Dos perpetuas a la inseguridad privada

Dos perpetuas a la inseguridad privada
El ex basquetbolista Alejandro Bertotti y el joven Leandro Forti fueron condenados a perpetua en San Francisco por el crimen de la esposa del primero, Natalia Vercesi, quien estaba embarazada. Habían simulado que sufrieron un asalto al entrar en su casa.

En San Francisco, Córdoba, un jurado popular emitió dos condenas a perpetua por el caso conocido como el crimen de Natalia Vercesi, de 27 años, cometido por su marido, el ex basquetbolista Alejandro Bertotti, de 37, y un joven cómplice, Leandro Forti, ahora de 21 años. Ambos fueron condenados a perpetua acusados del asesinato con 24 puñaladas de Vercesi, quien se encontraba embarazada de cinco meses. El crimen tuvo lugar el 8 de julio de 2009 en San Francisco. El jurado dio por probado que Bertotti había contratado a Forti para asesinar a su mujer ingresándolo a su propia casa en el baúl de su auto y luego denunciando que los habían asaltado en el momento en que entraba en el garaje. En aquel momento, muchos medios clamaron contra la ola de inseguridad. Efectivamente, se trataba de su costado más privado.

Bertotti había relatado inicialmente que intentaron asaltarlos cuando entraba en su casa con su mujer, en San Francisco. Pero después dio otra versión, dijo que el crimen lo había cometido Forti en venganza en su contra porque quiso abrirse de un negocio de drogas que el joven pensaba realizar.

La versión del asalto, que en su momento agitó los ánimos de las cruzadas contra la inseguridad, duró apenas desde el 8 de julio de 2009 hasta el 25 de ese mes, cuando Leandro Forti se presentó ante el fiscal que investigaba el crimen, Bernardo Alberione, para declarar que Bertotti le había pagado cinco mil pesos de adelanto para asustar a su esposa, y le pagaría 10 mil más una vez cumplido el encargo. Forti sostuvo que con un caño metálico golpeó en la cabeza a la mujer, pero no la había matado y después golpeó a Bertotti para simular un ataque.

Durante el juicio se determinó que Bertotti sospechaba que su mujer tenía un amante (él también le era infiel) y que esa presunción fue clave en su determinación para organizar el crimen.

Antes de la lectura de la sentencia, Bertotti sostuvo que estaba “viviendo una pesadilla”. También dijo: “Pido justicia especialmente por mi hija Julieta”, de un matrimonio anterior, y se declaró inocente. Forti también declaró y aseguró no haber matado a nadie y le recriminó al fiscal que instruyó la causa no haberle dado acceso a un centro de rehabilitación tal como le había prometido. “El señor (fiscal Bernardo) Alberione me ofreció un centro de rehabilitación y ayuda a mi familia y a mí, y yo de eso no recibí nada. Yo desde el primer momento dije la verdad y sigo diciendo la verdad y sigo con la participación en el hecho”, dijo Forti. “Estuve ahí, tuve mi participación y me fui. Por eso hoy estoy acá y me siento solo y más vale que tengo que pagar.” Pidió luego disculpas a la familia de la víctima.

Antes había hablado la madre de Natalia Vercesi, Rita Ercole. Pidió ante el jurado popular y el tribunal de la Cámara del Crimen de San Francisco que se haga “justicia”. “Lo único que pido es justicia por mi hija y para su nena porque nada justifica semejante crimen. No hay motivo tan grave que justifique un crimen tan horrendo.”

El fiscal del juicio, Víctor Pezzano, pidió que Bertotti sea condenado como “autor material del delito de homicidio calificado por el vínculo, pago de precio y promesa remunerativa, alevosía, ensañamiento y aborto en concurso real”. Y para Forti solicitó la misma condena, pero por homicidio calificado. Los defensores de ambos imputados solicitaron la absolución al asegurar que no hay suficientes elementos en su contra y que las pruebas fueron manipuladas. Roberto Bertotti, padre del viudo, denunció ayer al fiscal Alberione, por las muchísimas irregularidades que cometió, mal desempeño y manipulación durante la investigación.

Los tres jueces del tribunal de la Cámara del Crimen de San Francisco, en su papel de jueces técnicos, y ocho jurados populares, decidieron por unanimidad de los jueces y mayoría del jurado condenar a perpetua a ambos. El fallo, cuyos fundamentos serán leídos el 30 de mayo, generó satisfacción en la familia de la víctima, que en julio de 2009 había creído la primera versión que dio Bertotti sobre la muerte de la joven, cuando dijo que fueron atacados por ladrones en su casa.

Rita Ercole consideró que “se nos dio vuelta la vida, tenemos que seguir adelante para luchar por ella y por la criatura que se quedó prácticamente sin nada”, dijo la mujer en alusión a la hija mayor de Bertotti. La lectura de la sentencia contó con un operativo amplio de seguridad policial, dado que el fallo era seguido en la sala de audiencias y en la puerta del tribunal por casi 200 personas.

Comentá la nota