Pirotecnia en las fiestas: tras el fracaso del debate, se apuesta a la prevención

Pirotecnia en las fiestas: tras el fracaso del debate, se apuesta a la prevención

Los intentos de legislar sobre la prohibición de los fuegos artificiales fracasó. Cada año, hay entre 30 a 50 niños quemados por estos artefactos. Prevención o prohibición. El debate por el uso doméstico de la pirotecnia parece nunca acabar en Salta.

Los intentos legislativos para prohibir la utilización particular de estos explosivos fallaron este año. Por otro lado, el nivel de sensibilidad que generan en la sociedad los accidentes o huida de mascotas asustados por los cohetes, parece superar a la preocupación por las graves lesiones que sufren cada fin de año decenas de niños y adultos por culpa estos artefactos.

La venta de pirotecnia da trabajo a alrededor 20 mil familias en la provincia, según dijo un mayorista. Uno de los primeros propulsores de la prohibición de estos elementos en Salta, es el médico Gabriel Chagra Dib, actual titular del Instituto Provincial de la Salud de Salta (IPSS). Cuando era ministro de Salud presentó un proyecto de ley para regular el uso de los fuegos artificiales. La iniciativa se aprobó en 2012, pero con modificaciones: solo se permite la venta de cohetes a mayores de 18 años. "Esto es lo mismo que nada, porque siguen ocurriendo accidentes con niños y adultos quemados por pirotecnia", dijo el funcionario a El Tribuno. Chagra Dib lleva una estadística de lesionados con cohetes desde 1990. Estima que, durante las fiestas de fin de año, hay entre 30 a 50 niños quemados y la misma cantidad de adultos. De esos números, que se registran cada año, el 20 por ciento corresponde a personas que quedaron con graves secuelas, como la amputación de miembros y la pérdida de ojos.

El titular del IPS pretendía que sea el Estado quien esté a cargo organizar espectáculos de fuegos artificiales. "El costo de estos eventos se solventaría con lo que gasta el Gobierno en asistir a las personas quemadas", explicó.

G. Chagra Dib TITULAR DEL IPSS"El perro Dardo produjo más conmoción en la sociedad que cientos de chicos con miembros amputados

"El padecimiento de mascotas

A todo esto, organizaciones proteccionistas de animales (como APAN, LUBA Salta y Cadena Mascotera, entre otros) advierten sobre el perjuicio que provoca el estruendo de los fuegos artificiales a las mascotas. Es común que durante las fiestas, los perros huyan de las casas de sus amos por el desconcierto que les provoca los estallidos.

Recuerdan además, el caso emblemático del perro "Dardo", que tuvo la mandíbula destrozada por un petardo que había mordido durante una reunión de adolescentes en la plaza 9 de Julio.

"Dardo produjo más conmoción en la sociedad que los cientos de chicos con miembros amputados por la pirotecnia", dijo al respecto el médico Gabriel Chagra Dib.

En el país, leyes de pirotecnia cero rigen en Tierra del Fuego, Neuquén y Mendoza.

Contra de la prohibición

Luis Monterrichel es uno de los dueños de la principal distribuidora de fuegos artificiales de Salta. Está en contra de la prohibición del uso doméstico de la pirotecnia. Argumenta que esta industria le da trabajo a cerca de 20 mil familias salteñas en época de fiestas. Sostiene que se debe hacer hincapié en la prevención.

"Estoy en contra de que utilicen a los animales para prohibir", dijo Monterrichel a El Tribuno.

"Tengo tres perros y nunca tuve un problema con ellos durante las fiestas", señaló y sostuvo que los animales pueden adaptarse a los ruidos y no sufrir.

Por otro lado, señaló que en estas fiestas, la pirotecnia cuesta entre un 25 a un 30 por ciento más cara que el año anterior.

Mencionó que su empresa se sumó a una campaña de prevención de accidentes con pirotecnia que se implementó en las escuelas.

Cinco intentos fallidos para tratar la prohibición de la pirotecnia

El diputado Giacosa intentó plantear el debate en la Cámara Baja. Discutir sobre el bolsillo de la gente es difícil, pero el diputado justicialista Guido Giacosa sostiene que la industria de la pirotecnia le dio más trabajo a médicos y veterinarios que a los vendedores de fuegos artificiales.Este año, el legislador presentó en cinco oportunidades su proyecto de ley para prohibir el uso particular de la pirotecnia. Fracasó. La discusión nunca se dio en el recinto de la Cámara baja. "Hay diputados que se preocupan más de las pequeñeces políticas, como fijarse de quién es la iniciativa parlamentaria, que de los proyectos", se quejó en diálogo con El Tribuno.Afirmó que la única manera de prevenir los accidentes con cohetes es prohibiéndolos. Minimizó las consecuencias que aparejaría esta medida al comercio. "No sería tan significativa la incidencia económica en las familias que se dedican vender pirotecnia a fin de año", sostuvo."La atención de heridos por artefactos pirotécnicos tiene un alto costo para la salud pública, pero también hay razones para atender las consecuencias sobre los damnificados indirectos, como son las personas mayores, los niños y el drama que se vive en torno a las mascotas", dijo Giacosa.Al igual que la iniciativa de Chagra Dib, el proyecto de ley de Giacosa deja al Estado la facultad para el manejo conciente de fuegos de artificios.

Pirotecnia en la Capital

Desde la Subsecretaría de Ingresos Públicos, dieron a conocer que se recibieron 181 solicitudes de habilitación de locales de venta de fuegos artificiales, de las cuales 103 ya fueron aprobadas y 78 se encuentra en observación para su pronta aprobación. Claudia Romero Nayar, subsecretaria de Ingresos Públicos, destacó que "tal como se había previsto, se está cumpliendo con los tiempos estipulados para que todos los que iniciaron los trámites puedan realizar legalmente su actividad". Se difundió además una serie de recomendaciones para evitar accidentes con los cohetes. Aconsejan comprobar que los productos tengan el sello del RENAR o de Fabricaciones Militares; arrojar al agua los artefactos que no hayan explotado; evitar que los niños manipulen pirotecnia; usar los fuegos de artificio en lugares abiertos; no encender los productos en botellas o latas, ni guardarlos en los bolsillos.

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