Dos incidentes que ocurrieron ayer casi a la misma hora en el barrio Quirno Costa y a una distancia entre sí de sólo 150 metros, puso en “aprietos” a la única ambulancia del servicio público de salud que a esa hora estaba disponible. Los médicos concurrieron al accidente para atender a una mujer, pero trasladaron al apuñalado. En el apuro se olvidaron la camilla.
En un lapso de 10 minutos la policía de la Seccional Cuarta intervino en dos episodios donde una pasajera del servicio de remis sufrió un fuerte golpe y fue abandonada por los profesionales médicos del centro asistencial del barrio 30 de Octubre. Es que decidieron trasladar a un herido de arma blanca que se encontraba a pocos metros.
Eran las 18:15 cuando el conductor de una Chevrolet S-10 protagonizó una colisión con un Chevrolet Corsa –perteneciente al servicio de remis– sobre la avenida Lisandro de la Torre y Federici. El auto trasladaba a una mujer que llevó la peor parte.
La camioneta era comandada por Cristian Cofré y el Corsa era guiado por Basilio Rivas Espinosa, quien llevaba como pasajera a Paula Lagos (58). Por causas que se desconocen la camioneta impactó contra el lateral del rodado más chico y la mujer recibió fuertes golpes en la zona abdominal.
La policía solicitó la ambulancia y en diez minutos arribó la unidad del centro sanitario de las 1.008 Viviendas. Lo curioso de la situación fue que cuando atendía a la herida los efectivos fueron alertados de una pelea que concluyó con un hombre herido de arma blanca.
Ese ataque se registró sobre Lisandro de la Torre y Estados Unidos, a unos 150 metros del choque. Entonces, los enfermeros y médicos abandonaron a la pasajera del remis y fueron a atender al apuñalado, quien tenía un profundo corte en el abdomen.
La ambulancia trasladó al hombre, identificado por la policía como Maximiliano Muñoz, quien se encontraba con un amigo en el momento en que se inició la pelea callejera con el conductor de un vehículo. Al parecer, los protagonistas se conocían y por razones que se desconocen discutieron, se golpearon duramente y Muñoz salió gravemente herido.
En tanto, la pasajera fue trasladado por el propio remisero hasta la guardia del Hospital Regional escoltada por un patrullero. La víctima no sufrió lesiones graves y fue sometida a los estudios de rigor.
Por su parte, el apuñalado quedó internado en observación y al cierre de esta edición se evaluaba si iba a ser intervenido quirúrgicamente. La policía tomaba los testimonios respectivos al amigo de Muñoz y a otros testigos para tratar de identificar al atacante.
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