Pese a que emite menos cenizas, el Calbuco sigue muy inestable

Pese a que emite menos cenizas, el Calbuco sigue muy inestable

El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín) chileno mantiene su vigilancia sobre el volcán Calbuco en el sur del país trasandino, que registró ya tres erupciones en las últimas dos semanas y no se descarta que pueda haber un cuarto pulso eruptivo. 

Si bien el macizo seguía emitiendo ayer una débil columna de cenizas, lo que preocupaba ayer era la sismicidad detectada en su interior. Por lo tanto, el alerta roja sigue vigente en la zona afectada.

En Bariloche, El Bolsón, San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Neuquén retomaron la actividad normal, pero no bajan la guardia ante la posibilidad de que vuelva a registrarse actividad del otro lado de la cordillera.

El volcán, ubicado en la Región de Los Lagos sigue muy inestable, por eso no se descarta" un nuevo pulso eruptivo, explicó Gabriel Orozco, experto integrante del Sernageomín, al considerar que "no hay forma de saber cuánto más puede durar" su actividad.

Como todos los días, los habitantes de la zona de exclusión de 20 kilómetros a la redonda del cráter del volcán -decretada por las autoridades tras la primera erupción hace más de una semana y que sigue vigente- pudieron ingresar en la mañana unas horas para continuar con las tareas de limpieza."Hoy nosotros no fuimos porque se podía estar sólo hasta las doce, porque está lloviendo, no fuerte pero constante. El volcán está tapado, pero la preocupación sigue", dijo Horacio Camaño, habitante de Ensenada, un pequeño pueblo ubicado a los pies del volcán que soportó la peor parte de la emisión de cenizas.

El pasado jueves, el Calbuco volvió a entrar en erupción, aunque con menos fuerza que las dos primeras. En las últimas horas, no obstante, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) recordó que se mantiene la alerta roja en la zona de influencia del volcán. La atención está centrada en seguir de cerca los efectos de las lluvias pronosticadas, hasta ahora leves, que podrían generar lahares (aludes) desde el volcán provocando entre otros el derretimiento de nieve y posibles inundaciones.

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