El peronismo "alternativo" navega entre la parálisis y las movidas individuales

El peronismo

Poco más de un mes después de su lanzamiento, el espacio peronista que pretende disputar el poder en 2019 sin Cristina Kirchner navega entre la parálisis y las jugadas individuales de sus fundadores.

 

Juan Schiaretti , Juan Manuel Urtubey , Sergio Massa y Miguel Pichetto no volvieron a mostrarse juntos desde aquella tarde de fines de septiembre en la que presentaron Alternativa Argentina en sociedad. Ese día se comprometieron a sumar a otros gobernadores, legisladores y a partidos provinciales.

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Un mes más tarde, ese segundo paso no se dio y tampoco está previsto que se dé en el corto plazo. ¿Por qué? Las razones son varias. La primera es bien coyuntural. Ya cuando se lanzó el espacio, los cuatro involucrados tenían claro que no habría grandes movimientos hasta después de la sanción del presupuesto, que todavía debe superar la escala del Senado. Es que la discusión de la ley de leyes es uno de los temas que más claramente dejan al descubierto las diferencias entre los protagonistas.

Pichetto es uno de los garantes del acuerdo con el Gobierno para que el presupuesto se apruebe dentro de 10 días. Schiaretti volvió a recibir esta semana a Mauricio Macri en su provincia. El Presidente lo sondeó para que, como hizo otras veces, interceda para calmar a los gobernadores que le reclamaron a Pichetto volver a la carga con el fondo sojero. El cordobés ratificó su apoyo al presupuesto. Lo mismo hizo Urtubey. "La Argentina debe tener su presupuesto. Es importante respetar la institucionalidad", escribió el jueves en Twitter. Massa, en cambio, siguió aprovechando su condición de líbero para pararse frente al gobierno nacional. "Es un presupuesto pensando en el FMI y no en los argentinos", dijo después de mostrarse con Gerardo Zamora en Santiago del Estero el miércoles. Horas antes, el gobernador había estado con los "duros" en la tensa reunión con Pichetto.

Otra de las iniciativas que todavía no mostró avances es la de armar un interbloque que reúna a todo el peronismo no kirchnerista de la Cámara de Diputados. En ese caso, pesaron la ruptura del bloque del Frente Renovador a partir del portazo de Felipe Solá y las divisiones que expuso la media sanción del presupuesto. Cerca de Massa hicieron la lectura opuesta. "La ruptura aclara el panorama. Hay 16 diputados que quieren armar el interbloque y las conversaciones avanzan", dijeron a LA NACION.

Por otro lado, negaron que la falta de una agenda común tenga que ver con diferencias entre los cuatro "fundadores". "No hay diferencias, pero tampoco hay apuro", se atajaron. Y agregaron que, aunque la reunión ampliada todavía no está prevista, los cuatro hablan seguido.

En el entorno de Urtubey, en cambio, admitieron que ven "difícil" que haya una nueva foto en el corto plazo. "Massa y Pichetto son eventuales competidores de Juan Manuel. Es normal que cada uno se mueva por su lado y vaya incorporando apoyos individualmente sin que eso se muestre de manera formal", analizaron.

Cerca de Schiaretti, en tanto, abonaron la lógica del armado de cada uno por su lado y destacaron los contactos por fuera del peronismo. Mencionaron encuentros como el del cordobés con su par de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y los contactos de Massa con radicales y socialistas.

 

 

La primacía de la estrategia individual por sobre la del conjunto termina de verificarse en los planes de los cuatro para las próximas semanas. Schiaretti seguirá concentrado en su provincia y en los planes para ser reelegido. Urtubey intentará hacer pie en Buenos Aires con visitas a Moreno, La Plata y Bahía Blanca. Pichetto prepara actos en la ciudad, el Gran Buenos Aires y Bariloche, además de reuniones con dirigentes en Mendoza. Massa viajará a Jujuy, Corrientes, Misiones y Chubut.

 

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