Un pescador salvó la vida de 8 personas sobre 9: Buscan cuerpo de nicoleño que cayó al agua tras vuelta de campana de remolcador, al maniobrar buque cerealero

Un pescador salvó la vida de 8 personas sobre 9: Buscan cuerpo de nicoleño que cayó al agua tras vuelta de campana de remolcador, al maniobrar buque cerealero

El accidente ocurrió ayer por la mañana frente al Barrio Unión Sur. Un remolcador dio una vuelta de campana cuando intentaba ingresar un barco cerealero al muelle. Fueron rescatadas 8 personas por un pescador en canoa y hay un desaparecido. Hasta las últimas horas de la tarde buscaron el cuerpo de Ariel Leguizamón, de San Nicolás. EL NORTE charló anoche con Luciano Blanco, el pescador que evitó que la tragedia fuera mayor.

Nuevamente, la ciudad de Villa Constitución invadida por la tragedia. Entre las últimas horas del viernes y el sábado pasado, la muerte del motociclista Jonatan Francovich, tras ser colisionado por un camión en el Barrio Luzuriaga. Ayer por la mañana, la fatalidad se trasladó a las aguas del Río Paraná, donde está desaparecido el cuerpo de un trabajador. Ocurrió tras una vuelta de campana de un remolcador, al momento de operar con un buque cerealero de bandera liberiana, que buscaba ingresar a la Terminal 2 de Servicios Portuarios. Ocho de sus ocupantes fueron rescatados por un pescador y el restante tripulante fue buscado hasta las últimas horas de la tarde de ayer, estando identificado como Ariel Leguizamón. Con las primeras horas de luz de hoy seguirán trabajando en el rastrillaje, tanto agentes de Prefectura y buzos especializados, sumando a personal proveniente de Rosario y Buenos Aires.

Zona de la fatalidad

El epicentro del hecho fue marcado en aguas del Río Paraná, Boya 366, frente a Barrio Unión Sur. EL NORTE, para registrar las imágenes del buque y de los operativos de búsqueda, lo hicimos ingresando a través del predio de Zona Franca Santafesina.

Por lo que supimos, el remolcador que participó del siniestro pertenece a Marítima Maruba. La empresa brinda amplios servicios, vinculados con transporte de carga en contenedores, transporte de carga a granel, transporte de carga líquida, remolque de maniobra en puerto y consolidado y almacenaje de carga en tierra.

Marítima Maruba ofrece también servicio de maniobra y asistencia a los principales armadores internacionales en los puertos de Buenos Aires, Necochea, Zárate, Campana, Villa Constitución y en todo el Río Paraná, tal cual detalla su web. Tiene sede en Maipú 535, primer piso, de Capital Federal.

El accidente ocurrió ayer por la mañana, entre las 8:30 y 9:00, frente al Barrio Unión Sur. Un remolcador, de nombre Campeador, dio una vuelta de campana cuando intentaba ingresar un barco cerealero al muelle. Fueron rescatadas 8 personas por un pescador en una limitada canoa y hay un cuerpo desaparecido.

Rescates de película

Luciano Blanco puede escribir tranquilamente una película de acción y drama. Nunca pensó ser el actor principal de un accidente que pudo costar varias vidas más. Y su accionar fue clave para salvar ocho vidas. No le importó arriesgar su vida, no le importó la precariedad de la canoa y el castigado motor de 8HP. Y en esos momentos de incertidumbre y de repetidas voces de auxilio, buscó tener su mente fría para actuar lo más sereno posible, viendo que las chances de rescate eran limitadas y cualquier avasallamiento podía arrastrar mayores consecuencias.

EL NORTE charló anoche con Luciano Blanco, la persona que fue clave para que se salvaran ocho de las nueve personas que tripulaban el remolcador. Luciano vive actualmente de la pesca, residiendo en el Barrio Unión Sur, en la parte alta donde se dio este accidente.

El mismo Luciano Blanco nos contó que “hace poco tiempo empecé a pescar, observando este lunes mucha correntada y decidiendo en un momento pegar la vuelta”.

Sobre lo que puede haber pasado en el accidente, marcó que “tal vez el buque iba a chocarse la boya o se la llevaba puesta y para evitar eso, dobló el curso… Y esa posible maniobra hizo que levantara la cola del remolcador”. O la otra opción que también escuchamos, es que se haya cortado el cable de arrastre.

Luciano Blanco, de 30 años, en pareja y padre de dos hijos, vio como “trompeó el remolcador”, justo cuando hablaba por teléfono con un amigo para declinar la actividad de pesca en horas de la mañana. “Vi un color sobresaliente y dije se tumbó. Y justo mi amigo me dice ‘arrimate’, para saber qué había pasado y qué podía llegar a hacer. Encaré derecho, llamé a la Prefectura, ellos ya estaban al tanto… Mientras que la gente iba saliendo para arriba… A la par, el burbujeo del hundimiento”, empezó a relatar Luciano Blanco.

Desesperación y calma

“Uno, más allá que anda en el agua y que se defiende nadando, no está preparado para una situación de este tipo. Les arrojé una boya con soga, buscando calmarlos para que no se tiren todos arriba de la canoa”, explicó Luciano Blanco. “Es una canoa de 4 metros, denominada ‘La Estrella’, con un motor viejito de 8HP”, como el mismo titular lo definió. “Uno, entre el momento de desesperación de todos, pregunté quiénes sabían nadar y la mitad no sabía… Es más o menos en base a lo que vi en esos minutos terribles… Todos estaban sin chalecos. El remolcador habrá estado unos 20 minutos y se terminó hundiendo. Primero llevé a tres… Después manoteé un salvavida (de los redondos, que arrojaron del buque). Lo que pasó es que no llegaban al lugar del hundimiento por la fuerza del viento. Tenía que llevarlos de a poco a los trabajadores porque si no me iba a pique yo también. Así los fui socorriendo. Vuelvo por el resto... Les pedía que no se subieran todos porque estábamos en serios problemas de hundirnos también, además de toda la turbulencia del lugar del siniestro. Entonces, se fueron agarrando, sosteniendo de la embarcación. Ahí pensamos que estaban todos sobre la superficie del agua. Es decir, los nueve. La persona que desapareció no se en qué momento puede haber pasado. Si fue al momento de tirarse del barco (al hundirse lentamente) o bien cuando estaba cumpliendo yo con un traslado. Hacía mucho frío, sumado el viento, el estado de shock, el calambre en que caían las personas, el nerviosismo y desesperación era tremenda”, confesó a punto de quebrarse.

“Dios me puso…”

Si no hubiera sido por la presencia de Luciano Blanco, estamos hablando de una tragedia con mayor número de víctimas, viendo que tal vez la mitad de los tripulantes del remolcador no estaban preparados para desafiar las aguas del Río Paraná en esta situación límite. “Dios me puso en ese momento ahí”, contaba Luciano Blanco, lamentando la situación de Ariel Leguizamón, cuyo cuerpo buscaron hasta las últimas gotas de luz de ayer. El mismo Luciano Blanco nos contaba que se dedicó a la pesca para traer el sustento a su familia, que sigue buscando trabajo, pero que tiene un brazo operado que le restó movilidad y esa condición frenó muchas chances de alcanzar un empleo, como por ejemplo, de albañil. “Después de los tremendos momentos vividos, me acerqué a Prefectura, al Hospital, para ver cómo estaban todos. Por suerte bien. Seguro que esta noche (por anoche) me costará dormir viendo todo lo vivido. “Ahora vivo de la pesca. Busco trabajar, que mis hijos tengan una obra social, pero en este momento quiero agradecerle a Dios que me puso en ese momento ahí”, finalizó.

Por lo que conocimos ayer, Ariel Leguizamón era una persona muy querida, no solo en su ámbito familiar, sino también a nivel laboral. Estaba en pareja con Julia Bomón (hija de Laura Bomón), siendo padres de una nena de pocos meses. Prácticamente no hubo información oficial, recabando distintos testimonios para reflejar en este completo informe.

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