El peronismo afina estrategias por la ley anti despidos y complica al Gobierno

El peronismo afina estrategias por la ley anti despidos y complica al Gobierno

El Frente Renovador y el bloque Justicialista quieren votarla como llegó desde el Senado y agregar beneficios a las pymes. El FPV busca dejarla como está. Enojo con el oficialismo. Puja con Massa.

"Mientras discutimos en el Congreso la situación del empleo, el Gobierno echó a 240 trabajadores del Anses. Muchos de planta permanente. Nosotros hemos puesto buena voluntad pero no se puede echar como perros de los organismos nacionales a gente con trayectoria”. El salteño Pablo Kosiner fue el encargado de anunciar en pleno debate de comisión en Diputados el hartazgo del peronismo con el Gobierno nacional por la discusión de ley anti despidos, que puede derivar en el armado de una estrategia conjunta de la oposición - cuyos referentes se reunieron este jueves por la tarde en el despacho de José Luis Gioja- para sancionar la norma y obligar a Mauricio Macri a asumir su derrota política y vetarla. Sin embargo, los tironeos entre Sergio Massa y el kirchnerismo por quedarse con la autoría del acorralamiento al Presidente podría hacer naufragar el plan.

El malestar estaba instalado desde el comienzo del encuentro. El bloque del Frente para a Victoria en pleno faltó a la reunión de comisión con la excusa de que el oficialismo, en acuerdo con Massa, había armado un cronograma de audiencias en el plenario de comisiones de Trabajo y Presupuesto para dilatar el debate de la ley en el recinto. Los sindicatos, que habían sido invitados al encuentro del jueves, también pegaron el faltazo. “Hace escasos días se fijó claramente nuestra posición”, dijo la CGT que lidera Antonio Caló, en una nota remitida a los diputados, en la que rechazó la invitación. Lo mismo hicieron las centrales sindicales que lideran Hugo Moyano, Hugo Yasky y Pablo Micheli. Todos coincidieron en que tanto en la masiva marcha del 29 de abril como en su anterior paso por el Congreso, dejaron clara su postura: exigen la sanción de la ley, tal como fue aprobada en el Senado.

El Frente Renovador llegó a la reunión con una posición común, más agresiva con el oficialismo que la esperada. “Solicitamos que el debate sea el miércoles que viene”, dijo Facundo Moyano. Su par Héctor Daer también disparó. “No puede ser que estemos acá discutiendo y se despida a 240 personas de Anses. No tienen ni si quiera tacto político”, dijo el diputado sindical, ante la mirada incómoda del presidente del bloque del PRO, Nicolás Massot, y el presidente de la comisión de Presupuesto, Luciano Laspina, que hasta asintieron dando la razón a Daer, que pidió “sancionar la ley lo antes posible”.

Sin la presencia de los sindicalistas, el encuentro fue breve. El oficialismo, que fijó un cronograma de debates durante la próxima semana, que patearía la sesión por emergencia ocupacionalrecién para dentro de dos semanas, admitió que había posibilidades de adelantar el tratamiento en el recinto para el jueves 12.

La presión de la oposición pesa sobre Cambiemos, que hasta altura deposita todas sus esperanzas de demorar la ley exclusivamente en Massa, que a su vez intenta contener el frente interno. Dentro del bloque del Frente Renovador – y de todo el interbloque UNA- conviven dos posturas: la del ala sindical, que quiere aprobar la ley tal como vino del Senado, y la de aquellos que creen que hay que mejorar la redacción de la norma e incluir una cobertura especial para las pymes. De la reunión que mantuvieron los miembros del interbloque el miércoles por la noche, salió una posición común: decidieron mantener la prohibición por despidos y la doble indeminzación para todas las empresas e incluir incentivos fiscales específicos para las pymes que mantengen el empleo. Además, establecerían condiciones de preferencia para el acceso al crédito y para la contratación por parte del Estado. Con esa idea llegó el bloque a la reunión de comisión.

En una posición similar está el bloque Justicialista, que preside Oscar Romeroy del que forma parte Diego Bossio. “Los problema de las pymes son el aumento de costos, la inflación, la apertura de las importaciones, la caída de consumo, la recesión. Esta ley no es contra las pymes. Estamos ante un gobierno que aplica políticas que generan inflación, recesión y encima desocupación. Tenemos que frenar esto”, dijo el sindicalista Romero.

Una vez finalizada la reunión de comisión, el debate entre los bloques representantes del panperonismo se trasladó a la oficina de Gioja, sobre la calle Riobamba. Allí estuvieron, por el Frente Renovador, Massa, Marco Lavagna y Graciela Camaño; por el bloque Justicialista, Romero y Bossio; y por el Frente para la Victoria, Gioja y Luis Basterra. De ese encuentro surgió la posibilidad de sacar un dictamen común, con el proyecto tal como llegó desde el Senado, pero agregar un apartado para las pymes, tal como quiere Massa. Eso mismo se habló durante la reunión con representantes del bloque del FPV-PJ en la Cámara alta, que preside Miguel Ángel Pichetto.

Pero pese a lo conversado en la reunión, el kirchnerismo se niega a introducir cambios. “Queremos votar la semana que viene la ley como vino del Senado. En todo caso, podemos empezar a tratar también algo específicio para pymes”, explicó un diputado kirchnerista. Esa fue precisamente la línea que el propio Pichetto conversó con Massa durante la reunión que mantuvieron el lunes, en la que le pidió que sus diputados aprueben la ley tal como fue enviada a Diputados, sin más dilaciones, y que luego piensen una norma especìfica para las pymes. En paralelo, Massa también recibe la presión de los gremios, que reclaman la urgente aprobación del proyecto.

Sin embargo, otros integrante del bloque FPV-PJ en el Senado admiten que podrían considerar algunas modificaciones, como los beneficios a las pymes, en caso de que la ley vuelva a la Cámara alta. El oficialismo sueña con ese escenario, con el cual le plantaría un desafío de poder a Pichetto para ver si consigue los votos necesarios para mantener a toda costa la redacción original del proyecto (sin los cambios de Diputados) o hay posibilidades de licuar su influencia sobre los senadores, algo que parece difìcil, considerando que la ley fue aprobada por en el Senado con los dos tercios.

Para el oficialismo cualquier escenario es complejo. Como objetivo de máxima, sueña con excluir toda prohibición de despidos del proyecto, una posibilidad que ya quedó completamente descartada. En un horizonte más modesto, cree que puede votar un dictamen en conjunto con el Frente Renovador, que incluya beneficios a las pymes. Cambiemos firmaría el dictamen en disidencia con los artículos que establecen la prohibición de despidos y la doble indemnización. Aunque eso implicaría regalarle una victoria poítica a Massa, al menos lograría que el proyecto vuelva al Senado para desafiar a Pichetto. Además, dilataría el veto de Macri, o lo tornaría parcial, en lugar de total, en función de los cambios que logre introducir. Ese es el escenario que el oficialismo consideraba como probable – y no tan malo - hasta el jueves, cuando el peronismo mostró su hartazgo en la reunión de comisión.

Pese a eso, Cambiemos depende de que Massa – en quien los negociadores del oficialismo no confían plenamente- no cierre un acuerdo con el FPV y el bloque Justicialista. El kirchnerismo, por ahora, mantiene una posición intransigente, que podría hacer caer el posible acuerdo. Pretende mantener la ley tal como está y así anotarse un triunfo frente al Gobierno, sancionando la ley del Senado y obligando al Presidente al veto total. Solo modificaría su postura en caso de que todos los bloques se comprometan a votar la ley la semana próxima – es decir, antes de lo que pretende el oficialismo - y si tiene luz verde del Senado. Un acuerdo entre todos, como el que sueña el peronismo, con Gioja la cabeza, podría coronarse la semana que viene con una foto de todos los dirigentes opositores con los líderes sindicales. Las negociaciones seguirán el fin de semana.  

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