Perdigones y gases lacrimógenos, en otra noche de represión en Caracas

Perdigones y gases lacrimógenos, en otra noche de represión en Caracas
Policías y la Guardia Nacional cargaron contra estudiantes. Hay un fotógrafo herido. Dura denuncia de la ONU.
La espiral de violencia no se detiene en Venezuela. El viernes a la noche, y gran parte de la madrugada del sábado, grupos de manifestantes antigubernamentales cortaron varias calles en el este de Caracas y se enfrentaron con unidades antimotines.

Hubo varios heridos y al menos 26 detenidos.

Las protestas se iniciaron a media tarde para pedir la liberación del dirigente opositor Leopoldo López. Una de las concentraciones principales fue en la plaza central de Caracas, aunque luego se extendieron a otros sectores. La policía, que tiene orden de no permitir nuevas marchas, intentó dispersarlos violentamente.

“Nos empezaron a reprimir como a las seis de la tarde; vinieron policías desde varios ángulos y empezaron a disparar perdigones y bombas lacrimógenas a los jóvenes que estaban allí en resistencia pacífica”, contó el diputado Juan Guaidó, de Voluntad Popular (VP). El choque duró varias horas, incluyendo corridas por varias avenidas céntricas.

Entre los heridos se encuentra un fotógrafo de la agencia EFE, Miguel Gutiérrez, quien recibió un impacto de perdigones en sus manos. El ataque se produjo en momentos en que el profesional cubría una de las marchas, en el barrio de Chacao. Varios individuos sin identificar con armas largas estaban ubicados en un balcón de la Torre Platinum, sede del Servicio Penitenciario, disparando hacia los manifestantes y, al advertir que estaban siendo fotografiados por Gutiérrez y otros reporteros gráficos, dispararon directamente contra el grupo.

En tanto, Yorman Pantoja, coordinador de Red en Defensa de los Derechos Humanos, denunció que arbitrariamente efectivos policiales y de la Guardia Nacional detuvieron a 26 personas en Chacao, uno de los barrios más calientes y de mayor oposición al gobierno de Nicolás Maduro. La gran mayoría de los apresados son estudiantes, pero también hay algunos trabajadores de la zona.

La situación en Venezuela llegó a tal punto que los enfrentamientos se hicieron cotidianos. Las protestas estudiantiles y vecinales en reclamo de medidas contra la inseguridad, la inflación y el desabastecimiento de productos derivan regularmente en incidentes violentos entre grupos radicalizados –que utilizan bombas incendiarias caseras y piedras– con brigadas antimotines. Desde que comenzaron, a principios de febrero, el número de muertos llega a 39 y el de heridos a 600.

La sede de Naciones Unidas (ONU) en Caracas expresó su preocupación por la cifra de víctimas y el accionar represivo de las fuerzas de seguridad. “La ONU en Venezuela se encuentra altamente preocupada por el alto costo en vidas humanas que se ha registrado en el país con motivo de las protestas”, expresó en un comunicado, donde también pide a los venezolanos “que se asegure, respete y valore el derecho a la vida”.

El organismo pidió que no se reprima a los estudiantes que acampan hace 12 días frente a su sede, cosa que la policía intentó varias veces. “Respetamos y solicitamos que se respete el derecho de manifestarse pacíficamente al nutrido grupo de jóvenes acampados frente a las oficinas de la ONU”, remarcan en el texto.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también señaló su “profunda preocupación” por la crisis venezolana. El organismo, después de reiterar su pedido al oficialismo y a la oposición de avanzar en un proceso de diálogo, adelantó que está evaluando realizar un informe especial sobre las protestas. “Estamos ponderando constantemente” lo que está ocurriendo, explicó el comisionado, Felipe González.

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