Pilarenses frente a las góndolas: escépticos y con reclamos

Pilarenses frente a las góndolas: escépticos y con reclamos
En los últimos días, el Gobierno nacional oficializó un listado de 500 productos cuyos precios deberían mantenerse congelados, valores que no deberían modificarse hasta octubre.

No obstante, los lectores de El Diario relataron sus experiencias cotidianas como consumidores, tanto en los comercios adheridos al convenio mencionado como en los que se mantienen por fuera: pilarenses frente a las góndolas, escépticos y con reclamos listos para ser oídos por aquellos que estén dispuestos.

“¡Todavía no encontré esos precios!”, protestó Verónica Dunstan con respecto a la tan mentada lista. Por su parte, Alejandra Castanos coincidió en que “no los vi, ni enterada. Pero, en cuanto a lo demás, ayer fui al súper y es imposible llenar el carrito, muy caro todo”.

Mientras tanto, Luis Bitocco opinó: “la verdad el Gobierno no se cansa de tomarnos el pelo, eso de poner 17 marcas de vino diferentes, siete cremas depilatorias, seis cremas para el cuerpo, etcétera, y poner solo una marca de azúcar, una harina común y una harina leudante… Ya se pasan”.

En la misma línea, Gaby Rosales expresó que “es buenísimo que mantengan los precios de cinco marcas de tinturas y de cremas depilatorias, en vez de aplicar ese congelamiento a productos de primera necesidad... Creo que la gente que hizo esa lista debe tener una gran falta de lógica y sentido común, y si me permiten voy a dudar de que esto se cumpla”.

Juan Luis Bustos opinó que “todo este congelamiento prefabricado les sirve para justificar la mentira de la inflación, porque no tendrán la medición real de los productos más consumidos por el pueblo: de los 500 productos se consumirán mayoritariamente menos de 150, entonces no se verán reflejados los precios que suben constantemente...”.

Caminando

Los consumidores pilarenses continuaron refiriéndose a los productos en cuanto a precio o presencia en las góndolas, como Norma Arrieta, quien comentó que “lo principal para mi trabajo es la harina y no la consigo”.

Fernando Méndez comunicó que en Coto “hay Mayoliva, producto de consumo masivo, o yerba Taragüí paquete azul sin palo a $15, nos toman por otarios”; mientras que Griselda Almeida expresó: “Qué vergüenza dan, se burlan de los pobres trabajadores que tratan de llevar comida a sus casas y no cremitas... Señora Presidenta –agregó-, nosotros no somos como usted que usa la plata para botox y cremas, nosotros queremos mercadería en buen estado y que no falte en nuestras canastas”.

A su vez, Luciano Reveco aseguró que hoy en día “ya nadie llena el carrito, la gente ya no come esos asados los domingos... Nos están obligando a perder nuestras costumbres”. Y si de costumbres se trata, Alejandra Castanos fue más allá al pedir que “no perdamos más el tiempo, es sabido que es una fantochada, se aplica a productos de bajo consumo o de baja calidad. Hagamos una quinta y comamos más cereal, dejemos de ser consumistas del sistema”.

Asimismo, Fernanda Gómez señaló que en La Eco “un azúcar está $3,99, lo único barato, lo demás carísimo, así que lo que le sacaron a este azúcar se lo pusieron a otras cosa. Yo no voy a estar recorriendo Pilar para comprar una yerba acá o un azúcar allá. Compro menos, comemos menos... ¡todo menos!”.

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Supermercados son los que adhirieron a la lista de 500 productos con precio congelado.

La Asociación de Supermercados

Desmienten que haya desabastecimiento

El titular de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, desmintió ayer que exista desabastecimiento de los 500 productos que integran la lista acordada con el Gobierno.

“En principio no existe el faltante de productos. Sí es cierto que la reposición no es algo automático y que si tenemos en cuenta que en general se hace los días lunes y el acuerdo se lanzó el sábado, puede ser que durante el fin de semana algunos de esos productos con más demanda no hayan llegado a ser repuestos”, aclaró el empresario.

En tanto, el titular de la ASU insistió en que “si uno tiene un producto barato, con un precio competitivo, de consumo habitual, puede ser que por ahí, en determinado momento por los tiempos lógicos de las reposiciones no lo encuentre, pero esto no tiene nada que ver con que no puedan ser conseguidos”.

Por ejemplo, comentó que “si uno va a buscar una tira de asado a una carnicería un domingo a la tarde, tal vez, es más difícil que la encuentre que si va en otros horarios. Son cuestiones de lógica pura”.

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