Petrobras acusa los golpes y recorta otra vez sus inversiones

Petrobras acusa los golpes y recorta otra vez sus inversiones

El escándalo de corrupción y la caída del precio del petróleo forzaron el anuncio de un nuevo ajuste; además la empresa busca recuperar el dinero perdido en el petrolão

Por Alberto Armendariz

RÍO DE JANEIRO.- La crisis económica en Brasil y la continua caída del precio del petróleo llevaron a que la atribulada Petrobras reduzca por segunda vez en el año sus proyectos de inversiones. Esta vez el recorte para 2015-2016 será de 11.000 millones de dólares, mientras la compañía estatal sigue intentando recuperar dinero de los desvíos del esquema de corrupción que se instaló en su seno en los últimos años.

Luego de que a fines de junio la petrolera anunciara que disminuiría su plan de inversiones hasta 2019 de 206.800 millones a 130.300 millones de dólares (-37%), anteanoche el directorio informó que entre este año y el próximo habrá una poda mayor a la inicialmente prevista "debido al nuevo precio del petróleo y a la tasa de cambio". Para este año, las inversiones estimadas en 28.000 millones de dólares se reducirán a 25.000 millones (-11%), y para 2016, los proyectos estimados en 27.000 millones de dólares serán rebajados a 19.000 millones (-30%).

"De modo de preservar sus objetivos fundamentales de reducción del endeudamiento y generación de valor para los accionistas, la compañía está ajustando sus previsiones de inversión y gastos operacionales gerenciables", explicó Petrobras en un comunicado enviado a la Comisión de Valores; se calcula que la petrolera acumula una deuda de unos 130.000 millones de dólares.

En el documento, la empresa resaltó que en la primera mitad del año tenía como referencia el precio del barril de crudo a 60 dólares cuando ahora se ubica en 49 dólares; asimismo, preveía una tasa de cambio a 3,10 reales por dólar, cuando en las últimas semanas la cotización del dólar ha oscilado entre 3,90 y 4,14 reales.

Si se suman los recortes en los gastos gerenciables (costos administrativos y operacionales), que serán de 1000 millones de dólares este año y de 6000 millones en 2016, el ajuste total alcanzará los 18.000 millones de dólares.

Cuentas en orden

Con estas medidas de austeridad, el nuevo titular de Petrobras, Aldemir Bendine, a quien la presidenta Dilma Rousseff designó en febrero pasado tras la salida de Graça Foster en medio del escándalo del petrolão, pretende demostrar al mercado su compromiso con poner finalmente en orden las cuentas de la empresa, que enfrenta también diversos procesos judiciales abiertos en Estados Unidos por accionistas que se sintieron engañados por la compañía al menospreciar el esquema de sobornos establecido en su interior.

Al hacerse cargo de Petrobras, Bendine -ex presidente del Banco do Brasil- impulsó una auditoría externa que estimó en unos 2000 millones de dólares el daño por las coimas cobradas por directivos de la petrolera a grandes empresas constructoras, de los que también se beneficiaron numerosos políticos oficialistas.

Como parte de su estrategia, Bendine ha diseñado un plan de desinversión con la venta de activos tanto en Brasil como en el exterior, incluso en la Argentina.

En el comunicado elevado a la Comisión de Valores, la empresa detalló que espera recaudar este año 700 millones de dólares con estas operaciones, mientras que el próximo año la cifra por la venta de activos sería de 14.400 millones de dólares.

A diferencia de los anteriores, los nuevos recortes en inversiones afectarán también las áreas de exploración y producción de petróleo.

Sin embargo, Petrobras no alteró sus metas de producción: 2,125 millones de barriles por día como promedio para este año y 2,185 millones de barriles diarios para 2016. Además, la semana pasada, la compañía subió en un 6% el precio del combustible en las refinerías.

Según subrayó en su comunicado, con su nuevo conjunto de medidas Petrobras quiere fortalecer tres pilares: una política de precios independiente, recorte de inversiones y venta de activos.

Paralelamente, la compañía viene haciendo esfuerzos por recuperar la mayor parte del dinero desviado en el petrolão, la red de corrupción por la que están presos varios ex directivos de Petrobras, ejecutivos de las principales empresas constructoras del país que pagaron coimas y algunos políticos oficialistas, como el ex tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), João Vaccari Neto.

Hasta el momento han vuelto a las arcas de la petrolera unos 225 millones de dólares como resultado de acuerdos de "delación premiada" entre los acusados y la justicia.

Ese monto se vería incrementado en 256 millones de dólares en los próximos días, luego de un acuerdo de indemnización sellado con la firma holandesa de servicios petroleros SBM Offshore, acusada de pagar sobornos para garantizarse contratos con la compañía estatal brasileña.

Malas noticias para Dilma en el frente judicial

Hoy puede ser un muy mal día para Dilma Rousseff en el frente judicial. Pese a los intentos por destituir al juez del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) que analiza dudosas maniobras fiscales para presuntamente maquillar el déficit, la corte decidió no postergar la votación sobre el tema, prevista para hoy. Los nueve jueces votarían por rechazar la contabilidad oficial, lo que abriría la posibilidad de un impeachment de Dilma por violar la ley de responsabilidad fiscal. 

Por otra parte, se esperaba anoche que el Tribunal Electoral aprobara abrir una investigación sobre la financiación de la campaña de Dilma, que habría recibido dinero del petrolão.

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