Mañana se cumplirán dos años de uno de los crímenes más aberrantes que se recuerden en Paraná: la violación y el asesinato de un niño de 6 años. El 20 de mayo de 2012, Cristian Ríos había desaparecido de la vista de todos. Al día siguiente por la mañana su perrita lo encontró enterrado en el monte de arena, yuyos y árboles de Bajada Grande. Pocos días después detuvieron al asesino: Cristian Carrasco, que entonces tenía 17 años. Ahora el joven se encuentra a la espera de la condena que dicte la Justicia y mientras tanto sigue en libertad. El acusado confesó la violación y el homicidio, pero además hay pruebas científicas que lo incriminan en ambos delitos. Ayer se realizó la audiencia en el Juzgado Penal de Niños y Adolescentes, donde la Fiscalía y la querella pidieron las penas más duras en la historia de la Justicia entrerriana para un menor de edad que haya delinquido. Marcos Rodríguez Allende, abogado querellante en representación de la familia de Cristian, pidió 15 años de prisión, y la fiscal Laura Catáneo 14, mientras que el defensor Pablo Barbirotto solicitó que se aplique una pena de cumplimiento condicional. Los delitos, según el Código Penal, fueron abuso sexual y homicidio doblemente agravado: por alevosía y por críminis causa (el que se comete para lograr impunidad del hecho anterior). Pero dado que la legislación nacional y los tratados internacionales sostienen que es inconstitucional imponer la prisión perpetua a menores de edad, en este caso la Fiscalía y la querella plantearon otra calificación para poder pedir las condenas: Homicidio calificado en grado de tentativa. Ahora resta esperar la sentencia que dictará el juez Mario Gómez del Río, el lunes al mediodía. Los límites de la ley El debate se realizó “a dos días de cumplirse dos años de la terrible muerte de Cristian Ríos, donde el acusado reconoció haberlo violado y estrangulado”, informó a UNO el querellante en la causa, Rodríguez Allende. Respecto de lo planteado y la pena solicitada, el abogado explicó: “Lamentablemente, en sintonía con la jurisprudencia tanto nacional como provincial y de los tratados internacionales, es absolutamente inconstitucional pedir pena de prisión perpetua a un menor. La única posibilidad que tenemos es pedir que se aplique el delito endilgado pero en su calidad de tentativa, que tiene una pena de 10 a 15 años. Hemos pedido la máxima pena por el delito de tentativa de dicho homicidio, cuestión que de aplicarse sería la pena más elevada de la historia de la provincia de Entre Ríos a un menor”. “Además, requerimos que vaya a cumplir la pena en la unidad penal”, dijo el querellante. Carrasco estuvo privado de su libertad durante un tiempo, en una institución a cargo del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), y luego recuperó su libertad, mientras tenía un seguimiento o tratamiento de profesionales de la institución. La fiscal argumentó en base a las pruebas y criterios legales su pedido de pena de 14 años, mientras que el defensor de Pobres y Menores, Pablo Barbirotto, planteó, entre otros argumentos, la inconstitucionalidad de aplicar penas a menores de edad con las leyes con que se juzga a los mayores. Luego del fallo que dará a conocer Mario Gómez del Río el lunes, y de los fundamentos del mismo, se abrirá el plazo para presentar los respectivos recursos de Casación ante el Superior Tribunal del Justicia para que finalmente se resuelva sobre la cuestión, lo cual marcará un antecedente para la provincia. El antecedente más alto La pena más alta que se haya aplicado a un menor de edad por un delito grave en Entre Ríos fue la impuesta a Matías Bressán, el joven que tenía 17 años cuando asesinó a tiros a su padre, a la pareja y al bebé de ambos. Bressán recibió primero ocho años de prisión, y luego el Superior Tribunal de Justicia de la provincia la aumentó a 10 años. El joven estuvo un tiempo en una institución a cargo de un pastor religioso, y luego, una vez que quedó firme la sentencia, pasó a cumplir la pena impuesta en la Unidad Penal de Concordia. “No se arrepiente” “En la audiencia no vi ningún signo de arrepentimiento, siendo uno de los delitos más graves que tenga la provincia de Entre Ríos, de extrema gravedad, como es la violación seguida de muerte”, dijo el querellante Rodríguez Allende. En este sentido, recordó el caso de Leoncio Maidana, el niño de 8 años que murió asesinado en la zona del barrio El Radar, donde el abogado también actuó como querellante. Pero en aquel crimen, a diferencia del de Cristian, el asesino Omar Ayala no alcanzó a abusar sexualmente del niño, ya que este gritó y fue cuando el hombre lo mató. El hombre, como era mayor de edad, recibió la pena de prisión perpetua por homicidio agravado. Mientras la cumplía en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, poco después se ahorcó en el pabellón. “Hay una falta total de arrepentimiento, a pesar del tratamiento que dice que está haciendo, cuestión que me preocupa”, reiteró Rodríguez Allende respecto de Cristian Carrasco, por lo observado en la instancia judicial llevada a cabo ayer a puertas cerradas, en el Juzgado Penal de Niños y Adolescentes ante el juez Mario Gómez del Río. El muchacho ahora está cerca de cumplir los 20 años.