El secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y el ministro de Planificación, Julio De Vido , debieron hacer ayer un uso amplio de su manejo político. Convocaron para las 17.30 al piso 12 del Palacio de Hacienda a los gobernadores de las provincias petroleras, casi todos molestos con el proyecto oficial para modificar el marco regulatorio de los hidrocarburos y, en particular, con el presidente de YPF, Miguel Galuccio , su principal promotor.

Por orden de Cristina Kirchner , ambos funcionarios nacionales apaciguaron los ánimos de los mandatarios provinciales. Unos cuantos minutos después del inicio de la reunión llegó Galuccio. Desde ese momento, en un clima de relativa distensión, sentaron algunos acuerdos básicos para avanzar en la reforma. Fue un trabajo contra reloj: terminaron después de las 20.30, minutos antes de que la Presidenta utilizara la cadena nacional para referirse al fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos que favorece a los denominados holdouts. Tuvieron tiempo para elaborar un documento de apoyo por ese tema.

Por el lado de los gobernadores estuvieron Martín Buzzi (Chubut), Jorge Sapag (Neuquén), Francisco Pérez (Mendoza) y Alberto Weretilneck (Río Negro), entre otros. El resultado del encuentro fue limitado pero concreto: tanto el Gobierno como las provincias avanzarán en la redacción de una nueva ley de hidrocarburos de entre 7 y 8 artículos que reforme la 17.319.

La norma nueva dará estímulos a la búsqueda y producción de petróleo pesado, de recursos no convencionales (como los de la formación neuquina Vaca Muerta) y en el Mar Argentino, con la intención de atraer inversiones que permitan reducir el déficit energético, que este año superará los US$ 10.000 millones.

Su texto se hará sobre la base de un borrador de discusión que elaboró YPF y repasó Zannini, pero intentará sumar las propuestas que llevaron ayer los gobernadores, quienes también elaboraron un documento.

La promesa de los funcionarios fue vivida como una victoria efímera por parte de los mandatarios provinciales, que la semana pasada habían recibido una propuesta que, a su juicio, limitaba sobremanera su poder sobre la actividad.

Algunos puntos no quedaron del todo claros. Según la interpretación de los gobernadores, la futura ley no los limitará respecto de la fijación de regalías.

Tampoco les impedirá instrumentar el mecanismo de acarreo (carry, según su denominación en inglés), que les permite a las provincias negociar la participación de sus empresas de energía en los proyectos. YPF, en cambio, parece haber interpretado que sus sugerencias, contrarias al gusto de los gobernadores, tendrán prioridad.

Los gobernadores repitieron que su intento de modificar la ley los dejó en una posición incómoda. Le reclamaron por el efecto político que habían tenido en sus provincias. El más duro fue Sapag.

Zannini, De Vido y Galuccio también hicieron comentarios en tono de reproche. Les recordaron que en el encuentro con la Presidenta en la residencia de Olivos no habían planteado sus reclamos. Al final del encuentro, sin embargo, acordaron enviar al Senado una propuesta consensuada.

SUCESIÓN DE DESENCUENTROS

Ecuación financiara: Desde diciembre, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, trabaja con sus equipos técnicos en alternativas para modificar el marco regulatorio del negocio petrolero con vistas a favorecer la inversiónInterés presidencial: Galuccio convenció a Cristina Kirchner sobre la necesidad de avanzar en reformas. La Presidenta está preocupada por la enorme salida de divisas que implica la importación de energía, que este año se llevará más de 10.000 millones de dólaresMolestia provincial: La iniciativa de Galuccio generó resquemores entre los gobernadores porque limita el poder de las provincias sobre el manejo del negocio petrolero, algo que está contemplado en la Constitución nacional