Además de la vicepresidencia de Diputados, el peronismo busca lugres en el Tribunal de Cuentos y garantizar la silla del Defensor del Pueblo, sin adjuntos y sin el recorte presupuestario que se preveía para 2017. El elegido para ese cargo sería el exdiputado Guido Lorenzino.

Diciembre corre y aún no hay certezas de que el Presupuesto 2017 y el Endeudamiento que requiere María Eugenia Vidal vayan a ser aprobados en la Legislatura. Como se sabe, el foco de conflicto  está en la Cámara de Diputados, donde la correlación de fuerzas es más equilibrada entre Cambiemos, Frente Renovador y los variados bloques del peronismo. Más allá del “pacto de gobernabilidad” que Vidal y Sergio Massa plasmaron en 2015 para este año, que tiene su correlato en el apoyo de los legisladores massistas al Presupuesto, la Gobernadora si o si necesita de los votos del peronismo para poder tener sancionada la ley.

Si bien el punto nodal de discusión entre el peronismo y funcionarios de Gobernación es la baja en el monto del millonario Endeudamiento que pidió Vidal (que supera los 90 mil millones de pesos), donde se habla de achicar la cofra a 45 mil millones o 52 mil milones, existen otros factores que intendentes y legisladores peronistas ponen sobre la mesa para negociar el apoyo. Según pudo saber INFOCIELO, la “Mesa de Unidad” que gestó el peronismo en la Cumbre de Lobos pidió -nada más y nada menos- la Vicepresidencia de Diputados, que actualmente ocupa el diputado de Cambiemos Manuel Mosca. “Queremos la Vicepresidencia de la Cámara”, le dijo un legislador a este portal.

El pedido tensa el tablero ya que afecta el acuerdo de Vidal y Massa, que consta de un sistema rotativo en las autoridades de la Cámara Baja. En los planes, el actual presidente, Jorge Sarghini del massismo, tiene que hacer un enroque con el vicepresidente, Manuel Mosca, para “cumplir el acuerdo”. Ese esquema es el que se anunció, con la salvedad de que Sarghini decidió no ocupar la Vicepresidencia y dejar el lugar para un colega de su espacio, que sería Ramiro Gutiérrez. Cabe destacar que la vicepresidencia I es ocupada por Marcelo Feliú del bloque FpV-PJ.

Con las pretensiones del peronismo, ese esquema se ve afectado por varios factores. Por un lado, amenaza el cumplimiento del último punto del “pacto de gobernabilidad” que gestaron Cambiemos y el Frente Renovador, con la secuela de que Massa ordene a sus diputados no acompañar el Presupuesto y Endeudamiento. Por el otro, según el reglamento de la Cámara de Diputados (hay varias lecturas y decodificadores al respecto), tienen que renunciar todas las autoridades para poder plasmar el nuevo esquema, ya que el mandato es de dos años.

Según pudo saber este portal, el peronismo presiona por ese lado: muchos conjeturan con la posibilidad de que “no haya acuerdo” y que el esquema de autoridades quede como está actualmente, con lo cual el más perjudicado sería el oficialismo. Además, como otros puntos de negociación, piden más cargos de gestión en la Cámara de Diputados, en el Tribunal de Cuentas y, sobre todo, la Defensoría del Pueblo “sin adjuntos y sin rebaja de presupuesto”. Este portal pudo saber que Vidal y su mesa chica están dispuestos a darle la Defensoría el peronismo, pero aún ese espacio no les llevó ningún nombre, aunque por ahora suena el del ex diputado Guido Lorenzino. “Lo tiene  que resolver el peronismo”, sostienen desde las altas esferas de Calle 6.

Cabe recordar que a principios de octubre, el Grupo Fenix, comandando por los intendentes Verónica Magario y Gustavo Menéndez, mantuvo una cena con el jefe de Gabinete de Nación, Marcos Peña y el ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai, donde entre otras cosas se puso sobre la mesa la posibilidad de que se le de al peronismo la Vicepresidencia de Diputados.

Más allá de las discrepancias internas entre los bloques derivados del FpV (FpV, FpV-PJ y Peronismo para la Victoria-FpV), los alcaldes y legisladores afirman que “están negociando juntos”. Sin embargo, también está en riesgo la frágil “unidad”, sea porque Gobernación logre partir esa comunión y logre los votos que le hacen falta para aprobar Presupuesto y Endeudamiento o que, incluso, La Cámpora –representada en el bloque FpV- decida no apoyar ningún acuerdo. “Se trata de no quedarnos afuera, por eso todos están negociando con el mismo objetivo”, resume un legislador. En sus cálculos más optimistas, los alcaldes y legisladores sueñan con lograr la “unidad” –al menos para este escenario- y poner sobre la mesa los 36 votos que suman los tres bloques, más el del monobloque Peronismo Bonaerense de Mónica López. Por lo pronto, la semana que viene las reuniones entre intendentes y legisladores del peronismo continuarán y hasta alguno se animó a pronosticar que “con suerte en la semana previa a las fiestas podamos aprobar Presupuesto”.