado en la calle Urquiza entre Balcarce y Belgrano, es uno de los  diversos lugares donde se dicta la cursada del Plan PIE. Después de unas vacaciones breves, cuando reiniciaron las actividades hace poco más de una semana, los alumnos se encontraron con que la refrigeración de los salones aún no había sido reparada. Como tampoco tienen ventanas ni ventiladores, la temperatura en los recintos asciende hasta tornarse "insoportable". Tan caliente es el ambiente, que los facilitadores tienen que trasladar sus lecciones a  los pasillos para aprovechar las pequeñas corrientes que circulan, que de todas maneras son escasas. 

"Adentro no se puede estar. Hemos tenido que traer ventiladores de nuestras casas, conseguir adaptadores y alargues, pero es inhumano estar así", manifestó Gustavo Muñoz, un alumno de 39 años. 

Ante la situación un grupo se tuvo que poner de acuerdo para aportar dinero y entre todos comprar un aparato que les hiciera un poco más llevadero el tiempo de estudio, por citar un ejemplo.

"La verdad que cuesta estudiar así. No te podés concentrar ni enfocarte en lo que estás aprendiendo. El jueves nos tuvimos que retirar antes porque no había agua en los baños", expresó preocupado Diego Zapata, de 26 años. Es que al clima pesado se le suma un agravante: en los últimos días se han producido varios cortes de agua que deja a todos sin la posibilidad de refrescarse o secarse la transpiración. "Se está cortando casi día por medio. No podemos ni siquiera ir al baño", agregó Gustavo.

En el Centro Cívico hay tres turnos para cursar: a la mañana, a la siesta y a la tarde/noche. Algunos  grupos concurren de lunes a miércoles y otros de jueves a sábado. Los que más sufren las inclemencias son los que concurren al lugar desde las dos hasta las seis de la tarde, y en varias oportunidades las clases se han tenido que acortar porque algún pupilo se descompuso.  

"Mi mamá que tiene 61 años, también es alumna y el viernes se tuvo que retirar porque se le subió la presión. Estaba colorada como un tomate y al día siguiente ya no se animó a venir. Y hay mucha gente grande. Los jóvenes, mal que mal, nos abanicamos un poco y lo aguantamos, pero la gente mayor no", dijo Valeria Jiménez, de 29 años.

Los estudiantes elevaron una nota y juntaron firmas para pedir una solución a las autoridades. El fin de semana, los coordinadores provinciales del plan mantuvieron reuniones con los administradores del lugar para analizar  posibles líneas de acción para asegurar un estudio más fresco.

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