Pérez no se hace cargo de la crisis

Pérez no se hace cargo de la crisis

El Gobernador culpó del descalabro financiero de su gestión a la caída de los ingresos provinciales y a la UCR por no aprobarle antes el endeudamiento. También apuntó al precio del petróleo, aunque no ha variado en el mercado interno. Le pateó la pelota a Cornejo.

Francisco Pérez insiste en asegurar que la crisis financiera de la Provincia tiene su origen en que el radicalismo, conducido por el electo Alfredo Cornejo, le negó autorización a tomar deuda el año pasado y este año. Y por eso es que ahora Mendoza le debe al Banco Nación 2.300 millones de pesos.

 

Ayer, el Gobernador no dio demasiadas novedades acerca de la refinanciación de esa deuda, apenas si dijo que el ministro de Agroindustria Marcelo Costa estaba en Buenos Aires acordando la letra chica para cancelarla a mayor plazo.

“No es billete lo que se va a conseguir, sino la posibilidad de cancelar una deuda que tenemos con el principal actor financiero de la Provincia”, decía el mandatario. Lo otro es que a priori había una idea de que la refinanciación fuera a cuatro años, en pagos trimestrales a tasa badlar más 500 puntos (una tasa variable que ayer representaba 26% anual).

Lo que debemos son 2.300 millones de pesos que debían cancelarse el 30 de diciembre que viene, dinero que ya fue gastado para pagar gastos corrientes de la administración pública, particularmente sueldos de los empleados estatales. Ese esquema de devolución es algo de oxígeno frente al panorama negro que amenazaba con cortar totalmente la cadena de pagos del Estado provincial.

Es que a las arcas públicas de Mendoza entran cada mes unos 2.500 millones de pesos, si al 30 de diciembre había que cancelar 2.300 no había posibilidades de pagar sueldos, aguinaldos, ni tampoco insumos del Estado en todo diciembre.

Es curioso el reparto de culpas de Pérez, que achaca todos sus males a la negativa radical de dar endeudamiento. Es cierto que hubo presión de Cornejo y los legisladores radicales, pero el año pasado se terminó acordando recién en julio un endeudamiento de 800 millones de pesos que la Provincia no pudo tomar; le quedaron 250 millones remanentes que terminó usando este año.

Es más, en el primer presupuesto de Pérez, el de 2012, el radicalismo le autorizó 1.500 millones y 860 millones para el ejercicio 2013. Después, se acercaba el recambio de gobierno y Cornejo quería que fuera Pérez el que ajustara los gastos que venían desfasados y que seguían desfasándose. Pero eso nunca sucedió, a pesar de la promesa del Gobernador al inicio de su gestión de terminar con déficit cero.

Ahora quedará por ver, además de las condiciones de la refinanciación de la deuda con el Banco Nación, el resto del endeudamiento, 3.500 millones pendientes destinados a cubrir la deuda con proveedores, municipios y OSEP y otras entidades. “Esto es una primera etapa. No significa que no sigamos avanzando en otras etapas de la ley de financiamiento. Si no lo hace este gobierno, lo hará el próximo”. 

Sobre la forma en la que se accederá a esos 3.500 millones, Pérez dijo que “las condiciones internacionales no están dadas para un bono; Neuquén, que tiene un montón de potencialidades con las reservas de petróleo, no pudo colocar 300 millones de dólares. Tampoco lo ha hecho Chubut que está autorizado a colocar 100 millones”.

Luego, el Gobernador negó que la Provincia vuelva a tener los mismos problemas para pagar sueldos a fin de este mes y del próximo, y aseguró que con los recursos de la recaudación, más el anticipo financiero transitorio, es decir el descubierto, alcanzará para pagar los salarios. “Los recursos que vamos a necesitar que van a ser 500 millones de pesos; 250 millones ahora y 250 millones después”, dijo.

Según Pérez, el problema de su gestión no son los gastos, sino los ingresos y volvió a esgrimir los vaivenes del precio del barril de petróleo que bajó de 100 dólares a 45 dólares; lo que siempre omite es que Mendoza nunca cobró regalías por el valor internacional del barril, ni cuando estaba a U$S100, ni a los U$S45 de ahora. Siempre se pagaron las regalías por el precio puesto para el mercado interno por la Secretaría de Energía de la Nación, precio que siempre estuvo entre 60 y 70 dólares el barril.

También esgrimió como explicación de la crisis la caída de la recaudación. En realidad, intentó ser preciso a la hora de explicar que en realidad los ingresos provinciales no crecieron en la medida que el Ejecutivo especulaba.

“El año pasado teníamos una estimación del 39% de crecimiento de la recaudación y hemos tenido en el último mes, a partir del plan de pago, un crecimiento entre el 30% y el 32%. Eso tiene que ver con una caída de la actividad económica del consumo y se refleja en el principal ingreso de la provincia que es Ingresos Brutos”. 

Cuando se le consultó a Pérez por el malestar de Cornejo por no ser invitado a la reunión con la Presidenta del miércoles, volvió al tono anterior a la elección de junio: “Aunque a algunos les haya molestado y hayan contestado de manera descalificativa y agresiva, me parece que hubo un lugar institucional en donde se presentó una provincia que tiene dificultades con la presidenta de la Nación para resolver esas dificultades”.

 

¿El Nación sigue como agente financiero?

Entre las curiosidades de la explicaciones del Gobernador, hay un par de frases sugestivas. Una es cierta asociación entre el acuerdo alcanzado el miércoles con el Banco Nación y la continuidad de esa entidad como agente financiero: “Ahora trabajamos en distintas etapas de ese financiamiento (de los 5.800 millones aprobados en Legislatura). La primera etapa es esta. Tengo que emitir una misiva la semana que viene de que hay voluntad de la provincia de Mendoza para que el banco continúe como agente financiero”.

Así, dos oraciones que podrían haber estado separadas, fueron unidas por el Gobernador, como si una fuera condición de la otra. Algo que pareció ratificar poco después: “Si el Banco Nación va a ser por los próximos cinco años el agente financiero, primero había que reestructurar la deuda y después trabajar en otros financiamientos a futuro”.

Fuera de este tema, dedicó algunas líneas a la interna del PJ y tácitamente admitió que los jefes territoriales le pidieron la renuncia a la presidencia partidaria. Se le preguntó y en lugar de negar la especie dijo: “No tengo ningún inconveniente. Nadie conduce lo que no quiere ser conducido”.

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