El PRO pide que la Legislatura prohíba los vehículos de tracción a sangre

El PRO pide que la Legislatura prohíba los vehículos de tracción a sangre

Tras la difusión en los últimos días de una serie de imágenes que daban cuenta de la circulación por distintos puntos de la Ciudad de un carro de tracción a sangre trasladando el chasis de un automóvil, el legislador Alberto Colombres Garmendia cuestionó que desde la Legislatura no se le haya dado curso al tratamiento de un proyecto de ley de su autoría donde se establece la prohibición de este tipo de vehículos.

Tras la difusión en los últimos días de una serie de imágenes que daban cuenta de la circulación por distintos puntos de la Ciudad de un carro de tracción a sangre trasladando el chasis de un automóvil, el legislador Alberto Colombres Garmendia cuestionó que desde la Legislatura no se le haya dado curso al tratamiento de un proyecto de ley de su autoría donde se establece la prohibición de este tipo de vehículos.

La idea, presentada en diciembre del año pasado, destaca a la vez la sustitución de estos carros por vehículos de tracción motora, a través de la ejecución de un plan que permita a los carreros, mediante subsidios o créditos sociales, el canje respectivo.

"Este proyecto lleva ocho meses durmiendo en los cajones legislativos sin recibir el adecuado tratamiento y debate para un tema pendiente cuya solución se reclama hace largo tiempo por parte de la ciudadanía y las agrupaciones de protección animal. Así, no sólo está en análisis el problema del tránsito, la seguridad vial y el maltrato animal, sino también la inclusión social, la dignidad de los trabajadores, el trabajo infantil y/o el tratamiento de los residuos que se recolectan con estos vehículos", sostuvo el parlamentario del macrismo tucumano.

En el texto del proyecto también se estipula que, ante el secuestro del carro, la Autoridad de aplicación remitirá al animal a establecimientos, granjas o fincas que puedan garantizar el cuidado de los caballos. Además, se evaluará la posibilidad de que dichos animales puedan ser destinados a la implementación de programas de equinoterapia para promover la rehabilitación de personas con disfunciones físicas o emocionales.

"Es de esperar que la Legislatura salga de su letargo y se aboque al tratamiento de estos proyectos que tienen como objeto un estudio del problema de forma integral, atendiendo todos los aspectos involucrados en este tema que lleva años sin soluciones específicas", planteó Colombres Garmendia.

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