El conflicto en el municipio de la ciudad Orán se mantenía hasta anoche si solución de continuidad, pese a que la intendencia y las organizaciones sindicales llegaron a un acuerdo por el aumento del 25 por ciento para los trabajadores del sector que se encuentran en huelga desde hace 16 días. Las negociaciones quedaron empantanadas ayer luego de 16 horas ininterrumpidas en las que los representantes de las partes quedaron encerrados bajo llave en el edificio de la delegación Orán del Ministerio de Trabajo.

El problema surgió porque el municipio pretende liquidar el incremento de manera escalonada en estos términos: 11% en febrero, 5 % en mayo y 9% en agosto de 2014. Los gremios quieren que se acorten esos tiempos y que el pago total se haga efectivo antes de mitad de año. “Ya hemos cedido demasiado y creemos que es ahora el municipio el que debe hacer su aporte”, señalaron los delegados sindicales como argumento de su cerrada posición.

Mientras se desarrollaban las negociaciones, los trabajadores se apostaron en la Plazoleta de los Jóvenes, donde quemaron cubiertas y amenazaron con endurecer las medidas. A modo de presión colocaron un candado en la puerta de acceso al local del Ministerio de Trabajo.

Sobre el filo de la media tarde del miércoles y la mañana de ayer surgieron comentarios de que iban a producirse saqueos. Por esta situación la sucursal Salta del Banco Nación cerró sus puertas y lo propio ocurrió con las oficinas del Registro Civil. Algunos negocios aledaños también bajaron las persianas ante el riesgo de que se produzca el efecto Córdoba. Ante el cariz que tomaron los acontecimiento se hizo presente en la plazoleta el obispo Gustavo Zanchetta, quien mantuvo un breve diálogo con los manifestantes.

Mario Alvarez, del Sindicato Municipal, abandonó por un instante el tenso cónclave y anunció a los medios que no van a ceder en sus posiciones, ya que los trabajadores pretenden que el aumento se termine de liquidar hasta el mes de mayo. “No podemos aceptar que nos paguen hasta agosto cuando estamos negociando miseria”, expresó. Alvarez aclaró que no mantenían como rehenes a nadie, refiriéndose al licenciado Ernesto Munuera y los contadores Roberto Aguirre y David Taranto, los representes de la comuna. El municipio consideró que en estas condiciones no se podía seguir negociando “por no estar dadas las garantías para el diálogo”.

Ante esta situación, el ministro de Trabajo, Eduardo Costello, convocó a una conciliación para hoy a la mañana en la capital salteña para tratar de lograr un acercamiento. El funcionario apeló a la racionalidad de las partes, señalando que no solo deben pensar en cuestión salarial, sino en el daño que se está provocando a la sociedad, que desde hace 16 días no cuenta con la prestación de servicios esenciales como el de la recolección de basura. “Es importante acordar el único punto en cuestión, para recuperar la paz social perdida en Orán”, manifestó Costello. Los delegados gremiales anunciaron que no concurrirán a la reunión convocada por el ministro, al tiempo que planean endurecer el plan de lucha. “Nos molesta la actitud del intendente Marcelo Lara Gros, que lo único que quiere es complacer al gobernador Urtubey tratando de ajustar la realidad de Orán a la de Salta”, sentenció.

“Hay que recuperar la paz social ”

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El ministro Costello dejó entrever con su mensaje que para llegar a un acuerdo las partes deben ceder en su posición. “Es importante acordar el único punto en cuestión para recuperar la paz social”, manifestó el titular de la cartera de Trabajo, quien aseguró que presidirá la conciliación convocada para hoy en su despacho. Sin embargo, sus intentos de acercamiento pueden fracasar en caso de que los delegados gremiales se mantengan en la postura de no trasladarse a la capital salteña.

Rubén Tolay, representante de Autoconvocados, expresó que por mandato de las bases no concurrirán a la convocatoria. Explicó que sus abogados les aseguraron que no están obligados a concurrir a la audiencia, tomando en cuenta que el Ministerio de Trabajo cuenta con una delegación en Orán. “Dentro del marco legal no estamos obligados a nada”, señaló el representante del sector más combativo de esta lucha. Y agregó que “el ministro de Trabajo es quien tiene que bajar a Orán porque aquí también hay oficinas del organismo mediador”.

Al mismo tiempo descartó los argumentos del municipio de que no hay garantías para continuar con las negociaciones. Para la comuna las negociaciones del miércoles y jueves se realizaron bajo presión, luego de que sus representantes fueran obligados a permanecer encerrados en el edificio del Ministerio de Trabajo. La dirigencia gremial sostiene que esto no fue así y que las conversaciones se dilataron por la firme posición de la Intendencia de pagar el incremento del 25 por ciento de manera escalonada hasta agosto de 2014.