“Fue un año de mucho trabajo, un buen año”. El secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlin, efectuó un balance de la gestión. La transición en la Rosada; la relación satisfactoria con la Nación; las celebraciones por el Bicentenario; las restricciones presupuestarias; las mejoras en el aeropuerto y la devolución de la coparticipación; las paritarias y el pago de sueldos al día; un gobernador “cercano” y “dialoguista”. Esos fueron algunos de los hitos que mencionó. En lo político, se expresó a favor del voto electrónico y pidió al intendente Germán Alfaro que cumpla sus promesas de campaña.

-¿Cómo fue el trabajo con la Nación en cuanto a los fondos?

-Fue importante lo que hizo el gobernador por la coparticipación. (La retención) se paleaba antes con obras o con los ATNs. Tucumán no recibió nada en comparación de otras provincias, como Jujuy. Tenemos expectativas en el Plan Belgrano. El norte es una región que requiere una mirada diferente porque es estructuralmente más pobre. No se resuelve sólo con recursos, sino con infraestructura.

- Dos opositores están en áreas clave de obras ¿Esto afectará a la Provincia?

-Replantearía la pregunta, ¿El hecho de que dos tucumanos estén en áreas clave para infraestructura es importante? Es buenísimo. No creemos que el rol de opositor en la elección anterior influya en esto.

- ¿El año electoral tensará las relaciones con la Nación?

- Transparentará que por un lado tiene que ir lo electoral y por el otro, la gestión. Creo que hay una intención de la Nación de hacer las cosas bien.

-¿Cómo ve el episodio ‘Frigerio’?

-Frigerio se equivoca. Dijo cosas erróneas y la responsabilidad de éstas la tienen los dos funcionarios que no asumen una derrota que fue clara. No hay ninguna duda de que hubo elementos complejos en esa elección: entrega de bolsones o acarreo de votantes de ambas partes. Más de ellos que del oficialismo. Son costumbres que están mal y que deben ser penadas, pero de ninguna manera invalidan la elección. Que alguien me explique por qué el intendente de la capital ganó muy bien y eso no se discute. Una de las cosas más importantes que un demócrata debe hacer en elecciones es aceptar la derrota. Cano y Amaya no lo hicieron. Eso termina de confundir a Frigerio.

-El decreto de la designación de Alperovich derivó en la publicación de otros ¿Qué aprendió de esa polémica?

-En realidad no fue así la cronología. Uno la lee en algunos medios, pero venimos trabajando desde principios de año en la publicación. La formación del área de Modernización fue al comienzo de la gestión, no después de la aparición de ningún decreto. Digitalizar el Boletín fue previo, como el registro de vuelos oficiales. No estaba correctamente publicado, como tantos. Hoy lo está el 100%. No me enseñó porque estoy convencido de que el estado peca de poca transparencia sin necesidad. Hay un supuesto de que la poca transparencia le hace bien. Todo lo contrario. Nos cuida a los funcionarios de que nadie haga cosas incorrectas. Exijo que el de la Municipalidad esté online. No vi muchas críticas en los medios. Creo que cuando se nos exige transparencia, se exige a todos.

- ¿Qué opina del voto electrónico?

- No creo que cambie el resultado de ninguna elección. Estoy despapelizando todo desde el Estado así que no iré en contra de la digitalización. Sé que hay algunos reparos. Creo que el sistema que se está intentando, al exigírsele tanto, será difícil de implementar. Estamos esperando la ley nacional. La reforma política va a tener que definir si se implementará. La Constitución nuestra lo preveía, es un tema que se debe hacer y no se hizo. El ciudadano es un sujeto activo que sabe lo que vota y expresa su voluntad más allá del sistema.

-Hay en el oficialismo quienes no creen que sea superador

- El sistema electoral argentino no ha tenido problemas de fraude en la democracia moderna. Es transparente y efectivo. El problema pasa por otro lado. Los mitos como el voto cadena o las compras de voluntades tiene que ver con un tema de exclusión más que con la forma de voto. Hay que trabajar fuerte en la educación e inclusión.

-¿Políticamente cómo está el manzurismo o el alperovichismo?

-El otro día me preguntaban si yo era manzurista y dije que sí.

-¿Y alperovichista?

-También. No hay gran diferencia. Los veo trabajando juntos. Uno tiene una función ejecutiva y otro más de compartir la conducción del espacio. No hay divergencias. Para hablar de dos movimientos habría que hablar de visiones diferentes, incluso en lo electoral. Se van a poner de acuerdo.

-¿Se habla de candidaturas en el oficialismo? ¿Le gustaría ser?

-Es muy temprano. A las candidaturas las establecen los partidos en base a factores donde no es menor el tema de las encuestas, que no se han hecho. Estaré donde este proyecto defina, pero no está ni en veremos.

-¿Qué rescata de su experiencia como candidato a intendente?

-Fue muy interesante como equipo, más allá de que perdimos. Hicimos una linda elección. Se planteó el modelo de una ciudad distinta. Una donde el intendente se haga cargo de los problemas y no culpe a otros como en la época de Amaya. Esperamos que el intendente haga lo que prometió.

-¿Cómo evalúa su gestión?

-Hay muchas cosas que se dijeron en campaña y no se cumplieron. Es un año difícil pero ellos tienen una enorme posibilidad porque son del mismo partido que la Nación. Creo que hay que trabajar en la relocalización de villas periféricas y generar barrios para que puedan vivir de manera digna; no se avanzó en la policía municipal ni en el tránsito ordenado o la limpieza. El tema adicciones no es sólo de la Provincia. Sí rescato que trabajamos en conjunto con el área de Walter Berarducci y con los concejales en temas como Parque Norte.