El objetivo de Allan Sawory de volver verde a los desiertos descansa en dos factores: una estrategia y manejo exitoso de los pastizales y una herramienta confiable para medir los progresos.

Pablo Borelli y su equipo de investigadores y colaboradores de Ovis 21 y The Nature Conservancy desarrollaron un índice para evaluar de manera objetiva la regeneración de los pastizales. En el Estándar de Pastoreo Regenerativo y Sustentable (Grass), que se está aplicando en 1,3 millones de hectáreas en Argentina y Chile, hay más de 70 personas entrenadas para realizar monitoreos de largo plazo bajo la guía de protocolos definidos. El foco de estas evaluaciones está puesto en los resultados ambientales más que en los procedimientos. La regeneración de los pastizales, que es la otra cara de la moneda de la desertificación, se verifica con un aumento de la cobertura del suelo por vegetación perenne, la detención de todo tipo de proceso erosivo y un aumento tanto de la producción forrajera y biodiversidad del suelo como del carbono del suelo.

En cuanto a las estrategias que se han llevado a cabo para regenerar los pastizales hay que mencionar que giran en torno a tres grandes ejes: 1. Excluir la ganadería. 2. Una ganadería de pastoreo continuo con ajuste de carga. 3. Una ganadería con manejo holístico y pastoreos rotativos. ¿Qué resultados están generando cada una de estas modalidades?

Aconsejan un manejo adecuado del recurso pasto

Aconsejan un manejo adecuado del recurso pasto.

Lo que se observó al excluir la ganadería fue que en los primeros años se produce un aumento de cobertura y vigor en la vegetación pero a medida que pasa el tiempo los ambientes sin pastoreo entran en franca decadencia. Según los especialistas abocados a la observación y medición de pastizales, en la Patagonia los lugares clausurados al pastoreo por más de 25-30 años lucen en mal estado. La causa: este planteo ignoraría el rol vital de los herbívoros en la salud de los pastizales.

En cuanto al pastoreo continuo con ajuste de la carga animal, que fue el enfoque de trabajo en la Patagonia desde los años ochenta, se observó que los pastizales tenían una tendencia decreciente en cuanto a su receptividad, es decir cada vez se necesitaba descargar más los campos. La conclusión fue que ajustar las cargas con el pastoreo continuo no resuelve el problema del sobrepastoreo ya que solamente se cambia las proporciones de plantas sobrepastoreadas y sobredescansadas. Quedó muy en claro que el sobrepastoreo tiene que ver con la frecuencia que las plantas son pastoreadas.

Según los datos disponibles en Grass, entre los años 2012 a 2016, los campos con pastoreo continuo con ajuste de cargas se están desertificando y perdieron receptividad a una tasa promedio de 6% anual. Por su baja productividad el planteo técnico pone bajo las cuerdas a los productores pequeños y medianos que en muchos casos deciden cerrar sus campos con una fuerte migración de la población rural a las ciudades. Y para la industria lanera y frigorífica esta estrategia implica la disponibilidad cada vez menor de materias primas.

Debido a estos pobres resultados, un grupo de productores e investigadores introduce en la Patagonia el Manejo Holístico que asume la totalidad de las variables del sistema bio-económico. El manejo no consiste sólo en agrupar y mover los animales ya que mal realizado puede llegar a ser una forma organizada de sobrepastoreo si los animales regresan antes que las plantas estén recuperadas. A diferencia de otros sistemas que parten del tiempo de estadía o del nivel de residuo para definir la salida de los animales, la planificación del pastoreo en el Manejo Holístico se basa en ajustar los tiempos de recuperación del pastizal.