Cerca de 75 trabajadores de diversas áreas ya realizaron el taller.

 

 

Por tercer año consecutivo, los cupos no dan abasto. Hay un gran número de trabajadores municipales que, en su tiempo libre, elijen capacitarse en Lenguaje de Señas para incluir, para ayudar, para hacer mejor su trabajo. "Hasta hace unos años atrás, la comunidad sorda necesitaba que lo acompañen al Municipio para hacer algún trámite, o participar de algún evento. Hoy por hoy, pueden hacerlo solos. Ese es el objetivo que perseguimos desde el Gobierno de la Ciudad: la inclusión, la absoluta autonomía de las personas sordas en el ámbito municipal", resaltó Alejandra Fantinatto, coordinadora del departamento Discapacidad del Gobierno de la Ciudad.

La iniciativa, denominada "Derribemos Barreras Comunicacionales", se enmarca en un convenio entre la Asociación de Sordos de Santa Fe (Asorsafe) y el Gobierno de la Ciudad. El curso tiene una duración de 8 meses, y los inscriptos pudieron optar entre dos niveles de intensidad instructiva. Las clases se realizan en el Liceo Municipal: los días martes -para el primer nivel-, y los jueves -para el segundo nivel-, en el horario de 13.15 a 15.15.

Todas las áreas, todas las problemáticas

Hay ejemplos claros que demuestran el alcance de esta iniciativa. "Hace unos días se acercó al área de Acción Social del Gobierno de la Ciudad una mujer sorda que era víctima de violencia de género. Ahí la recibió una trabajadora municipal que terminó el taller el año pasado: la acompañó a hacer la denuncia en la Policía y, posteriormente, al Área Mujer para que sea contenida por las especialistas del Municipio. Hasta en esos casos es necesaria la capacitación", indicó Fantinatto.

Vale mencionar que hasta el momento se formaron agentes de las áreas Cobem, Cultura, Deportes, Tránsito, Rentas, Atención al Público, bocas de expendio de Iapos, Derechos Ciudadanos, Defensa al Consumidor, Discapacidad, del Programa Subite a la Bici, de la Oficina de Empleo, de los Centros de Distrito, y de Acción Social, entre otras.

Derribar barreras

Los talleres se organizan por demanda. "Los cupos no pueden ser muchos, no más de 25 personas, porque es una lengua visogestual, así que requiere una dinámica especial de trabajo. Sin embargo, cada vez son más las demandas que tenemos".

Las clases son dirigidas por una profesora sorda. "Esto hace que los alumnos aprendan el lenguaje y que, además, vayan optimizando el trato con las personas sordas con total naturalidad", expresó Fantinatto.

Cabe aclarar que el contenido de los cursos es exclusivamente Municipal. "Los talleres también cuentan con prácticas. La comunidad sorda se organiza, y donde hay estudiantes trabajando los visitan. Se hacen atender como cualquier vecino. Y de esa manera se obtiene una práctica que es muy valiosa ya que los pone en situación real de comunicación", destacó la funcionaria.