Pérez podrá gastar $ 26 mil millones

Pérez podrá gastar $ 26 mil millones
Tanto el Senado como la Cámara de Diputados aprobaron las modificaciones a la Ley de Contabilidad que envió el Poder Ejecutivo. El PD se abstuvo de votar. Ahora el Gobierno también podrá disponer de unos 1.250 millones de pesos para endeudamiento.
Tras una intensa y desprolija jornada, la Legislatura mendocina le dio ayer aprobación definitiva a la norma que modifica la ley de Contabilidad de la provincia y por la cual el Gobierno de Francisco Pérez podrá ahora no sólo aprovechar a pleno la vigencia del presupuesto 2013, de unos $ 26 mil millones, sino que también se le habilita la posibilidad de tomar deuda, aunque este logro se alcanzó esquivando el requisito de los dos tercios de los integrantes de ambas cámaras para su aprobación.

Fue precisamente ése uno de los principales motivos de discordia en el amplio debate que se dio en la Cámara de Diputados y que media hora antes de que finalizara el lunes permitió al oficialismo festejar con ganas la ley aprobada por mayoría simple, con 23 votos favorables, los del Frente para la Victoria y sus aliados, sólo 17 votos radicales en contra y 5 abstenciones demócratas (hubo tres ausencias).

De esta manera el oficialismo hizo uso quizás por última vez de una mayoría de votos que a priori difícilmente podrá tener, al menos en el futuro inmediato, ya que el 30 de abril se renovará la mitad de las bancas tanto en el Senado como en Diputados y, particularmente en este caso, la primera minoría será radical.

Por eso la satisfacción peronista, ya que en menos de una semana, y casi sin días hábiles para analizar en comisiones o “para hacer un estudio pormenorizado del proyecto” como reclamaba la UCR, logró incorporar a la ley de Contabilidad de la provincia (3.799) un capítulo entero de la llamada “reconducción del presupuesto” que deja en vigencia lo que hasta ahora se venía haciendo de hecho, la aplicación del presupuesto 2013, pero también la posibilidad de endeudarse por $ 1.270 millones, aunque con $ 500 millones más que no fueron ejecutados en el ejercicio del año pasado.

La intención inicial era que por la mañana del lunes sesionaran los senadores y por la tarde los diputados, pero una desinteligencia logística del PJ (les faltaba la senadora Wanda Paredes, que llegó tarde desde General Alvear) hizo que pasada media hora del primer llamado, convocado para las 10.30, no se contase con el número necesario y los opositores de la UCR, Arturo Illia, PD, PRO y Frente Renovador manifestaran que al no haber quórum, la sesión fracasaba.

Los peronistas y sus aliados (Unidad Popular y Nuevo Encuentro) le encontraron la vuelta y resolvieron aprobar la interpretación del artículo 30 del Reglamento interno de la Cámara y pasar a un cuarto intermedio a las 17, y utilizar ese tiempo para buscar algún marco de alianza para aprobar la norma.

Las deliberaciones fueron intensas y fue necesario renovar el cuarto intermedio hasta las 19. En ese momento, y sin los que habían considerado fracasada la sesión inicial, el peronismo y sus amigos dieron su aprobación al proyecto, con la única abstención del demócrata Ernesto Corvalán.

Con ese antecedente en el Senado, catalogado de “nulo” por el bloque radical, pasadas las 20 los diputados se dispusieron a abordar la norma. Víctor Scattareggia fue el vocero de la UCR y tras asegurar que la sesión estaba “viciada de nulidad”, por la convocatoria irregular y porque “se trata la media sanción del Senado y no el proyecto en sí”, razón por la cual deberían haber transcurrido 24 horas, adelantó el voto negativo de su bloque a la ley y el total desacuerdo con el endeudamiento al que se habilitaba al Ejecutivo.

Así se dio una serie largos discursos y chicaneos casi folclóricos entre los representantes de los partidos, incluidos los demócratas que al igual que en el Senado, también avisaron que se abstendrían. Pero más allá de los argumentos, algunos reiterados desde hace varios meses en el marco del Presupuesto, tras tres horas se votó y los números fueron inflexibles para la UCR y terminaron favoreciendo al oficialismo, sobre todo al ministro de Hacienda, Marcelo Costa, que encabezó el festejo del PJ.

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