Sin embargo, muchos productores afrontan ahora el desafío de proseguir con su actividad en campos todavía cargados de agua y ante la necesidad de absorber pérdidas millonarias.

“Nosotros no tenemos resto económico para bancarnos una inundación así”. Bocha Sarobe es un pequeño productor de la zona de Pehuajó. Y si bien dice que ya tiene el lomo curtido de tanto sufrir con el avance de las aguas, asegura que, como todo, en la vida “hay un límite” y cree que esa frontera está cada vez más cerca.

El hombre cultiva soja y maíz en un área de alrededor de 100 hectáreas, extensión que lo ubica en la franja de los pequeños productores, “los que más sufrimos todo esto”, define.

Los efectos de la inundación que castiga al centro-oeste bonaerense puede medirse a partir de casos-testigo como el Sarobe y otros cientos y cientos de productores que, señala, “no tenemos el resto que tienenlos grandes”, como le llama a los latifundistas.

Para dar un ejemplo del daño presente y el que se viene, Sarobe calcula que el 50% de la soja que debía cosechar fue tapada por el agua y que en términos económicos eso equivale a perder la ganancia de medio año.

Pero además Sarobe cuenta que en estos días debería apurar la siembra del maíz pero que esa tarea no será posible en medio del fangal. “No podes sembrar en el barro”, simplifica.

A esa pérdida el pequeño productor bonaerense le agrega la mortandad de alrededor de una doce de piezas de ganado vacuno. “Nosotros los pequeños productores somos los que más vamos a sufrir esto y la verdad es que da mucha bronca porque vas a pedir ayuda y no te dan nada”, se queja.

PROMESA

En tanto, el gobernador Daniel Scioli afirmó ayer que la situación hídrica en las zonas urbanas de la Provincia “está normalizándose progresivamente” y prometió que el gobierno “atenderá caso por caso” las problemáticas planteadas por las inundaciones.

Scioli se reunió ayer en Mercedes con productores y micro emprendedores de la región, con quienes evaluó la situación de las inundaciones de acuerdo a informes que le presentaron los ministros de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, y de Justicia, Ricardo Casal.

“Se aprecia que los cascos urbanos se encuentran en buenas condiciones al igual que rutas nacionales y provinciales, los caminos de tierra consolidados también se mantienen abiertos y con tránsito, no así varios caminos vecinales próximos a los lugares más afectados”, indicó el gobierno al dar cuenta de una mejora en la situación.