Carlos Arpire, vecino de Bariloche, presentó notas ante diferentes áreas del Estado y a la propia intendenta con el fin de solicitar que exijan a las empresas concesionarias del transporte en la ciudad que incorporen unidades adaptadas para personas con movilidad reducida.

El hombre de 27 años, quien por una enfermedad que padece en los huesos debe circular en silla de ruedas, sostuvo que las firmas Autobuses Santa Fe y Las Grutas -ambas operan en la ciudad- "deben cumplir" con la Ley Nacional 24314 que establece que los transportes públicos tienen la obligación de modificar los ómnibus que poseen para el acceso adecuado de la gente con capacidades disminuidas.

"Yo al menos puedo mover las piernas y con la ayuda de otra persona me subo a los colectivos, pero hay mucha gente que debido a su problema tiene que quedarse encerrada en su casa", señaló Arpire.

Arpire presentó ayer a la mañana las misivas en el municipio -dirigida a la intendenta María Eugenia Martini-, en el Concejo Deliberante, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y más tarde hizo lo propio en la Defensoría del Pueblo local.

En tanto, cargó contra Francisco Pego, subsecretario de Tránsito y Transporte de la comuna, "por no haber aceptado mi nota". "Lo crucé en la municipalidad de casualidad, le conté lo que estoy pidiendo y le quise entregar el papel pero me lo rechazó", aseguró.

Agregó que el funcionario le argumentó que estaba apurado y le aclaró al pasar que su pedido es "imposible de concretar", porque "los colectivos no están preparados para ser adaptados".

"La Ley 24314 dice que las empresas tienen que tener el 100 por ciento de sus ómnibus accesibles, así que el Estado debe exigir este punto tan importante, porque en la ciudad no hay un solo colectivo con características adecuadas para que las personas con alguna discapacidad puedan utilizarlos", se quejó el vecino.

Remarcó que "una localidad tan turística como Bariloche tendría que tener micros adaptados". Aclaró que también se ven perjudicados por esta situación las personas mayores y mujeres embarazadas. Arpire también criticó la falta de rampas en la ciudad y cuestionó que "no hay una sola playa inclusiva".