Los personajes del año en la provincia

Los personajes del año en la provincia

En tiempos de balances y cierres de ciclo es bueno recordar a los que fueron y seguirán siendo los verdaderos protagonistas de este espacio de reflexión que pretende ser un humilde aporte al análisis de la política bonaerense.

 

Como en toda selección arbitraria, seguramente quedaron figuras importantes afuera, otros que tuvieron alguna relevancia eventual fueron excluidos precisamente por eso, y algunos forman parte de una especie de “periferia” de la rosca bonaerense y por eso es que tampoco están.

De todas maneras, las líneas dedicadas a cada uno no pretenden agotar, y ni siquiera comenzar un análisis profundo sobre sus figuras, sino apenas destacar algunos aspectos positivos y en algunos casos otros negativos que son lo que    los ubican dentro de este listado.

María Eugenia Vidal

La gobernadora sigue siendo la dirigente con mejor proyección nacional no solo del oficialismo sino de todo el arco político y este año demostró que su capital en términos electorales es enorme al empujar al triunfo a Esteban Bullrich, desconocido para la mayoría de los bonaerenses y no demasiado querido para aquellos que si lo conocían.

La decisión de tensionar al máximo la situación con los gremios, al menos hasta ahora ha sido exitosa y Vidal puede exhibir como diplomas los acuerdos alcanzados, ya que, a pesar de los conflictos de larga data, todos se cerraron en números más cercanos a las expectativas del gobierno que a las pretensiones de los gremios.

Los otros dos puntos salientes son sin dudas el plan de obras públicas, que sobre los últimos meses del año empezó a hacerse visible en prácticamente toda la provincia y por supuesto, la devolución de por lo menos 40 mil millones de pesos de lo que la provincia venía perdiendo por el congelamiento del Fondo del Conurbano.

El punto oscuro de la mandataria bonaerense es que, a pesar de las apariencias, nunca dejó de ser la mejor discípula del presidente Mauricio Macri y prácticamente todas las acciones de fondo que se toman en la provincia son un ensayo o una consecuencia de una decisión tomada en Balcarce 50.  Flexibilización laboral, recortes, cambios en el IPS, ajustes y pacto fiscal no forman parte de la agenda de Vidal sino de la de Macri.

Cristina Fernández de Kirchner

La ex presidenta volvió al ruedo político y lo hizo a lo grande.  Fue la candidata más votada en las PASO, se dio el lujo de armar un frente sin el PJ y quintuplicó los votos de su ex ministro Florencio Randazzo, además de arrastrar a sus listas a la mayoría de los dirigentes de peso que formaban parte de la conducción partidaria. 

Cristina perdió las elecciones, es cierto, pero dio una clara muestra de fuerza en la provincia y demostró que el sello partidario ya no es el polo de atracción para la dirigencia que supo ser décadas atrás.  Además, sus seguidores se mantuvieron al margen de la interna, a pesar de lo cual nadie les niega protagonismo en el territorio y en los cuerpos legislativos.

La senadora enfrenta múltiples causas y en estos momentos avanza un pedido de desafuero y prisión preventiva que de materializarse podría provocar una verdadera crisis en el Congreso Nacional, sobre todo por la actitud confrontativa que asumió CFK desde su reaparición en el Senado 10 años después de dejar su banca para asumir como presidenta.

El error de "La Jefa", fue el mismo de siempre, porque a pesar de haber tenido injerencia directa en el armado de las listas de Unidad Ciudadana, no logró evitar que un número importante de legisladores se pasaran a otro espacio aún antes de asumir sus bancas, como ya le había pasado con Diego Bossio en 2015.  Es más que claro que a la hora de elegir acompañantes, Cristina hace agua.

Martín Insaurralde

El intendente de Lomas de Zamora mostró este año sus dotes de estratega político. Posicionó primero a un puñado de intendentes a través del Grupo Esmeralda, coqueteó con Randazzo y finalmente desarmó todo el esquema para apoyar a CFK con la certeza de que era una apuesta perdedora. Insaurralde estaba seguro de que había que garantizar que la ex presidenta saliera a la cancha y agotara sus expectativas electorales.

El Plan A de este referente de "los intendentes" era correr de la cancha a todos los competidores de sesgo peronista tras la derrota electoral. Para Insaurralde ni Cristina, ni Massa, ni Randazzo están en condiciones de encarar la renovación del peronismo tras el triunfo de Bullrich.

Pero por las dudas era conveniente mostrarse muy cercano a la ex presidenta.  Esa era la garantía de sobrevida o el plan B si los números de Unidad Ciudadana llegaban a sorprender a propios y extraños, dándole el triunfo a CFK.

Gustavo Ferrari

El único denarvaeísta con vuelo propio tras la salida del empresario colombiano de la arena política. El actual ministro de Justicia de la provincia encaró un proceso de modernización del Servicio Penitenciario que si bien viene generando duros cuestionamientos desde varios sectores, representa el primer intento en años de modificar la anquilosada estructura que tiene a su cargo la guarda y custodia de los detenidos en la provincia de Buenos Aires.

Eso sí, el malestar entre el personal de las distintas áreas del sistema penitenciario es evidente y se han sistematizado las denuncias sobre persecuciones contra el personal de parte de las autoridades, tanto de las unidades como de las distintas Direcciones de la jefatura del SPB.

Carlos Arroyo

El intendente de General Pueyrredón es una suerte de entidad que sobrevuela las políticas de Cambiemos para recordarle a la oposición que muchas de ellas encuentran fundamento en una mirada conservadora, anacrónica y bastante peligrosa de gestionar la cosa pública. 

Arroyo, ocultado en la campaña, ninguneado en los actos como él mismo admitió en alguna nota periodística, con problemas de gestión en prácticamente todas las áreas y con conflictos internos con los radicales en la alianza de gobierno, consiguió de todas maneras duplicar los votos de la oposición sumada en su distrito, por lo que merece una mención especial.

Ni la fuga de funcionarios, ni los problemas de inseguridad, ni el crecimiento del desempleo pudieron con él, a tal punto que para esta temporada la apuesta fuerte de la provincia vuelve a estar focalizada en "La Feliz", replicando el error de los primeros años de Daniel Scioli como gobernador, pero con un fuerte respaldo al intendente actual.

Florencio Randazzo

El ex ministro tuvo un fugaz pero intenso paso por el estrellato político antes del cierre de listas de este año, cuando parecía contar con el apoyo de la mayoría de los intendentes del peronismo y se animaba a desafiar abiertamente a CFK a competir en una interna en la que se sabía perdedor, pero aspiraba a posicionarse como la renovación necesaria dentro de un peronismo neo-K.

Pero los números no acompañaron al candidato del PJ que hizo la peor elección de la historia con ese sello partidario, empujó a la derrota y dejó afuera de los cuerpos legislativos a dirigentes de peso en prácticamente toda la provincia y se llamó al ostracismo después de la elección.

Lo que de todas maneras no puede negarse es que Randazzo fue uno de los protagonistas políticos del año, al menos hasta la última reunión que mantuvo en el departamento de la ex presidenta horas antes del cierre de listas.  La negativa a acompañar la aventura electoral de Unidad Ciudadana probablemente selló su destino.

Sergio Massa

Desde 1995 que no existía en argentina un candidato con la capacidad de dilapidar su capital electoral con tanta velocidad como lo hizo en aquel entonces José Octavio "Pilo" Bordón, que encabezó la boleta del Frepaso logrando un 30 por ciento de los votos, aunque esa fuerza política prácticamente desapareció en las legislativas del 97 producto de los primeros contactos de "La Alianza" y el ex candidato a presidente desapareció del mapa.

Salvando las distancias, Massa esta reeditando esa debacle electoral, aunque insiste con argumentos que le permiten mantenerse en juego, al menos ante su propia tropa y por eso asegura que en el futuro inmediato, luego de que se extinga la estrella del kirchnerismo, él y su fuerza están destinados a debatir el futuro político con Cambiemos y Mauricio Macri.

Sin embargo, los números parecen desmentir al malogrado candidato a senador que fracasó en su alianza con Margarita Stolbizer y según algunos de sus seguidores, pretender ser el candidato a gobernador de una coalición política superadora que lleve a Vidal como candidata a presidenta en 2019 y estaría trabajando en ese sentido.

Manuel Mosca

Pocas carreras políticas han tenido un crecimiento tan acelerado como la del presidente de la Cámara de Diputados, conocido primero en la política por ser la pareja de la flamante senadora Gladys González, pero que logró en apenas 2 años convertirse en el alfil de Vidal en la Legislatura y tener vuelo propio.

Mosca logró mantenerse al frente de Diputados a pesar de las críticas y los vaivenes que debió atravesar a lo largo de todo este año, en el que para evitar encontronazos paralizó la actividad legislativa con apenas 5 sesiones antes de diciembre y hoy, gracias a los nuevos acuerdos con el massismo y  el bloque de los intendentes parece haber alcanzado un nuevo equilibrio, que además le permite prescindir completamente de cualquier relación con La Cámpora, espacio con el que tiene una cuestión de piel.

Margarita Stolbizer

"Yo ya gané", fue el slogan de campaña de la ex diputada en el 2015, quizá presagiando lo que estaba por venir porque su fuerza primero sufrió una fuga masiva de dirigentes que migraron a Cambiemos y después fue víctima de la polarización por un lado y de la falta de definiciones por el otro.

Este año Stolbizer delegó en Massa la toma de decisiones sobre su distancia con el gobierno y junto con el tigrense oscilo entre la crítica a Macri y los elogios a Vidal, y hasta sonó para ocupar un cargo en el gabinete bonaerense después del desastre electoral del 22 de octubre que no sólo la dejó afuera del Congreso, sino que diezmó sus fuerzas en la legislatura y los concejos deliberantes.

Desde hace un par de semanas la actividad de la líder del GEN se limita a apariciones en Twitter para destacar los avances en las causas contra CFK, muchas de las cuales se iniciaron gracias a sus denuncias, pero en términos políticos es poco lo que tiene para mostrar y en rigor de verdad ni siquiera el slogan de las presidenciales le sienta bien porque Stolbizer nunca ganó una elección.

Fernando Espinoza

El ex presidente del partido justicialista (PJ) tiene el extraño privilegio de haber sigo elegido diputado nacional por una fuerza política distinta a la que presidía, sin que eso le valiera la expulsión o alguna sanción.  A pesar del fracaso de su intento de continuar al frente de la estructura partidaria, sigue siendo el hombre fuerte de la Matanza y un referente de peso en el conurbano bonaerense.

Fue calificado como un "caprichoso", por varios de los intendentes que acompañaban a Gustavo Menendez y finalmente debió ceder la conducción partidaria, aunque todavía controla junto con Verónica Magario el poder del distrito más poblado de la provincia y uno de los que mayor cantidad de votos le aporto a la candidatura de CFK.

Daniel Scioli

Como lo fue durante sus dos gestiones como gobernador, sigue siendo un exponente de la no política, leal en todo su ser al cristinismo a pesar de no actuar en consecuencia, Scioli ya no cuenta con el favor de la dirigencia del peronismo bonaerense e intenta hacer pie en un escenario que le es completamente ajeno y en el cual se mantiene a flote más por culpa de las investigaciones judiciales contra funcionarios de su gobierno que por mérito propio.

De todas maneras, su vuelta al Congreso, con ausencia durante la sesión para aprobar el ajuste a los jubilados incluida, es un dato en sí misma y ahora habrá que ver si el ex motonauta tiene pasta para reinventarse desde el llano o si ya agotó todo su capital.

Aníbal Fernández

Siempre de lengua filosa y con un discurso entrador, el ex candidato a gobernador del kirchnerismo está siendo investigado por un supuesto desvío de fondos a través del programa Fútbol para Todos y ya poco se habla de la investigación que lo vinculó con el tráfico de efedrina, mientras que los relatos periodísticos aseguraban que Fernández era "la morsa", el personaje al que se referían algunos testigos de esa causa.

Pero no solo a fuerza de expedientes judiciales es que el ex intendente de Quilmes volvió al ruedo, sino también porque en las últimas semanas tuvo un marcado distanciamiento de Máximo Kirchner y La Cámpora, que no hizo más que ratificar algo que ya se había advertido tras el desafuero de Julio De Vido.

Sin los grandes medios denostándolo, y sin los medios K proyectándolo a la primera plana, Aníbal igual se las rebusca para no perder su lugar en el selecto grupo de los elegidos y por eso tiene bien ganado su lugar.

Verónica Magario

Si bien esta varios escalones por debajo de Vidal y CFK, la intendenta de La Matanza es sin dudas una de las mujeres fuertes de la política bonaerense y así lo demostró a lo largo de todo el año, cuando no tuvo problemas en plantarse ante el presidente y la gobernadora para reclamar por obras y fondos para su distrito cada vez que pisaron tierra matancera.

Pero a pesar de esto le tocó enfrentar el decidido avance del proyecto de división de su distrito, algo que se ha convertido en una verdadera obsesión para el macrismo, que, al no encontrar forma de entrarle al electorado, busca dividirlo para cosechar el voto PRO de la zona norte, lindante con CABA, donde hace años que el peronismo tiene dificultades para mantener su caudal.

Magario llegó a sonar como cabeza de lista en el caso de que Cristina no se presentara, aunque como decía Néstor Kirchner, "si sonas para un cargo sonaste", y al menos por ahora la jefa comunal seguirá dirigiendo los destinos de su municipio.  Eso sí, a lo largo de este año demostró que tiene pasta para mucho más.

Mario Secco

El último de los personajes de este listado cobró total relevancia en las últimas dos semanas tras su irrupción en el recinto de la Cámara de Diputados, lo que le valió una denuncia y posible pedido de detención que podría materializarse en cualquier momento, sin embargo, a lo largo de todo el año fue uno de los primeros en animarse a cuestionar los criterios para el envío de fondos de la provincia y a reclamar políticas de seguridad en lugar de maquillaje.

El tiempo le dio la razón al intendente de Ensenada y ahora varios de sus pares también advierten que la tan publicitada obra pública está claramente direccionada a distritos gobernados por el oficialismo y que muchas veces son más los condicionamientos que los beneficios en medidas como el pacto fiscal que promueve el ejecutivo.

Secco es el primer opositor de todos los intendentes y lo hace desde una posición cómoda en la que sus propios adversarios políticos admiten el buen trabajo que desde hace años viene desarrollando al frente de la comuna.

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