Quizás el corazón se les estruje al escucharlos llorar por el pinchazo, pero cumplirán con el calendario de vacunas, dejarán a sus hijos inmunizados para todo el invierno y evitarán que un simple resfrío complique los primeros meses de vida de sus pequeños. No tienen excusas. El Programa de Epidemiología les recomendó a las familias de toda la provincia que lleven a los niños menores de dos años a cualquier centro de salud para que les apliquen la antigripal. Y es que los chicos de entre seis y veinticuatro meses son uno de los grupos de riesgo que debe recibir obligatoriamente la dosis, pero el número de nenes puntanos que ya tiene la protección está por debajo de la cifra estipulada por la Nación para esta época del año. La semana pasada el Ministerio de Salud debía llegar al veinticuatro por ciento de los bebés y sólo logró darle el medicamento a alrededor del dieciséis por ciento.

 

"Las madres tienen que llevar a sus hijos a vacunarse contra la gripe, porque así previenen las formas graves de la enfermedad. Eso no significa que no se vayan a contagiar, pero no van a llegar a los casos más extremos, que pueden terminar en la muerte”, dijo la jefa del área, Cristina Arias, quien recordó que es responsabilidad de los padres que los niños estén al día con los controles médicos y completen su libreta de salud. Aunque adelantó que con otros funcionarios del ministerio están pensando nuevas medidas para difundir la campaña antigripal, que está vigente desde el 11 de abril. Incluso, comentó que irán a las guarderías para inmunizar a los niños.

 

La funcionaria recordó que la dosis está disponible gratuitamente en todos los centros de salud y hospitales. Además de los niños menores a dos años, en esa categoría se encuentra el personal de salud, las personas mayores de sesenta y cinco, las embarazadas, las mujeres que acaban de dar a luz, los que tienen afecciones respiratorias, cardiopatías, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas y los pacientes diabéticos, obesos, oncohematológicos, trasplantados o con insuficiencia renal crónica en diálisis.

 

"Para cada semana Nación estipula un porcentaje de cobertura de la vacuna para corroborar que estamos cumpliendo con la prevención. Todas las provincias debíamos llegar al veinticuatro por ciento en todos los grupos en la semana epidemiológica diecisiete, aunque ya comenzamos la dieciocho”, explicó la titular de Epidemiología, quien aclaró que aunque en la población de menos de dos años están unos ocho puntos debajo de la cifra esperada, en el resto de los grupos vulnerables lograron alcanzar el porcentaje, excepto los enfermos crónicos.

 

El ministerio busca repuntar los números para cumplir con la meta general impuesta por el Gobierno central, que determinó que a fines de junio el ochenta por ciento de la población tiene que estar inmunizada con la antigripal.

 

Por ahora, sin brotes

 

Arias detalló que su programa controla el número de casos de gripe, neumonía y bronqueolitis en toda la provincia y por departamentos. Y destacó que comparan las estadísticas con las de inviernos anteriores para definir si el número de afectados está dentro de lo que esperan para esta época o si hay un brote de alguna patología. “No hay un aumento en relación al año pasado, inclusive tenemos un veinte por ciento menos de infectados menos respecto del mismo período de 2015. Y en comparación con los registros de cinco años atrás, también estamos dentro de la zona de seguridad, es decir, dentro de lo previsto", afirmó.

 

Aunque los números son favorables, no hay que descuidarse. Según la funcionaria, las estadísticas varían de una quincena a otra, debido a la mayor circulación del virus de la Influenza: “Generalmente aparecen pequeños brotes a partir de la semana diecinueve, que sería la próxima. Pero el pico que solemos reportar cada invierno es en julio, aunque el año pasado tuvimos otro brote en setiembre".