El peronismo amenaza con unirse para rechazar el mega decreto de Macri

El peronismo amenaza con unirse para rechazar el mega decreto de Macri

Rossi lo propuso y el bloque de los gobernadores lo respaldó y prepara reunión con Pichetto

El peronismo tantea unirse en el Congreso para rechazar el DNU que reformó parte de la estructura del Estado, aunque una artimaña de Emilio Monzó lo haría muy difícil.

La propuesta la hizo el diputado Agustín Rossi, jefe del bloque kirchnerista, y pronto encontró eco en el Bloque Justicialista, referenciado en los gobernadores peronistas y en sintonía con el de Miguel Pichetto en el Senado.

 

"Los opositores, si tenemos mayoría y si tenemos 129 votos, podemos hacer sesionar la Cámara de Diputados y convocar a una sesión especial para derogar el DNU", propuso el santafesino y no tardó en recibir respuestas positivas.

Rossi propuso unir las mayorías opositoras para impedir que Macri gobierne por decreto. El bloque de los gobernadores peronistas lo respaldó y buscarán una estrategia común con Pichetto. 

 

La principal llegó en un comunicado del BJ, liderado por el salteño Pablo Kosiner, que también preside el interbloque federal junto a referentes de mandatarios provinciales de varios colores políticos.

 

"El DNU 27 atenta contra el rol del Congreso y la transparencia. El Gobierno tiene que respetar el debate parlamentario, no se puede saltear al Congreso de la Nación en una reforma que contempla áreas verdaderamente sensibles para el funcionamiento del Estado y el futuro de los argentinos", rechazaron los 19 miembros de esa bancada.

 

"Con este mega Decreto en pleno verano el oficialismo pretendió encontrar a los argentinos desprevenidos, si no se analizan con seriedad estos cambios pueden generar resultados muy nocivos para el país", aclararon.

 

 

 

Con Diego Bossio a la cabeza, consideraron "inconstitucional" que el megadecreto haya habilitado fideicomisos con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de ANSES y lo haya excluido de la ley de contrataciones públicas.

 

"No se acredita ninguna urgencia ni circunstancia excepcional que amerite no cumplir con el trámite parlamentario de la sanción de la norma. Estas modificaciones no conducen a un Estado menos burocrático sino que intentan alterar estructuras legales de transparencia y responsabilidad estatal que son elementales", concluyeron.

 

La posible unidad

 

 

 

Como dice Rossi, unidos, el interbloque federal, el massismo y el kirchnerismo quedan a poco más de una decena de votos del quórum, que pueden reunir con otras bancadas opositoras menores.

 

 

 

Ya se anotó la santafesina Alejandra Rodenas, ex rival de Rossi en las internas y con un monobloque. "Es inadmisible que se modifiquen temas tan sensibles como la inembargabilidad de las cuentas sueldo por decreto, El Poder Ejecutivo avasalla gravemente la división de poderes", denunció.

Kosiner, Pichetto y Bossio, en una reunión a fin de año. 

 

En este escenario, en el Gobierno celebran que el comunicado lo haya firmado el BJ y no el interbloque federal, que alcanza a 31 miembros con cordobeses, misioneros y tucumanos.

 

 

 

De todos modos, fuentes del BJ advirtieron a LPO que están dispuestos a pelear por la revisión del DNU. "Pronto hablaremos con Pichetto para buscar una estrategia común", avisaron.

Emilio Monzó se aseguró que Cambiemos tenga la mitad de los votos en la bicameral que trata los decretos. De esta manera, la oposición debería presionar en el recinto para que no queden cajoneados. 

 

Aun unidos, Monzó logró que sea muy difícil voltear un decreto: como anticipó LPO, con una polémica reinterpretación reglamentaria, incluyó 5 diputados de Cambiemos entre los 8 de la bicameral de trámite legislativo, encargada de dictaminar sobre los DNU.

 

Si Gabriela Michetti sólo garantiza 3 suyos, como se espera, el oficialismo tendrá la mitad de los miembros, o sea, podrá negarse a dar quórum y dejar que Mauricio Macri aplicar sus DNU sin problemas.

 

Para frenarlo, sería necesario que las mayorías opositoras de ambos recintos se auto convoquen para exigir tratar los decretos. Una secuencia sumamente engorrosa pero que, de sólo iniciarse, altearía la estrategia presidencial de gobernar por decreto felizmente.

 

Pîchetto tiene un interbloque de 25 senadores que le alcanza con creces al Gobierno para juntar mayoría, pero también puede complicarlo si alguna vez se aliara al resto de la oposición.

 

Sólo si se le suman los 8 kirchneristas, los dos puntanos y los dos progresistas, férreos opositores a Macri, quedaría a cuatro del quórum.

 

Y podría alcanzarlo si seduce a partidos provinciales (santiagueños, misioneros o neuquinos), claves en cada conteo del Senado y tal vez, tarde o temprano, también molestos con el Gobierno por su decisión de gestionar salteando al Congreso.

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