El asesor del municipio de Cañuelas, Roberto Fernández Meire, tuvo una resolución favorable de la justicia platense en la causa en la que se lo investiga por la falsificación de un testamento, razón por la que se autorizó la presentación de más pruebas solicitadas por su defensa.

Como se recordará, Meire y algunos de sus familiares están acusados de fraguar el testamento del chacarero de San Vicente, Horacio Carlos Cerega, del que son los absolutos beneficiarios, posición que desplazó a la familia directa del fallecido.

Tras la elevación a juicio que determinó el Juzgado de Garantías Nº 3, la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal hizo lugar de modo parcial, en diciembre, a la apelación de la defensa, declaró la nulidad de algunos actos en la causa y ordenó que se reanude el proceso en el juzgado de origen.

En concreto, los abogados defensores expusieron que no se tuvo en cuenta la totalidad de las pruebas y e incluso llegaron a plantear la recusación del perito oficial del Departamento Judicial de La Plata, que luego quedó sin efecto, ante el nuevo giro en la causa.

En disconformidad, los familiares de Cerega, presentaron un recurso ante el Tribunal de Casación Penal –la instancia superior–, que de todas maneras, fue rechazado a fines de febrero de este año por la falta de cumplimiento de distintos requisitos.

El centro de la polémica entre ambas partes es la firma atribuida a Horacio Cerega que figura en el testamento. La Asesoría Pericial de La Plata determinó que la firma “no se correspondía” a la que el chacarero utilizaba en vida, una prueba importante para la familia que sostiene que la firma se fraguó.

No obstante, la defensa presentó un perito de parte, que determinó lo contrario, y que, según su informe, Cerega tenía una firma irregular que presentaba distintas variaciones.

Tras la resolución de la Cámara de Apelaciones, la causa se remitió nuevamente a la Fiscalía Nº 3, quien, en virtud de este conflicto, ordenó, a mediados de marzo, una nueva pericia caligráfica del testamento en la Asesoría Pericial del Departamento Judicial de San Martín, en aras de garantizar su “objetividad”, prueba que aún está en proceso.

LOS ANTECEDENTES DEL CASO

La muerte en 2008 del productor agrícola Horacio Cerega tomó por sorpresa a sus familiares, quienes, al tomar conocimiento tiempo después, iniciaron una batalla judicial contra Fernández Meire y sus familiares que ya ha atravesado distintas etapas.

Según el testamento, el 82% de los bienes recaen en la presunta concubina de Cerega, Ana Matilde Giraldes, y el 18% restante se divide en partes iguales, entre la hija de ella, Marta Quilici, y su esposo, Aldo Esteban Fernández, hermano del asesor del intendente Gustavo Arrieta.

Asimismo, el “hombre fuerte” del municipio de Cañuelas –más allá de no ocupar ningún cargo formal– figura en el documento como “albacea testatamentario”, el administrador hasta que se resuelva la sucesión.

Sin embargo, el primo del difunto, Carlos Jorge Cerega, residente en Cañuelas, y quien lleva adelante la causa, consignó que Ana Matilde Giraldes sólo “cuidaba” al hombre y advierte que en vida su deseo era ceder sus bienes a sus primos y sobrinos.

En otras palabras, la familia directa de Cerega acusa Giraldes y su entorno de fraguar la firma del chacarero y autocederse los bienes, que incluyen distintos campos en la región. A su vez, apunta, en la denuncia contra Fernández Meire como el “ideólogo” de una empresa delictiva”.

Cabe destacar, que el testamento fija, además, como potenciales herederos a los nietos de Giraldes, la principal beneficiaria. En concreto, se establece que si los bienes fueran cedidos se deberá reservar el 6% de lo producido, en moneda extranjera, para cada uno de los tres nietos de la principal beneficiaria testamentaria.