Un empresario le solicitó al Concejo Deliberante y al Ente Municipal de Turismo (Emtur) que rechacen la propuesta de construir un boliche en el sector de cocheras Playa Grande.

La presentación fue realizada por Sergio Goransky – concesionario de dos balnearios y restoranes del sector – luego de que la empresa Playa Sur solicitara modificar el pliego de la concesión para instalar una confitería bailable. “Solicitamos una expresa declaración desestimando el pedido formulado por la firma concesionaria del estacionamiento”, explicó. Y agregó: “La instalación de  boliche no está autorizada para ser desarrollada en dicha Unidad Turística Fiscal, tal como se desprende de los pliegos generales de la licitación pública del Complejo Playa Grande, como en los específicos de la mencionada”.

En los dos escritos, Goransky resaltó que casi la totalidad de los concesionarios de Playa Grande está de acuerdo con que no se permita instalar el boliche. Así lo manifestaron luego de una reunión extraordinaria del Consorcio Playa Grande realizada el 28 de abril. “La pretensión de ampliar la oferta inicial de servicios con un uso y actividad que no fue ofrecida al momento de la presentación de las ofertas implica afectar su objeto y convertir al contrato en un instrumento jurídicamente inviable, dado que resultaría evidentemente alterado y, lo que es más grave aún, afectar el principio de legalidad y de igualdad entre los oferentes al trámite licitatorio”, destacó el concesionario sobre la solicitud de modificar el pliego.

 

Goransky destacó que ya pasaron cinco años desde que se firmó el contrato de concesión y que en ese plazo además de no hacerse las obras, Playa Azul S.A pagó dos multas por sus faltas.

 

En su presentación enviada al Emtur y al Concejo, Goransky también pidió que se evalúe si a Playa Azul se le debe rescindir el contrato por no cumplir el pliego licitatorio. “Solicitamos que se requiera a los organismos técnicos del Ente y de la Municipalidad para que efectúen una exhaustiva evaluación y control del grado de incumplimiento de la totalidad de las prestaciones a cargo de la concesionaria en relación con las inversiones y obras comprometidas y no iniciadas, ni ejecutadas, ni finalizadas”, sostuvo Goransky. Y enumeró: “No se hicieron incorporaciones en las instalaciones tales como barreras inteligentes, ascensores de personas y montacargas, grupos electrógenos, equipamiento robotizado, equipamiento de energía eólica, ni se realizó la prestación de la totalidad de los servicios y actividades comprometidas”.

Goransky destacó que ya pasaron cinco años desde que se firmó el contrato de concesión y que en ese plazo además de no hacerse las obras, Playa Azul S.A pagó dos multas por sus faltas. “La realidad fáctica que se verifica en el expediente administrativo demuestra graves incumplimientos en la mayoría, o, prácticamente en todas, las prestaciones a las que se había obligado la concesionaria, cuando formuló la oferta”, sostuvo.