La celebración del Congreso del Partido Justicialista bonaerense que tuvo lugar el jueves último en La Matanza fue el ordenador necesario de cara a despejar el camino rumbo a los comicios legislativos que tendrán lugar en octubre próximo. La provincia de Buenos Aires, uno de los ocho distritos nacionales donde además de diputados y legisladores provinciales también renueva senadores, será el principal teatro de operaciones.

Conscientes de ello, la conducción del peronismo en ese distrito decidió contener a todos los sectores internos sumando nuevas sillas a la mesa de los apoderados partidarios. Por un lado para arrimar a los que aún no estaban representados, y por el otro, para terminar con el dominio de “la lapicera” que en algún momento capitalizó la ex presidenta Cristina Fernández, quien en las presidenciales de 2015 puso varios candidatos a dedo, los que a decir de un intendente del conurbano consultado,” no tenían un solo voto detrás, lo que nos terminó llevando a la derrota”.

El PJ le puso fin al dominio

de “la lapicera” de Cristina

Sin embargo y aunque aún no haya anunciado si será candidata o no, y si lo hará por dentro del peronismo o en un Frente Ciudadano -espacio que viene fogoneando-, cierto es que pese al bombardeo judicial y mediático a que se ha sido sometida en el último año, la ex mandataria mantiene trás de si un electorado fiel, que según las encuestas le auguran futuros buenos resultados en caso de decidir competir.

Aspiran recuperar el

terreno perdido en 2015

Ese dato, que no les pasa desapercibido a intendentes ni a dirigentes de peso, la llevan a conservar cierta preeminencia dentro de las estructuras del PJ provincial.

Un ejemplo de ello es que de los 7 nuevos apoderados provinciales, dos pertenecen al riñón del kirchnerismo, tal el caso de los jefes comunales Francisco Durañona (San Antonio de Areco) y Juan Patricio Mussi (Berazategui), en tanto que su par Ariel Sujarchuk (Escobar) integra el Grupo Fénix, espacio que a diferencia del Esmeralda, busca sumar al kirchnerismo, pero con atribuciones acotadas. Todos ellos se sumaron a un camporista puro como el diputado Eduardo “Wado” de Pedro y a un histórico como Jorge Landau, quien además es apoderado del partido.

En lo concreto y más allá del reordenamiento realizado desde la conducción encabezada por el matancero Fernando Espinoza, lo cierto es que las elecciones legislativas asoman en el fi rmamento y aún resta defi nir si los candidatos se medirán en Primarias Abiertas o serán elegidos por consenso.

Los nombres de Cristina, Daniel Scioli, Florencio Randazzo y Julián Domínguez son los que se repiten en las tertulias partidarias como posibles contendientes, pero está claro que en esta ocasión los intendentes tendrán un protagonismo importante a la hora de postular aspirantes a integrar las listas.

El peronismo se esperanza en dar batalla en aquellos territorios donde no es gobierna, aspira recuperar los espacios perdidos en 2015 y a definir un nuevo liderazgo que en 2019 les permita echar por tierra con las aspiraciones reeleccionistas del presidente Mauricio Macri.