El Plan Belgrano: un programa invisible sin asignaciones específicas ni estrategia

El Plan Belgrano: un programa invisible sin asignaciones específicas ni estrategia

El anuncio del Gobierno en realidad engloba partidas presupuestarias para NOA y NEA

 

El Plan Belgrano, presentado por el gobierno de Mauricio Macri como un “programa histórico” para limar las asimetrías estructurales entre la región norte y el resto del país, no es más que la sumatoria de una lista de obras y recursos dispersos en diez provincias del NOA y el NEA. No sólo no tiene partidas asignadas, sino que la sumatoria que muestra el oficialismo no refleja esa inversión especial y significativa, destinada a achicar la desigualdad de desarrollo. Para engordar los números, el Ejecutivo contabiliza como parte del plan ítems que van desde obras viales y construcción de jardín de infantes a “control y regulación de la aviación” o “conservación de áreas protegidas”. Se toman incluso recursos de reparto directo, como el Fondo de Incentivo Docente o el fondo sojero.

“95 mil millones de pesos es lo que vamos a destinarle el año que viene al Plan Belgrano, casi un punto del PBI”. Ese fue el dato que soltó el ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay el 15 de septiembre, cuando presentó en la Cámara de Diputados el Presupuesto 2017. Días después, cuando en el Congreso le preguntaron a Rogelio Frigerio en qué parte de la ley de leyes figuraban estas partidas, el ministro del Interior y Obras Públicas se comprometió a enviar un desagregado detallado que nunca llegó.

Se toman incluso recursos de reparto

directo, como el fondo sojero

El dato oficial que llegó al Congreso por parte del Poder Ejecutivo fue sólo una parte del PDF de 1.053 páginas que envió Jefatura de Gabinete tras el informe de gestión que brindó Marcos Peña. Informan una inversión en infraestructura por 40.987 millones de pesos. En esos montos están incorporados, además, 10.577 millones del Fondo Federal Solidario el “fondo sojero”. Por lo que la inversión real directa en obras es menos de un tercio de las promesas de Prat Gay.

BAE Negocios fue con ese dato a la Unidad Plan Belgrano (UPB), que dirige el ex candidato a gobernador de Tucumán por Cambiemos, José Cano. La respuesta fue que esas planillas no contemplaban “las partidas sociales” y remitieron un escueto informe. Según ese trabajo, en el Presupuesto 2017 “se identifi can asignaciones por un total de $94.825,2 millones” para “las tres áreas”, Infraestructura, Social y Productiva. Una curiosidad: sus propios datos muestran que hay 40.987 millones para el área de obras, 40.016 millones en “Gastos corrientes Área Social2 y otros 1.382 millones en ”Gastos corrientes Área Productiva“. Siguen faltando más de 12 mil millones.

Inflación

Según los cálculos de la UPB, la inversión en obra pública en el NOA y el NEA comparada con el presupuesto 2016 tiene un aumento promedio del 40,8%. Por encima del promedio de aumento del gasto del Presupuesto 2017, entre el 22% y el 23%. Sin embargo, ni siquiera esa cifra revela la intención del Gobierno de ejecutar un plan especial en el norte argentino. “El Presupuesto 2016 fue hecho en 2015, sin tener en cuenta que el gobierno de Macri iba a duplicar la inflación”, explicó a BAE Negocios el ex ministro de Economía Axel Kicillof. “Las partidas de 2016 se decidieron en 2015 y hubo un incremento muy grande en materiales de la construcción, por lo que la obra pública debería haber crecido este mismo año 40%”.

“La inflación de diciembre 2015 a 2016 se estima que se ubicará entre el 40% y 42%. Por lo tanto, al observar el incremento -del plan Belgrano- de 2016 a 2017, recién se estaría compensando la caída obtenida durante el año 2016”, explicó Pablo Kosiner (bloque Justicialista). Y sigue: “Por otro lado, se estima que la inflación para el 2017 se ubicará entre el 20% y 23%, por lo tanto se obtendrá una disminución en términos reales”.

La calculadora

Para Kicillof, “el Plan Belgrano lo único que hace es sumar obras y decir que eso es el Plan Belgrano”. “Es una especie de chantada”, continuó el diputado del Frente para la Victoria (FpV), “porque podés decir que tenés el ºplan Patagoniaº y sumás todas las obras que tenés en esas provincias, como si fuera una cosa distinta”. “Es una medida publicitaria, de marketing. Tomás las obras de vialidad, eléctricas, las escuelas, todo, después viene un señor con una calculadora y suma lo que hay en esas provincias y diceºeste era el Plan Belgranoº”, agregó el ex ministro de Economía.

El mismo informe de la UPB al que accedió este diario desnuda los esfuerzos por engordar las partidas del Plan Belgrano. Contabilizan, como parte del ”área social“ una nómina de recursos corrientes, como “gastos operativos”, “transferencias a personas e instituciones” y “servicios”. Figuran, por caso, más de 6 mil millones del Fondo de Incentivo Docente, que se distribuye por ley a todas las provincias. Y otros ítems como “transferencias al PAMI” o “acciones de capacitación laboral”.

Para Kicillof, “el Plan Belgrano

lo único que hace es sumar obras”

“Una de las mayores críticas que hacemos”, afirmó Kosiner, “es que el Plan Belgrano iba a ser una inyección de infraestructura hacia provincias históricamente postergadas”. “Ahora quieren considerar todas las partidas presupuestarias como si ellas fuesen el Plan Belgrano. Esto es un error muy grande, ya que se considerarían gastos corrientes, como el pago de sueldos y becas”, cerró el salteño.

Lo que no emerge de ninguno de los cuadros es la inversión directa y estratégica para cumplir el objetivo que se anuncia en la página web de la UPB: el “Desarrollo e implementación de las políticas sociales, productivas y de infraestructura que buscan reducir la desigualdad entre la región Norte (Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero) y el resto del país”. El plan estratégico que anunció el Gobierno es la suma de cada peso que cae en estas diez provincias, lo que anula su esencia: si todo es el Plan Belgrano, nada es el Plan Belgrano.

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