Por el plan Más Cerca I recibieron $ 1,5 millón, pero se olvidaron de los inodoros

Por el plan Más Cerca I recibieron $ 1,5 millón, pero se olvidaron de los inodoros

Desde la Secretaría de Obras Públicas dicen que construyeron vestuarios, veredas perimetrales y un salón de usos múltiples. En los baños de Unión San José no hay sanitarios, grifos ni calefones, y el pabellón aún está en construcción.

Puede ser que antes del partido a Maxi le den ganas de ir al baño. Es probable que eso ocurra, porque él suele ponerse nervioso cada vez que tiene que salir a la cancha. Así que Daniel Carrasco le ha pedido que se tranquilice, que se contenga, que piense en otra cosa. Ocurre que, en esta ocasión, Maxi y su equipo de fútbol juegan en el estadio local, el Club Unión San José, y allí no hay inodoros. No los hay, pese a que ese establecimiento ha sido beneficiado con $ 1,5 millón provenientes del plan nacional Más Cerca I, para que se efectúen arreglos.

“Mejor, Maxi, respirá profundo”, le ha recomendado Carrasco. El club está situado en la localidad homónima, en el departamento de Yerba Buena, conocido porque su ciudad cabecera es una de las más prósperas de la provincia. La comuna de San José, en cambio, se considera empobrecida. A diario, concurren al club unos 200 futbolistas, inscriptos en cinco divisiones de entre cinco y 30 años. También van otros niños, jóvenes y mujeres que practican hockey, folclore, peluquería o boxeo.

En el detalle de la obra figura que el importe total de la inversión es de $ 1.598.823. La tarea le fue encomendada a la constructora Eiffel SRL, de acuerdo al cartel de obra. 

Con esa plata -según la Municipalidad- se hicieron vestuarios y se erigió un salón de usos múltiples, principalmente. Pero en los baños faltan, además de los retretes, las duchas y los calefones. Y el salón en cuestión es un habitáculo conformado por cuatro paredes sin revoque, un contrapiso y un tinglado.

El secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Julio Herrera Piedrabuena, afirma que el monto invertido supera, a la fecha, el 70 % del total. “Se ampliaron y construyeron nuevos vestidores. También hicimos un salón de usos múltiples y veredas perimetrales”, asegura.

Carrasco, en cambio, dice que arreglaron los cambiadores existentes. “Les pusieron piso, revestimientos y pintura. Pero hubiese preferido que los dejaran como antes, porque al menos teníamos inodoros. Y el famoso salón está en obras desde marzo del año pasado. Aquí no gastaron más de $ 400.000”, calcula.

A juzgar por lo que uno ve, es este hombre quien, con sus dichos, se muestra consecuente con la escena. Porque en el club San José, todo testimonia miseria: los vestuarios inútiles; el salón inconcluso; los techos cayéndose a pedazos; las puertas amarradas con cadenas, porque los rateros reventaron las cerraduras; los adolescentes de la zona drogándose debajo de una de las graderías (a las ocho de la mañana), y los baños roñosos de los espectadores.

En las paredes del club, recién pintadas, se observan propagandas del intendente de Las Talitas,Luis Morghenstein, pero nada que haga referencia al intendente propio, Daniel Toledo. “Morghenstein nos dio la pintura”, explica Carrasco.

El último domingo, los futbolistas hicieron una colecta para comprar dos inodoros, y los acomodaron en los vestuarios del árbitro y de los deportistas visitantes.

Ante la interrogatoria, el delegado comunal de San José, Juan Carlos Sánchez, prefiere no opinar (”nosotros no tenemos participación en ese tema”, dice). Según él, el club cumple una función importante en esa comuna, donde el fútbol es la principal actividad deportiva.

Qué alivio. Al menos las autoridades saben de la importancia de los clubes barriales. Faltaría, ahora, que del $ 1,5 millón del plan Más Cerca separen $ 500 para un inodoro para Maxi.

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