Piden a Assa “medidas urgentes” por el excesivo tiempo que llevan los corralitos en la ciudad

Piden a Assa “medidas urgentes” por el excesivo tiempo que llevan los corralitos en la ciudad

Desde la Municipalidad exigen que se agilicen los trabajos en curso. En la actualidad hay un promedio de 105, algunos de prolongada permanencia. Rosario tiene 97, según la empresa 

Debido a la presencia de un número elevado de “corralitos” por obras que lleva adelante Aguas Santafesinas SA (Assa), y por el excesivo tiempo que permanecen abiertos algunos de esos trabajos, la Municipalidad –a través de la Dirección de Derechos Ciudadanos– elevó una nota al directorio de la empresa solicitando la agilización de las tareas y la planificación de las obras a futuro, se informó ayer.

“Es un tema de larga data y que nos preocupa. Recibimos muchos reclamos de vecinos por la cantidad de corralitos que hay constantemente en la ciudad, y que complica la transitabilidad, deteriora la carpeta asfáltica, provoca accidentes, y obliga a desvíos del transporte público de pasajeros”, explicó el director de Derechos Ciudadanos, Franco Ponce de León, al informar sobre la nota que se remitió a director de Assa, Sebastián Alberto Bonnet.

Recordó: “Hace poco tiempo, la empresa informó que en Rosario disminuyó de 250 a 97 corralitos. Es algo que todavía no se ha logrado en nuestra ciudad, que teniendo dimensiones diferentes a Rosario, mantiene un promedio de 105 corralitos abiertos en los últimos meses”, argumentó.

Panorama

La nota remitida a Assa, da cuenta: “(…) de los numerosos reclamos de santafesinos que se fueron recepcionando desde las distintas áreas del Gobierno de la Ciudad con relación a la cantidad de cerramientos y/o corralitos presentes en la vía pública, como así también por la prolongada permanencia en el tiempo de las reparaciones efectuadas por vuestra empresa prestataria de los servicios de cloacas y/o de aguas”.

Si bien la problemática no es nueva y se ha puesto en conocimiento en diversas oportunidades y por distintos medios, en las últimas semanas del año 2014 y principios de 2015 “se ha registrado un promedio de 105 aperturas semanales pendientes de resolución en la vía pública y según datos propios, la semana del 19 de enero se constató un total de 109”, se explica en la misiva.

En ese punto, se recuerda que en el año 2014, por diversas razones –como la excesiva prolongación de la ejecución de una obra, o porque los materiales utilizados no reunían los requisitos mínimos de calidad idóneos para que se efectúe un trabajo acorde a la necesidad del reclamo, o debido al no retiro de escombros y tierra al finalizar una obra–, el municipio aplicó sanciones pecuniarias a Assa, como asimismo en algún momento se tomó la decisión de no habilitar la apertura de nuevas bocas hasta tanto no se finalicen y/o disminuyan considerablemente el número de las ya iniciadas.

Molestias

La nota también hace hincapié en los inconvenientes que el despliegue de corralitos genera para la comunidad, como “la existencia de obstáculos en diferentes puntos de la ciudad, que dificultan la libre transitabilidad tanto vehicular como peatonal, y que además aumentan el riesgo de acaecimiento de siniestros viales”.

Como ejemplo, se citan “los accidentes de tránsito de relevancia que han sufrido diversos ciudadanos, como el caso del siniestro del 7 de abril pasado, ocurrido en calle Martín Zapata al 3800, en el que se vio involucrado un rodado que cayó en un «corralito», fruto del cual resultaron lesionadas dos personas, las que debieron ser trasladadas por el servicio de emergencias al Hospital J. M. Cullen, para tratamiento y ulterior curación de sus heridas, entre otros”.

Al respecto, la nota remarca que “la existencia y problemas que generan los cerramientos no solo se hacen extensivos al ámbito personal sino también a diferentes ámbitos sociales”, generando “caos y congestión vehicular, que se incrementa en horarios picos debido a la obstaculización de la libre circulación de rodados que transitan por la carpeta asfáltica. Asimismo, debido al escaso espacio que queda libre en la calzada, en muchos de los casos, vehículos de gran porte como son los del transporte público de pasajeros, que deben en muchas oportunidades, modificar los recorridos programados debido a la congestión y con los perjuicios que ello implica”.

También se señala que “la rotura de cañerías de agua y cloacas, genera pérdidas que atentan contra el estado de la carpeta asfáltica, provocan hundimientos y futuros baches e incluso pueden llegar a deteriorar, en algunos casos, la estructura edilicia de las viviendas aledañas a los socavones”.

Comentá la nota