“El abogado acaba de presentar (el pedido de) la excarcelación, así que (Vandenbroele) va a seguir detenido en la Unidad 32, hasta tanto se resuelva, por lo menos, la excarcelación”, señaló Bento.

En tanto, sobre la extradición a Uruguay, el magistrado indicó que “se va a tramitar en el Juzgado”, aunque no quiso adelantar qué va a suceder.

“No se sabe si va a ser extraditado, no puedo adelantar cómo se va a resolver”, apuntó respecto al pedido de la justicia uruguaya, que lo investiga por lavado de dinero y maniobras supuestamente ilegales de transferencia de fondos a través de una firma radicada en ese país.

Vandenbroele, sindicado como presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou y procesado por el caso Ciccone, fue detenido el último viernes y permaneció durante todo el fin de semana en la Unidad 32 de los Tribunales Federales de Mendoza sin recibir visitas.

Este lunes por la mañana, tal como estaba previsto, el juez lo recibió para notificarle de manera formal el requerimiento de la justicia uruguaya, que lo había citado en dos ocasiones a declarar pero sin éxito.

El juez contra el crimen organizado con asiento en Montevideo, Néstor Valetti, y el fiscal Juan Bautista Gómez buscan desde hace poco más de un año que Vandenbroele explique el origen de los 620 mil dólares que la sociedad Dusbel S.A transfirió desde la capital uruguaya y en bonos a una cuenta bancaria de The Old Fund en la Argentina, que de ese modo terminó por financiar a la nueva Ciccone.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, evitó expresarse este lunes sobre la posición que adoptará el Gobierno por la detención de Vandenbroele y afirmó que esa “es una cuestión judicial” que le compete “a la Cancillería argentina”.

Vandenbroele puede acceder al pedido de la justicia uruguaya, en cuyo caso sería extraditado de inmediato, aunque también puede rechazarlo y pedir ser indagado en la Argentina por el delito que se lo acusa en el vecino país, en cuyo caso se abriría un proceso formal cuya suerte definiría Bento.