Peligra la construcción de tres corredores licitados bajo PPP por falta de financiamiento

Peligra la construcción de tres corredores licitados bajo PPP por falta de financiamiento

Se complican las obras viales que ganaron los consorcios más chicos

 

Por la falta de financiamiento, tres de los corredores viales adjudicados bajo contratos de Participación Público Privada ( PPP) quedaron en la cuerda floja. Se trata del A, C y Sur, que iban a ser construidos por los consorcios de menor envergadura y que, ante la disparada en el riesgo país y el caso de los cuadernos, quedaron imposibilitados de salir a buscar deuda en el exterior para llevar adelante las obras.

Por el contrario, las rutas que conforman los corredores B, E y F tienen mayores posibilidades de concretarse. En el primer caso, está a cargo de la china CCA Civil Panamá y Green, con una espalda mayor a la del resto de las uniones transitorias ganadoras. Los otros dos restantes quedaron en manos de la UTEconformada por Helport (corporación America), Panedile y Copasa. Fuentes del sector adelantaron a BAE Negocios que tanto el grupo de Eduardo Eurnekian como la compañía de origen asiático terminarán aportando por su cuenta el dinero de las inversiones para evitarse los inconvenientes de abandonar proyectos ya adjudicados.

Originalmente, el dinero iba a provenir de fondos de inversión y bancos del exterior, pero la situación económica de la Argentina hizo esa alternativa cada vez más difícil. Además, las normas estadounidenses les impide las entidades de ese país dar crédito a empresas involucradas en causas judiciales como es este caso. Es que de alguna u otra forma todos los consorcios ganadores quedaron salpicados por el escándalo de las coimas en la obra pública. Es por ello que la construcción de los corredores A, que ganó Paolini, Vial Agro y la italiana Inc Spa; del C (Cartellone) y el Sur (Rovella Carranza, JCR y Mota Engil) quedaron en peligro, ya que no tienen margen para hacer el desembolso de sus bolsillos, en caso de que los mercados sigan cerrados para el país.

Las UTE encabezadas por los chinos de CCA por Helport son las que más solidez tienen

Compartir

Ante ese escenario, el Gobierno creó un fideicomiso del Banco Nación que aportará en un comienzo entre u$s200 y u$s300 millones, y habilitará un préstamo por hasta u$s1.200 millones para el primer año de las obras haciendo de puente entre el sector financiero y las constructoras, y así sortear las complicaciones surgidas de tribunales.

"Si fuera por esa causa, el Gobierno entonces podría conseguir fondos en el mercado, algo que no está ocurriendo. Pero lo cierto es que no hay un peso para la Argentina, el financiamiento está completamente cortado", advertía en diálogo con este medio un empresario del rubro.

"Veremos si en los próximos meses hay alguna mejora en el clima, si empiezan a bajar las tasas, el dólar y el riesgo país", añadía no sin demasiada esperanza el representante del sector consultado.

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, acudió el miércoles pasado a la bicameral del Congreso que supervisa los contratos de PPP. Allí recalcó que con el aporte del Nación queda resuelto el financiamiento de corto plazo para las obras, y que para los años siguientes aún faltan 12 meses por delante con la posibilidad de dar otros dos meses más de prórroga.

Fue a los pocos días de haber regresado de Estados Unidos en búsqueda de fondos para los corredores. El ministro se reunió con representantes de organismos multilaterales de crédito y de los principales bancos del mundo, pero volvió sólo con la promesa de que invertirán en el fideicomiso, sin un monto preciso. Mientras tanto, en los seis proyectos licitados apenas comenzaron con tareas menores como limpieza, bacheo y cavado de zanjas.

Sin embargo, el panorama que pintan en el sector es desolador, con la posibilidad de que en las próximas semanas haya unos 40.000 despidos, si el Ejecutivo continúa demorando la redeterminación de precios de las obras en rutas en ejecución.

Además, el recorte en los gastos de capital ya acumula un año y para el 2019 está previsto una baja solamente en términos nominales del 8,6%, por lo que si se descuenta la inflación la magnitud del ajuste sobre la inversión en infraestructura será brutal y casi imposible de compensar vía PPP como promete el Ejecutivo.

Tampoco se prevén inversiones en maquinarias porque están dolarizadas y con las tasas de interés exorbitantes a la que hoy prestan los bancos, terminan saliendo el triple al momento en que se terminan de pagar.

Comentá la nota