Perros salvajes generan temor en una zona rural de Alcaraz

Perros salvajes generan temor en una zona rural de Alcaraz

Alrededor de 70 canes merodean en una zona rural de Alcaraz. El ataque a dos terneros y que el hambre lleve al malón canino a comerse las propias crías, inquieta a los vecinos. Se teme por la integridad física de una anciana y su hijo.

Una anciana de 84 años y su hijo de alrededor de 50 viven rodeados de unos 70 perros en una zona rural, a 15 kilómetros hacia el norte de Alcaraz (Departamento La Paz). La jauría genera la inquietud de los vecinos ya que, entre otras cosas, dos terneros fueron atacados por la jauría hasta darles muerte. La gente del lugar también teme por la integridad física de la mujer, el hombre y también de cualquiera que pueda pasar por allí ya que los caninos en grupo no son dóciles para obedecer órdenes. 

La preocupación sobre quienes han alojado a los animales se sustenta en que la mujer padecería algunos problemas de salud y su hijo sufriría adicción al alcohol. A su vez, la zona en la que viven estas personas junto a la jauría no es de fácil acceso. Se encuentra a unos 500 metros de la calle más cercana. Anteriormente, existía un camino que llevaba a la casa pero la maleza hace tiempo tapó la senda. 

Otro dato que alarma es que entre la jauría no se observan crías. Según dijo a El Diario el integrante de la Asociación Protectora de Animales de Alcaraz, Víctor Molina, este fenómeno turbador se debe al hambre que cunde entre los perros. 

Hasta el momento, la policía ha tomado las denuncias de los ataques a los vacunos y se ha hecho presente en el lugar para constatar la presencia multitudinaria de perros. A su vez, hace dos semanas dos integrantes de la Asociación Protectora de Animales de Alcaraz fueron a observar la situación. En este sentido, Molina contó que desde la entidad esperan que intervengan los organismos públicos para atender la compleja situación ya que se ha convertido en un peligro para toda la comunidad. “Queremos llamar la atención para que esto no pase a mayores y se actúe a tiempo, antes de que sea tarde”, dijo. 

Molina observó que la mayoría de los canes se encuentra en estado de debilidad debido a la flacura y las enfermedades. De todos modos, remarcó que los animales con hambre se vuelven especialmente agresivos. 

Por otra parte, el proteccionista expuso la complejidad de la situación: “una cosa es tratar un animal doméstico y otra un perro que vivió en estas condiciones”. Lo expresado se vincula con los posibles destinos que se podría dar a los animales. Entre otras cuestiones, se imponen interrogantes como: ¿Quién se puede hacer cargo de estos animales? ¿En qué refugios se los puede alojar? ¿Cómo se debe actuar en estos casos donde está en potencial peligro la salud de las personas y de otros animales? 

Molina insistió en la necesidad de tratar el problema desde el ámbito público ya que es un problema de todos los vecinos. 

La Asociación Protectora de Animales de Alcaraz existe hace dos años. Diez personas se desempeñan allí ad honorem con el principal objetivo de que no proliferen los perros “callejeros” y que se extienda la tenencia responsable. 

En este marco, han realizado 160 castraciones para regular la natalidad de los canes. A su vez, bregan para que los perritos sean adoptados porque de lo contrario se convierten en un problema de salud pública. 

Al mismo tiempo, han tratado casos de caballos maltratados por sus dueños. También han insistido para que se tomen las medidas de seguridad necesarias con los perros de razas potencialmente violentas. 

Para prevenir los problemas que se pueden generar a partir de la convivencia con los perros, se busca la educación de las personas. El objetivo es que no haya abandonos, adopciones descuidadas o malas condiciones para la vida de los canes. Los animales no tienen muchos más recursos que el instinto para conseguir comida, agua, defenderse o atacar. Depende de los hombres bajar los niveles de agresividad y peligro para propios y extraños. 

Normativa 

En Entre Ríos existe desde 2011 la ley Nº 10.029 que regula la tenencia, crianza y adiestramiento de perros potencialmente peligrosos con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas, de otros animales y de las cosas. 

La norma define como perros potencialmente peligrosos a aquellos que estén incluidos dentro de una tipología racial que por su carácter, tamaño o potencia de mandíbula, tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas, a otros animales o bienes. Se hace extensiva la categoría de “peligrosos” a animales que hayan evidenciado, mediante denuncia, antecedentes de agresión.

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