Piquense acusado de trata de blanca, explotación sexual y reducción a la servidumbre

Piquense acusado de trata de blanca, explotación sexual y reducción a la servidumbre

El acusado es Gabriel Frías, un pintor de 33 años. La víctima, una joven oriunda de República Dominicana, de su misma edad, con la que se casó legalmente.

El pintor habría armado un andamiaje de mentiras entre familiares y amigos, para sostener una historia muy alejada de la realidad: según la denuncia de la joven dominicana, simulaban ser una pareja normal, pero escondían una trama de prostitución y sometimiento.

Para las autoridades policiales y judiciales el caso comenzó en la madrugada del pasado viernes, pero el relato de la víctima, Joana M. se remontó a su llegada a la Argentina desde su país natal, hace ya 8 años.

El viernes 26 pasado, los uniformados de la Comisaría Tercera recibieron, no sin asombro, a esa misma mujer, semidesnuda, que llegó corriendo a la dependencia policial.

Joana, robusta, de tez blanca, morocha de pelo enrulado y 33 años, relató que se había escapado del departamento que comparte con su esposo en el barrio Malvinas II, después de una violenta discusión en la que resultó golpeada y amenazada con un cuchillo. Por eso huyó con lo puesto: bombacha y corpiño.

Repasó que la noche del jueves, con su esposo, compartieron un asado en casa de otra gente y que ella se alejó de allí antes de concluir el festejo.

De acuerdo a la acusación fiscal, el hombre se molestó porque en ese asado, Joana debió “ofrecer sus servicios” y no lo hizo.

Ante la policía, dijo que cuando su esposo llegó, con signos de haber bebido bastante, le reprochó que no se hubiera quedado. Se inició entonces una discusión que la llevó a huir de su casa.

GÉNERO

El caso recayó en manos de la fiscal Verónica Campo y en la Unidad de Género a cargo de la subcomisario Vanina Fileni, quienes iniciaron una exhaustiva investigación para la que tienen menos de 90 días durante los que deben reunir las pruebas y sostener la acusación.

Frente a las investigadoras, la mujer comenzó a vencer su timidez inicial y terminó confiando en ellas. Narró entonces el padecimiento que la tiene de víctima desde que salió de su tierra.

La joven salió de República Dominicana hacia Argentina en busca de una vida mejor hace 8 años. Quienes conocen ese país saben que el estándar de los habitantes comunes, de los trabajadores dominicanos, es muy bajo.

En Argentina, Joana entendió muy rápido que había sido engañada y que su futuro no era el que había soñado. Las redes de prostitución la atraparon y debió ejercer en diversos cabaret, de los que la joven guarda un pormenorizado detalle, así como de los “clientes” que conoció, fuera de La Pampa, en algunos casos dirigentes políticos y hasta incluso funcionarios gubernamentales a los que identificó con precisión.

Con Frías se conocieron cuando el piquense regenteaba un cabaret de su propiedad en Las Heras, Santa Cruz. Las fuentes consultadas por MD.Net indicaron que también habría regenteado otro en Río Mayo, Chubut y que sus nombres eran homónimos de comercios locales: “El Santo” y “Ciriaco”.

SOLUCION CON $ 10.000

En el sur, Frías y Joana se conocieron cuando ella ya tenía problemas con su documentación, a 2 años de su permanencia. Su visa ya estaba vencida. Relató entonces que Frías le ofreció: “si me pagás 10 mil pesos, nos casamos y solucionás tu estadía en Argentina”.

Así lo hicieron y hace unos 6 años, Joana se transformó legalmente en la esposa de Gabriel Frías.

Hace un año más o menos, cuando murió la madre de él, el matrimonio llegó a General Pico, donde el pintor retomó sus labores y se reencontró con sus amigos.

Y donde comenzó una doble vida que de acuerdo al relato de la víctima, Frías organizó y sostuvo como una mascarada hasta el pasado viernes.

Joana denunció a su cónyuge legal por explotación sexual y reducción a la esclavitud o a la servidumbre.

La novedad fue recibida con incredulidad por las familias que conocen a la pareja. Hubo por lo menos un caso de vecinos con los que dialogó MD.Net que reflejaron su sorpresa y narraron que Gabriel y Joana parecían una pareja normal que los visitaba en forma frecuente.

“En nuestra casa hablaban de su vida en común con toda naturalidad, hablaban de sus viajes a Dominicana, de la diferencia que había entre ambos países, de los contactos de ella con sus familiares a través de Whatsapp y por Face y hasta de la posibilidad de que ella trabajara con nosotros en la limpieza de un comercio”, explicó a este diario digital una vecina piquense.

PASAPORTE VENCIDO

Las consultas posteriores permitieron establecer que nunca hubo salidas de la pareja hacia el exterior de la Argentina. “El pasaporte de ella está vencido”, afirmaron los investigadores y ratificaron que en Migraciones consta su ingreso pero ninguna salida.

Según se desprende de los datos recogidos, Joana tampoco volvió a tomar contacto con sus familiares de República Dominicana. Y existen serias sospechas de que la página de Joana, como usuario en Facebook, fue abierta y era administrada por él, sin injerencia alguna de la mujer.

Se sospecha además, que también la vivienda común fue utilizada por la noche como lugar donde obligaba a la mujer a prostituirse, mientras que durante el día no le permitía salir, a menos que salieran juntos o que lo acompañara a los domicilios a los que el pintor concurría por su trabajo.

Horas después de radicada la denuncia, Frías fue detenido por la policía. El sábado por la tarde se formalizó la acusación, mediante una audiencia presidida por la jueza de Control Paola Loscertales.

En representación del Ministerio Público Fiscal, como ya se dijo, actúa Verónica Campo, en tanto la defensa de Frías la ejerce el abogado Oscar Ortiz Zamora.

Comentá la nota