Le pidió un turno a una manicura y luego fue a asaltarla con su marido

Le pidió un turno a una manicura y luego fue a asaltarla con su marido

Cuando la víctima terminó de atender a su "clienta", el concubino extrajo un arma para robarle. El huyó, pero ella fue detenida.

 

"Tengo un bautismo y necesito hacerme los pies y las manos", le dijo a Ana María Espadas una joven que el viernes pasado la visitó en su casa del barrio Tiro Suizo, donde la mujer de 66 años trabaja como podóloga y manicura. Acordaron encontrarse al día siguiente y el sábado al mediodía la clienta llegó acompañada de un hombre joven.

Ana María realizó su trabajo y cuando terminó el muchacho entró en acción: encañonó a la dueña de casa para robarle, pero la mujer resistió el atraco enfrentándolo a los golpes. El maleante salió airoso en la pelea y se apoderó de unos 800 pesos. Con el efectivo en su poder escapó con su cómplice por los techos de las viviendas contiguas, pero su socia no logró su cometido: quedó encerrada en el patio de la propiedad lindante y fue detenida.

Cita. Ana María tiene 66 años y atiende su consultorio en una vivienda de Lamadrid al 1100, frente al club Tiro Suizo, entre Sarmiento y Mitre. El viernes una muchacha tocó el timbre de la casa. "Trabajo en el hospital Sáenz Peña y una de las chicas me dijo que vos hacías podología. Tengo un bautismo y necesito hacerme los pies y las manos", le dijo la joven a la mujer.

La podóloga no dudó del pedido. "Le creí porque tengo como pacientes a médicas y enfermeras que trabajan en ese hospital", explicó ayer al mediodía a LaCapital.

Ana María pactó una cita con la muchacha para el día siguiente. Cuando faltaban veinte minutos para el mediodía del sábado, la paciente llegó acompañada de un muchacho. La manicura arregló las manos y los pies de la joven pero cuando finalizó su trabajo comenzó su calvario.

"El hombre me pidió un vaso de agua para tomar un medicamento. Se lo di, pero cuando estábamos en la cocina me apuntó con un revólver. Sabía perfectamente cómo estaba distribuida la casa porque me dijo «vamos para la pieza», donde estaba mi marido. A él lo hizo tirar al suelo, pero como tiene dificultades para caminar se agarró de la cama. Entonces, el tipo se enojó por esto y empezó a gritarle. Yo me le tiré encima porque pensé que iba a pegarle", comentó Ana María.

Gresca. En ese contexto la mujer y el asaltante se enfrentaron en una gresca que incluyó golpes y gritos de la mujer clamando por ayuda. Mientras esto ocurría, la cómplice del ladrón permanecía en el consultorio pero sin intervenir en el atraco. El ladrón le exigió dinero a la podóloga, que sacó unos 800 pesos que tenía en un bolsillo y se los dio.

"Eran billetes del cambio de 10 y de 50 pesos que estaban abrochados con un clip", explicó. El efectivo le pareció insuficiente al hampón. "Esto no es nada. Quiero más", vociferó mientras caminaba hacia donde estaba el marido de Ana María.

Nuevamente, la mujer se trabó en lucha con el intruso. "Como creí que iba a pegarle a mi esposo, le dije que no tenía más plata y lo empujé". La reacción del asaltante no se hizo esperar. Le asestó un culatazo en la cabeza a la pedicura. La mujer se desplomó al suelo, pero se incorporó y le pegó a su contrincante.

Mientras esto ocurría ocurrió algo inesperado para el dúo de ladrones. Llegó a la casa el muchacho de la peluquería canina que había llevado a bañar a Lolita, la perrita de Ana María. "Cuando escuché el timbre, le grité al chico que me estaban robando y que se fuera", contó la manicura.

A partir de este momento, una sucesión de alaridos de la mujer desde la ventana de la habitación pidiendo ayuda resonaron en la cuadra. "Les pedí a un muchacho que iba en moto y a un automovilista que me ayudaran", recordó.

Huida complicada. Los gritos de la mujer obligaron a los ladrones a marcharse, pero el escape no les resultó fácil. Primero el asaltante quiso esfumarse por la puerta de la casa, pero no pudo abrirla.

"Como se sintieron acorralados se fueron por la terraza y pasaron a la casa de un vecino. Ella quedó encerrada en el patio, pero el tipo corrió y saltó a la vereda. En la esquina de Mitre se subió a un Volkswagen Gol que lo estaba esperando", explicó.

La huida del maleante no fue incruenta. "Cuando el vecino escuchó pasos en su terraza y vio que el tipo saltaba a la vereda lo quiso correr con su auto", pero no pudo impedir el escape. Entonces el ladrón hizo dos disparos.

Tan aturdida como asustada, la mujer salió a la calle y vio a efectivos de la Policía Comunitaria que están apostados en el club Tiro Suizo, del Comando Radioeléctrico y de la comisaría 15ª. "Llegaron muy rápido. Al rato vino un vecino y me dijo que la policía había detenido a la mujer en el patio de su casa", comentó.

Cuando Ana María se tranquilizó, fue a un sanatorio privado y los médicos le suturaron con cuatro puntos el corte que el ladrón le provocó en la cabeza cuando le asestó el culatazo. La mujer denunció el atraco en la comisaría 15ª, con jurisdicción en la zona del hecho.

Nuevo Alberdi: balean a chico de 13 años

Un chico de 13 años fue baleado en el abdomen ayer a la madrugada mientras se encontraba en una vereda del barrio Nuevo Alberdi, en la zona noroeste de la ciudad. Al parecer, según fuentes allegadas a la investigación, dos personas en moto habrían disparado contra un grupo de personas entre quienes estaba la víctima, que anoche al cierre de esta edición se encontraba internada estable en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria pero su pronóstico seguía siendo reservado.

Sobre las motivaciones del ataque, hasta ayer no habían sido establecidas, como tampoco se había identificado a los presuntos agresores. Según como evoluciones el estado de la víctima, el hecho será investigado por la Fiscalía de Homicidios o de Investigación y Juicio.

Fiesta. Fuentes de la Fiscalía confirmaron que el hecho ocurrió ayer a las 4.40 en inmediaciones de Grandoli y Polledo. Allí estaba Federico P. con un grupo de amigos con quienes al parecer había participado de una fiesta de cumpleaños.

En un momento, por razones que ayer los investigadores no habían podido precisar, se originó un conflicto entre un grupo de jóvenes que estaba en el cumpleaños y otro que al parecer habría sido ajeno a la fiesta.

Si bien no se conocieron detalles de la pelea, al parecer la discusión originó una persecución por parte de dos jóvenes que se desplazaban en una moto y un grupo de chicos entre quien estaba Federico, que comenzaron a correr para alejarse del lugar.

Los voceros consultados señalaron que el mismo adolescente pudo brindar su versión de los hechos luego de haber sido operado. Así, relató que comenzó a correr con sus amigos mientras eran perseguidos por dos jóvenes en moto a quienes no pudo identificar.

En medio de la huida, el adolescente logró ingresar a la casa de una tía para resguardarse. Y fue entonces cuando advirtió,según su relato, que había sido alcanzado por un balazo.

El chico fue trasladado en un vehículo particular hasta el hospital Eva Perón, donde según las fuentes consultadas fue operado. Luego de la intervención quirúrgica pudo declarar ante la policía y contó que quienes los perseguían dispararon al bulto. Sin embargo, no pudo aportar datos para identificar a los tiradores y además dijo no saber cuáles eran los motivos del ataque.

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