A pesar de los dichos de CFK aceleran el debate por la re-re

A pesar de los dichos de CFK aceleran el debate por la re-re
La Presidenta dijo que no es su deseo, pero los cristinistas que piden la reelección se reunirán en varios puntos del país.
“La reforma constitucional no depende ni es un deseo de esta Presidenta”, respondió Cristina Fernández de Kirchner en Harvard. Pareció desalentar a los que promueven un tercer mandato de la Jefa de Estado.

Sin embargo, el Movimiento por una Constitución Emancipadora, que busca la enmienda de la Carta Magna, intensificó sus actividades y tiene un cronograma de actividades ya programado hasta el 2 de noviembre al menos.

Ese movimiento surgió del seno del oficialismo. Lo promueven Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico, y Máximo Kirchner, el hijo de la primera mandataria. Lo integran, entre otros, el Frente Grande, la CTA, Miles (Luis D’Elía), La Cámpora, Kolina y el Movimiento Evita. Al principio, a las reuniones asistía el secretario general de la agrupación juvenil, Andrés Larroque, pero para que su presencia no pegara la reforma al Gobierno, dejó de participar. La última actividad fue el pasado 20 en Córdoba. El cronograma incluye un acto el miércoles en Lomas de Zamora, otro el 10 en la sede que el PAMI tiene en avenida de Mayo y Piedras. En la lista siguen Gualeguaychú y Mar del Plata. El 2 de noviembre tendrán la última de las actividades programadas con un evento en Tucumán.

La dinámica de los encuentros es similar a las discusiones que se armaron en los foros por la Ley de Medios. Por ejemplo, en Lomas de Zamora asistirá el constitucionalista Eduardo Barcesat (uno de los que propone la reelección indefinida), Luis D’Elía y Eduardo Sigal (Frente Grande). El abogado dará los fundamentos técnicos para una reforma.

Los dirigentes explicarán el aspecto político. Luego, se presume, habrá una ronda de preguntas y respuestas para interactuar con el público. Cristina se encontraba ayer en Olivos. Desde el movimiento aclararon que tras una breve parálisis en la actividad, el Movimiento puso el pie en el acelerador. Desde ese grupo dijeron que las declaraciones de la Presidenta en realidad no frenan la intención de una reforma constitucional. No es éste un proyecto con el que especulan en la oposición, sino que sale de adentro del Gobierno. La primera en proponer una “Cristina eterna” fue la diputada K Diana Conti. Después, durante un encuentro que encabezó Amado Boudou en Mar del Plata, lo hizo una diputada provincial del oficialismo. El principal argumento para la reforma de la Constitución es que su última enmienda, en 1994, fue realizada al calor del “neoliberalismo” y que ahora es necesario plasmar el modelo “nacional y popular”, que marque un rol interventor del Estado y que incorpore nuevos derechos. Una reforma necesita el respaldo del Congreso. Para eso, el oficialismo tendría que controlar los dos tercios de ambas cámaras, algo que hoy no ocurre. Necesita, por eso, sacar un porcentaje superior al 40 por ciento. Al margen de la viabilidad o no de un tercer mandato de Cristina, el oficialismo alimenta esa posibilidad por una sencilla razón: para que el poder de la mandataria no se lo devore la interna del peronismo. Hay gobernadores con intención de ir por la Presidencia, entre ellos Daniel Scioli, de Buenos Aires.

La decepción de los alumnos

“La Presidenta pareció un poco abrasiva respondiendo a las preguntas de los alumnos de Harvard, especialmente las de los Argentinos que preguntaron sin faltar el respeto, sobre la posibilidad de tener crecimiento sin inflación en Argentina y las estadísticas de delincuencia anunciadas por el Gobierno”, explicó Christopher Sullivanel, alumno de la Unversidad, sobre la conferencia que Cristina Kirchner dio en Harvard y agregó: “También me parece extraño que la mandataria criticó la devaluación del dólar, cuando existe aparatos independientes en nuestro país para confirmar las estadísticas anunciadas por el Gobierno y no los hay en Argentina (demostrado por la amenaza del FMI con la “tarjeta roja)”, se quejó. En tanto, Alex Honjiyo, otro de los alumnos que estuvo con la Presidenta en la primera conferencia de Georgetown sostuvo: “Me frustró mucho el diálogo y la actitud que tenía con los estudiantes, especialmente con los alumnos argentinos. No entiendo su discurso antiperiodista, lo que observo no solamente en la Argentina, sino también a través de muchos gobiernos en la región con respecto al periodismo. La prensa no es ni debe ser la portavoz de una administración”.

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