Pese a los importantes incrementos el salario chaqueño sigue entre los peores del país

Si bien los incrementos que recibieron los trabajadores privados permitieron que el Chaco se ubique entre las jurisdicciones que proporcionalmente aumentaron más los haberes, el haber promedio sigue estando entre los más bajos del país.

Es así que un obrero en Santa Cruz recibe un salario que casi triplica al que puede ganar un empleado de la región. Y un porteño es beneficiado con un haber que supera ampliamente el doble de un trabajador local.

En tanto, para que un chaqueño en promedio gane la media nacional debería recibir un casi un 35 por ciento más, es decir, cerca de 4.600 pesos adicionales a lo que actualmente percibe en forma mensual.

A nivel regional Formosa es la provincia mejor posicionada en salarios pero está muy por debajo de la media nacional y de las provincias donde las remuneraciones son muy elevadas como las patagónicas.

Esta brecha se puede explicar desde varias ópticas y una de ellas es que en las provincias donde se pagan mejores salarios están asentadas actividades que necesitan obreros especializados como la petrolera y la minería. Además en el Chaco son pocas las ramas que ofrecen buenos salarios.

A su vez hay que remarcar que en los últimos años las brechas se acortaron fundamentalmente por los convenios colectivos laborales que permitieron mejorar los ingresos de los chaqueños en forma notable.

Las estadísticas nacionales

Según la consultora Economía y Regiones durante el primer trimestre de 2016 el obrero chaqueño recibió en promedio 12.686 pesos, un 33,3 por ciento más que lo percibido durante los tres primeros meses de 2015.

Las remuneraciones más altas del sector privado corresponden a provincias de la Región Patagónica y la Ciudad de Buenos Aires, siendo Santa Cruz la provincia con mayor remuneración promedio mensual ($32.129).

“En tanto, Santiago del Estero y La Rioja (que pertenecen a la región del NOA) son las provincias de menor remuneración bruta ($11.032 y $11.621, respectivamente). Si se comparan estos niveles con los de la Provincia de mayor salario promedio (Santa Cruz), se tiene que la remuneración promedio santacruceña es 2,91 veces superior a la de la provincia de menor salario”, destacó el informe de la consultora.

Las remuneraciones más altas del sector privado corresponden a provincias de la Región Patagónica y la Ciudad de Buenos Aires, siendo Santa Cruz la provincia con mayor remuneración promedio mensual ($32.129).

En tanto, Santiago del Estero y La Rioja (que pertenecen a la región del NOA) son las provincias de menor remuneración bruta ($11.032 y $11.621, respectivamente). Si se comparan estos niveles con los de la Provincia de mayor salario promedio (Santa Cruz), se tiene que la remuneración promedio santacruceña es 2,91 veces superior a la de la provincia de menor salario.

El incremento interanual de los salarios privados también resultó heterogéneo a nivel provincial, al observarse 11 provincias donde los salarios crecieron por encima del promedio (31,7%). La Provincia de Neuquén fue la que mostró la menor variación (20%), mientras que Formosa la mayor (38,4%).

Como venimos mencionando en informes anteriores, las diferencias provinciales, y regionales en los salarios y sus incrementos, están directamente relacionados con el entramado productivo, las negociaciones colectivas, el nivel general de precios y la situación del mercado laboral (oferta y demanda de mano de obra) en cada región geográfica.

Es así como la región patagónica y la Ciudad de Buenos Aires presentan los mayores niveles salariales, dado que gran parte de su economía se encuentra ligada al sector hidrocarburífero y los servicios financieros, respectivamente.

Las características salariales del sector industrial y de las economías regionales, con una elevada competitividad internacional, explican los niveles de salario vigentes en las provincias intermedias.

Por último, las condiciones salariales del sector agropecuario y comercial establecen los niveles salariales del sector privado en las provincias del Norte del país. Además, las regiones con mayores niveles de pobreza, desempleo y empleo informal, tienden a generar un “achatamiento” en las remuneraciones medias, producto de la abundante mano de obra (no calificada) disponible.

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