Sin los porcentajes y triples acostumbrados, y sin Clancy –cinco personales- y Orlietti -lesionado- en el final, el mens-sana sucumbió ante un Peñarol -también perdió a Giorgietti por una lastimadura- que mostró un gran poderío y el brillo excluyente de Martín Osimami.

En un buen partido, los primeros movimientos apuntaron decididamente al juego interno y así los dos sumaron respectivamente a través de Clancy y Leiva, de todas maneras los visitantes sacaron la diferencia con los triples de Osimani, que aprovechó que el rival no se “habló” en defensa para tirar con mucha libertad.

Continuó pareja la segunda parte, donde el Verde no tuvo muchas opciones de lanzar desde afuera, pero encontró respuestas en el poste bajo con Clancy. De todas maneras Peñarol comenzó a mostrar su jerarquía con un “solo” de Osimani, que con altos porcentajes (4 de 4 en triples), en algunas oportunidades ni siquiera inició el sistema. Orlietti se retiró lesionado.

Se “achicó” el partido totalmente en el tercer parcial, aunque los marplatenses trabajaron la ventaja ante un Verde que no estuvo del todo preciso y que siguió sin poder abrir el aro desde el perímetro.

Con asfixiantes defensas -la visita ya no estuvo tan lúcida- Comodoro consiguió empardar al principio del cuarto final, paridad que se sostuvo hasta el cierre. A pesar de todo en ese instante el que estuvo más fino fue Peñarol que festejó con un indetenible Osimani y un tremendo triple de Sahadi a menos de un minuto. Clancy se fue por cinco personales a 4’ y 33’ del epílogo y Orlietti no regresó.