Peronismo dividido en Mendoza: Paco Pérez podría dejar la presidencia

Peronismo dividido en Mendoza: Paco Pérez podría dejar la presidencia

La renovación sería tras las elecciones. Los que buscan su salida quieren una conducción que fortalezca el partido. Otro sector dice que quienes lo quieren fuera son los mismos que impusieron el desdoblamiento electoral.

Aguantar para que no se muestren las costuras. Esa parece ser la consigna del peronismo mendocino que, aunque dividido y crujiente, hace lo imposible para llegar a las elecciones del próximo domingo sin sobresaltos que impacten en las urnas. Si bien desde adentro hay fuertes rumores de que el gobernador Paco Pérez podría renunciar a la presidencia del partido días después de las presidenciales –su mandato expira el año que viene–, salida fogoneada por quienes le enrostran la división del partido y la devaluada relación con Casa Rosada, los más racionales piensan, primero, en cumplir con el mandato nacional de que Daniel Scioli no pierda en estas tierras y más tarde, en cobrarle algunas facturas que se acumulan. 

“Desde Casa Rosada nos ven desordenados, saben que dependemos de que el Banco Nación nos auxilie para no asfixiarnos económicamente y además, nos siguen facturando el desdoblamiento de las elecciones que nos costó perder la provincia y seis intendencias, armando una lista que después no pudimos aguantar y tuvimos que ir a modificar y refrendar en Buenos Aires”, dice con autocrítica un legislador nacional del Frente para la Victoria, que entiende que apenas pasen las elecciones nacionales “sea cual sea el resultado, el peronismo mendocino se debe un debate y una renovación de conducción que le permita fortalecerse para ejercer con fuerza el rol de oposición” que le espera para los próximos 4 años.

En ese equipo parece inscribirse el sector azul, que hoy se sostiene en los intendentes que lograron reelegirse y serán estandartes del peronismo que viene. 

Si bien el rumor de la salida de Pérez de la presidencia del partido se instaló en los últimos días, tanto que el mismo gobernador admitió: “No tengo ningún inconveniente. Nadie conduce a quien no quiere ser conducido”, los que se esperanzan en un triunfo de Daniel Scioli en tierras mendocinas, creen que esa discusión debe esperar. 

“Quienes plantean una salida de Paco en estos días son funcionales a la oposición y sólo quieren mostrar una Mendoza incendiada. Son los mismos que promovieron el desdoblamiento, que tan caro nos costó, y los que terminaron aprobando el endeudamiento que pidió Alfredo Cornejo”, dicen desde el kirchnerismo puro menduco, poniendo en la mesa la división que hoy atraviesa el partido. 

Quien podría sucederlo

Pensando en que el gobernador Paco Pérez pudiera renunciar a la presidencia de su partido en la provincia después de las elecciones nacionales, los mismos dirigentes locales se animaron a pensar en posibles escenarios tras su salida. 

“Él tiene mandato hasta el año que viene, pero si renuncia quedaría en la presidencia Carlos Ciurca o alguien de las tres secretarías que los suceden en orden de mando. Hay que hacer funcionar el partido como está”, se resignan los más conservadores. 

“Podría salir de nuestro sector el sucesor, pero más allá de eso, lo que nos debemos es la discusión interna de lo que perdimos y no pudimos mantener”, dicen los azules, sin animarse a dar nombres de quien pueda reunificar y conducir el peronismo mendocino. 

Lealtad dividida

El 17 de octubre, sin dudas, el día más importante para el peronismo nacional, pasó en Mendoza desdibujado. 

Mientras el gobernador y presidente actual del partido llegó a la escuela hogar Eva Perón rodeado por cuatro ministros y acompañado por la diputada y candidata a senadora Anabel Fernández Sagasti, el resto de los dirigentes y también candidatos eligieron recordar esa fecha en actos que se realizaron en El resguardo, en Las Heras, en Guaymallén, Santa Rosa y Maipú.

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