Peronismo sin Kicillof

Peronismo sin Kicillof

El gobernador no fue al Congreso del PJ. Tampoco mandó emisarios, como hizo el Presidente. Solo estuvo la ministra Raverta. No busca construir su propio ismo y se enfoca en la gestión.

 Por FACUNDO COTTET.

“Creemos oportuno expresar nuestro anhelo de que el Gobierno nacional logre un afianzamiento del federalismo con participación efectiva de las provincias, para un desarrollo regional y equilibrado que tanta falta le hace a la República”. El documento final del Congreso Nacional del Partido Justicialista va en consonancia con el pedido del mandatario bonaerense Axel Kicillof de tener mayor coparticipación. Sin embargo, el gobernador de la provincia más grande no formó parte del Congreso ni envió emisarios, como sí lo hizo el presidente Alberto Fernández. Prefiere enfocarse en la gestión y reniega de una construcción política que dé forma a su propio ismo. No se mete en el barro de la discusión de la pata bonaerense del PJ que este jueves estuvo referenciada en un grupo de intendentes que, por el contrario, sí demuestra su afán de ensanchar su espalda en el esquema peronista. La (fallida) postulación del jefe comunal Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) a la presidencia del partido a nivel nacional es un claro ejemplo de aquello.

Inorgánico aunque autodeclarado defensor de la justicia social, Kicillof avanza en políticas públicas con matriz peronista, busca que el Estado esté en el centro de la escena pero no se mete en las aventuras y desventuras del partido. “Acá hay demasiado trabajo”, sintetizó a Letra P un funcionario de Gobernación.

Este jueves, el Ejecutivo bonaerense estuvo representado en el acto en el barrio de Caballito por la ministra de Desarrollo de la Comunidad, Fernanda Raverta, y la vicegobernadora, Verónica Magario. Raverta es congresal desde antes de asumir como funcionaria. También estuvo el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermin, quien hoy juega con la camiseta del gobernador. 

En La Plata miran de costado las discusiones y el pulso partidario del PJ. Para el gobernador la única dirigente que sobrepasa la cuestión partidaria es Cristina Fernández de Kirchner, su única conductora. El PJ es una las patas del Frente de Todos que llevó a Kicillof a la gobernación, como también lo es el Frente Renovador de Sergio Massa o el Partido Encuentro de Martín Sabatella, que este jueves sí apareció por el predio de Caballito.

 

Kicillof no tiene intenciones de ampliar su propia estructura política. Prefiere gastar sus horas en la gestión bonaerense. En la conformación de su gabinete no hubo sorpresas: toda gente de su confianza y en ese nicho se mueve. Prefiere la familiaridad de los propios a expandir su fronteras.

Así lo comprendieron los intendentes, que terminaron aceptando que el mandatario rompió con una “lógica” de darles lugar a los jefes comunales en el esquema de gobierno. La foto sigue mostrándolas separadas, pero bajó la tensión entre las partes. Este miércoles, en la previa del Congreso en Ferro, el PJ bonaerense sacó un comunicado en el que expresó su apoyo “al proceso de restructuración de la deuda externa” tanto de Fernández como de Kicillof.

“Cada uno de nosotros y nosotras tiene base en el territorio. Nuestra Provincia es compleja y diversa. Como dijo Axel en el inicio de sesiones de la Asamblea Legislativa, Buenos Aires es la víctima preferencial del neoliberalismo, porque es el corazón productivo y social de la Argentina”, expresó el PJ que conduce el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez

En el mismo sentido se expresó luego del encuentro el jefe comunal de Esteban Echeverría y vicepresidente del partido en la provincia, Fernando Gray: “Hay que continuar trabajando en línea con el presidente de la Nación, que está tomando medidas vinculadas a los principios básicos de la doctrina peronista”.

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