Peralta acusó al Gobierno de buscar el quiebre del orden institucional

Peralta acusó al Gobierno de buscar el quiebre del orden institucional
El gobernador elevó la tensión con la Casa Rosada al responsabilizarla de apelar a mensajes "destituyentes"; sugirió que la Presidenta avaló las críticas que le hizo De Vido
La relación entre la Casa Rosada y el gobernador santacruceño alcanzó ayer el punto de máxima tensión cuando Daniel Peralta acusó a funcionarios del gobierno nacional de intentar quebrar el orden institucional en Santa Cruz a través de maniobras destituyentes, que incluyen un ahogo económico y político sobre su gestión. Además afirmó que el ministro de Planificación, Julio De Vido, actúa "como un virtual interventor".

"Claramente aquí hay una operación gigantesca para desplazarme del gobierno, y no me estoy victimizando", denunció ayer Peralta desde los micrófonos de LU 14 Radio Provincia. A diez días de que recrudeció la guerra política entre la Nación y Santa Cruz, Peralta confesó por primera vez en público lo que pensaba en privado.

"Está claro que no me quieren en el gobierno. Está más que claro, es lo que entiende cualquier pibe que analiza política a los 15 años, que hay un mensaje muy duro para quebrar el orden institucional de la provincia", afirmó Peralta ante siete periodistas invitados a participar de una entrevista múltiple.

La única vez que mencionó a la presidenta Cristina Kirchner lo hizo con frialdad, pero sin enfrentase en forma directa. Sin embargo, sugirió que De Vido no hablaba por sí solo, "alguien lo mandó, no creo que De Vido actúe por sí mismo ni por sí solo. Sería irresponsable pensar en eso. Si él dijo lo que dijo evidentemente hay un amplio sector del gobierno nacional que pretende que la provincia tome un camino de la mano de gente que no ha sido elegida por el pueblo", dijo en referencia al sector kirchnerista encabezado por La Cámpora.

El martes De Vido había acusado a Peralta de administrar de forma deficiente las cuentas públicas y había lanzado un pedido a los diputados provinciales para que no le aprueben el endeudamiento solicitado por el gobernador. Peralta se tomó un día para responder y decidió hacerlo de la forma más descarnada: soltando amarras con el kirchnerismo después de más de veinte años de vida política común.

La convocatoria a los medios nacionales fue inédita: el destino del mensaje era Buenos Aires, y durante dos horas se prestó a una agenda abierta que rondó entre la situación política y financiera de la provincia. "Si ahogamos al gobernador económica y financieramente, lo rodeamos políticamente con el voto de los diputados y la presión de los intendentes, y cerramos los caminos para las soluciones, lo que se estará buscando es pasar de una crisis política a una crisis social", afirmó.

Peralta advirtió que continuar con la encerrona sobre su gobierno era "jugar con fuego" y eso podía derivar en "llevar a la gente a situaciones extremas que terminen con un bis de 2007, o a un resultado mucho peor". Y consideró que las palabras de De Vido "han tomado una gravedad institucional muy importante, ahora claramente acá hay una operación gigantesca para desplazarme del gobierno, y no me estoy victimizando", advirtió.

Peralta recordó que en 2007 fue Néstor Kirchner quien lo convocó para intentar devolver la paz social a la provincia y que durante 2011 en dos oportunidades la Presidenta le pidió que fuera candidato. También rememoró que en 2008 repatrió los fondos que tuvo la provincia en el exterior, con la autorización de Kirchner, y que fueron destinados a pagar salarios en los últimos años.

No ahorró críticas para los medios cercanos al Gobierno: "Me dicen que me cubren las corporaciones, Clarín y LA NACION, cuando siempre fueron medios críticos con este gobernador", y pidió públicamente disculpas a esta cronista "por algún exabrupto" que ha tenido..

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